MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente Felipe Calderón aseguró que habrá recursos disponibles para ayudar a la gente afectada con la peor sequía de los últimos 70 años, y advirtió que no tolerará que el dinero se empleé con deshonestidad o sesgo partidista.
"No toleraremos ninguna desviación y ningún acto de corrupción, y, en el caso de que lo haya, será especialmente perseguido y castigado, porque no se puede lucrar, precisamente, con estas situaciones de emergencia que padece tanta gente", advirtió.
En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, acompañado por los gobernadores de los estados más golpeados por la sequía–Chihuahua, San Luis Potosí, Coahuila, Durango y Zacatecas–, Calderón reclamó el "compromiso político" de todos los actores involucrados en la atención de la coyuntura relacionada con la sequía.
"Hay una clara exigencia de la sociedad, comprensible, para asegurar el abasto de agua potable y la distribución de los alimentos que requiere la población afectada. Y, en particular, para distribuirlos indiscriminadamente sin ningún sesgo partidista o de cualquier otro interés.
"Es por eso muy importante que haya el compromiso político, explícito, tanto del presidente de la República, los secretarios de Estado y de los gobernadores, para que el dinero se emplee con absoluta honestidad y sin sesgos ni discriminaciones para nadie", manifestó.
En su reunión con los gobernadores, el Ejecutivo suscribió el Acuerdo por el que se instruyen Acciones para Mitigar los Efectos de la Sequía, mediante el cual se formaliza el ejercicio de casi 34 mil millones de pesos, previstos en el presupuesto para 2012 y aprobados de manera unánime en el Congreso.
Asimismo, garantizó que esta adversidad no privará de agua ni de alimentos a la gente que más lo necesita.
"Enfrentaremos y superaremos con creces esta sequía", afirmó Calderón, quien señaló que este fenómeno climático afecta a más de mil 200 municipios del país en 19 entidades, aunque se presenta con más intensidad en Chihuahua, Coahuila, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas.
Destacó que con este acuerdo el gobierno federal responde con hechos a las demandas de las familias y los productores. "Se trata de decisiones de política pública que tienen ya un impacto inmediato, positivo en la calidad de vida de la población que está sufriendo más por esta situación climática", puntualizó.
Por su parte, los gobernadores demandaron apoyos extraordinarios ante lo que llamaron una tragedia silenciosa.
En representación de sus colegas, el gobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera, dijo que México enfrenta las grandes consecuencias de la sequía más severa en 70 años y una de las expresiones más claras del cambio climático.
"Es una tragedia silenciosa que es más dañina que otros desastres naturales que están muy a la vista, a diferencia de la sequía que es silenciosa e invisible", afirmó.
Por separado, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, secundó al Ejecutivo al señalar que los casi 34 mil millones de pesos aprobados para mitigar los efectos de la sequía se aplicarán con absoluta transparencia y sin tintes electorales.
No hay margen para el protagonismo y merecen todo el repudio quienes busquen lucrar con estos apoyos, añadió.
Ante el reclamo de las organizaciones campesinas, en el sentido de que no podrá haber avance en tanto no les sean reestructurados o condonados los adeudos con la Comisión Federal de Electricidad, el funcionario dijo que este punto lo resolverá la paraestatal.
En conferencia de prensa, el funcionario federal manifestó que en relación con el programa de apoyo a comunidades indígenas, los recursos llegarán primero a quienes más lo necesitan.
Proceso
25/01/2012
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