Excélsior
16 Enero 2012
En entrevista, Michele Leonhart directora de la agencia aplaude la estrategia del presidente Calderón y afirma que será un gran día cuando el capo sea capturado
WASHINGTON, DC.— Michele Leonhart, directora de la Agencia Antidrogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés), afirmó que esa dependencia está enfocada en la captura de El Chapo Guzmán.
“Nuestras operaciones y nuestra inteligencia, tanto de la DEA como de otras agencias, al igual que las de nuestros socios en México, están todas preocupadas por esto. Es blanco de nuestras operaciones e investigaciones.
Él es alguien en quien estamos enfocados”, afirmó en entrevista con Excélsior.
Por primera vez, Leonhart habló sobre las operaciones encubiertas que la DEA realiza en México. Dijo que los operativos consistentes en infiltrar y rastrear el tráfico de drogas y el lavado de dinero han contribuido a “romper la espalda” de los cárteles, y que México siempre ha estado al tanto de los despliegues.
Consideró que “el presidente Calderón tiene la estrategia correcta” en la lucha anticrimen, y aseguró que la labor en ambos países podrá continuar pese a los próximos cambios en los gobiernos de México y EU.
Michele Leonhart, directora de la DEA “Le estamos rompiendo la espalda a los cárteles”
Afirma que será un gran día cuando El Chapo Guzmán sea capturado, defiende
las operaciones encubiertas y señala que las investigaciones que la instancia a su cargo hace en México siempre cuentan con el conocimiento del gobierno mexicano
Michele Leonhart, directora de la Drug Enforcement Administration (DEA) habló por primera vez sobre las operaciones encubiertas que esa agencia antinarcóticos del gobierno estadunidense realiza en México y que fueron reveladas por el diario The New York Times hace mes y medio.
En entrevista con Excélsior, la funcionaria defendió las operaciones de tráfico de drogas y lavado de dinero que la DEA utiliza para infiltrar a grupos criminales mexicanos.
Dijo que mediante ellas la DEA ha contribuido a “romper la espalda” de los cárteles y que una medida de su éxito es la detención de la mitad de los principales capos a nivel mundial, muchos de los cuales han sido extraditados a Estados Unidos.
Leonhart, quien es directora de esa agencia desde diciembre de 2010 —aunque había estado al frente de ella desde octubre de 2007, en espera de su ratificación por parte del Senado—, tuvo palabras encomiables para sus contrapartes en México.
Afirmó que la actual relación entre la DEA y el gobierno mexicano “no tiene precedentes” en los últimos 40 años. Manifestó su confianza en la colaboración y apoyó las estrategias de lucha contra el crimen organizado en México, mismas que, aseguró, “han tenido logros”.
Admitió que ambos gobiernos podrían hacer una mejor labor de informar sobre sus éxitos, aunque opinó que el hecho de trabajar con fuentes encubiertas muchas veces hace difícil hablar sobre ello sin poner vidas en peligro y sin comprometer las operaciones.
Leonhart informó que las investigaciones que la DEA hace en México siempre cuentan con el conocimiento y participación del gobierno mexicano, lo cual contrasta con lo afirmado el 11 de diciembre pasado por la vocera presidencial Alejandra Sota, quien dijo a Univisión que las autoridades mexicanas no estuvieron al tanto de las operaciones encubiertas reveladas por el Times una semana antes y que serían ampliadas el 9 de enero.
Graduada de la Bemidji State University, una pequeña casa de estudios en el norte de Minnesota —famosa por los jugadores profesionales de hockey sobre hielo que han pasado por ahí—, Leonhart es una veterana agente de la DEA, donde se enroló en 1980 luego de una breve estancia en la policía de Baltimore.
En los años 90 fue responsable de operaciones en la región suroeste de Estados Unidos, posición desde la que contribuyó en el desmantelamiento del clan de los Arellano Félix.
Sobre el futuro de la relación con México, Leonhart vaticinó en la entrevista que la colaboración continuaría, a pesar de que ambos países tendrán elecciones presidenciales este año.
“A todos nos preocupa el tráfico de drogas, así que lo que nos ocupa es desarrollar una asociación antinarcóticos, perfeccionar técnicas, desarrollar inteligencia para que, suceda lo que suceda en la escena política de nuestros dos países, tengamos unos funcionarios y agentes de procuración de justicia dedicados que cuenten con las herramientas que requieren.”
El siguiente es el texto de la entrevista:
—¿Cómo va la relación de la DEA con México?
—Hemos tenido una relación sin precedentes con el gobierno mexicano, especialmente con la SSP (Secretaría de Seguridad Pública), que encabeza Genaro García Luna, así como con otras dependencias en México.
“Llevamos casi 40 años trabajando con nuestras contrapartes mexicanas, pero nunca antes habíamos visto una relación como ésta, de colaboración conjunta, de intercambio de información, de preocupaciones compartidas.
“Hemos llegado a comprender que tenemos las mismas metas, y que estos grupos del crimen organizado no tienen respeto por fronteras y están haciendo daño de uno y otro lado de la frontera, así que la mejor solución para nosotros es cooperar y trabajar juntos, compartir técnicas, métodos, inteligencia y hacer investigaciones conjuntas.
“Cuando yo era una joven agente, trabajé en la frontera, en San Diego, como supervisora de grupo, y en ese tiempo podíamos tener muy buena inteligencia sobre organizaciones que operaban en México, pero no había contrapartes que nos inspiraran la suficiente confianza como para compartirles esa información.
“Pero ahora un agente puede trabajar en la frontera, o en Chicago o Detroit, y saber que esa información puede ser compartida con los muy confiables y talentosos investigadores que hay en México y que eso tendrá consecuencias positivas para nuestros objetivos comunes. Es una conexión de ida y vuelta, que tiene impacto tanto en Estados Unidos como en México.
“Hay una evolución y nos hemos vuelto mejores en refinar nuestro intercambio de inteligencia, tenemos plataformas y diferentes maneras de desarrollar y compartir información, especialmente con la SSP, en la que confiamos. Sabemos que podemos entregarles información y que ellos la usarán en buenas investigaciones.
“Así que ahora, gracias a esta sociedad que no existía hace años, hemos aprendido mucho sobre estos traficantes, como los de la organización Arellano Félix. Ahora hay dos socios para desarrollar mejor la información, compartirla, y hay un respeto mutuo de ambos lados de la frontera. Es la única manera de quebrarle la espalda a los cárteles: trabajar juntos. Y eso es lo que realmente ha estado ocurriendo en estos últimos años”.
—Como usted sabe, en México ha habido críticas a la forma en que el gobierno ha estado combatiendo a los cárteles. ¿Cree la DEA que el gobierno mexicano lo ha hecho de la mejor manera? ¿Piensa que hay ajustes que pueden hacerse?
—La DEA ha estado en este negocio desde hace 40 años y creemos que el presidente Calderón y su gobierno tienen la estrategia correcta. Se han dado cuenta de que es necesario perseguir a estas organizaciones, y nuestra experiencia como DEA ha sido que cuando uno va tras ellas se tienen los mejores resultados.
“El gobierno mexicano ha sido firme en su determinación de quebrarle la espalda a los cárteles y ha tenido logros. Si hay algo que criticar de uno y otro lado de la frontera sobre las investigaciones que realizamos, es que trabajamos con operaciones y fuentes encubiertas, y eso hace que no sea fácil compartir esa información sin poner vidas en riesgo o sin exponer investigaciones antes de que estén terminadas.
“Creo que nuestros dos países deben hacer un mejor trabajo de informar sobre esos logros.
“En la reciente visita que me hizo Genaro García Luna me di cuenta que allá han estudiado los datos para determinar cuáles de sus estrategias, que nosotros apoyamos, han tenido el mayor impacto. Ahora hay evidencia de que están marcando una diferencia.
“Así que si hay algo que ajustar, yo diría que es dejar que el público sepa que no se trata solamente del número de asesinatos, hay que ver cuál era la tasa de homicidios antes, qué tan efectivas son estas organizaciones en mover su producto y su dinero e infiltrar los mercados tanto en México y Estados Unidos.
“Cuando se ve eso, la conclusión es que hemos tenido un éxito significativo desde fines de 2006 y que le estamos rompiendo la espalda a esos cárteles, de forma conjunta”.
—Déjeme preguntarle por las operaciones encubiertas de la DEA en México, como las que ha dado a conocer The New York Times. ¿Cree que han sido exitosas?
—Cuando vemos que hay estrategias o técnicas que no tienen éxito, buscamos cómo lo puedan ser o dejamos de hacerlas.
“Creo que las técnicas que hemos empleado, especialmente las operaciones encubiertas, son la manera más efectiva para colocarnos en medio de estas organizaciones y son las que más impacto tienen.
“Con todas las investigaciones hacemos una evaluación, tratamos de mejorarlas, y lo que hemos aprendido es que estas operaciones conjuntas, que realizamos no sólo en México sino en otras partes del mundo, tienen un gran éxito cuando trabajamos de manera conjunta y echamos mano de técnicas que funcionan y que han sido empleadas desde hace muchos años y que hemos perfeccionado.
“Uno de los logros que se pueden observar, y que le da mucho orgullo a nuestro país, es que en México, Colombia y otros países de Sudamérica hemos podido aprehender a los peores y más grandes capos del narcotráfico de todo el mundo.
“Cuando uno se enfoca en los capos, que nosotros llamamos CPOT (Consolidated Primary Organization Targets), se puede ver que hemos perfeccionado nuestras técnicas y los hemos acorralado desde 2002 aproximadamente. Y de todos los que han sido identificados, es sorprendente que, casi diez años después, hemos podido procesar a más de 75 por ciento de los peores y más grandes del mundo; hemos detenido a más de 50 por ciento de ellos, y un dato extraordinario para mí es que más de 35 por ciento de ellos ha sido extraditado a Estados Unidos.
“Esas son estadísticas duras y muestran que estos esfuerzos, por los que no sólo hay que dar crédito a la DEA sino a agencias de procuración de justicia de muchos países, están sirviendo a naciones afectadas por el crimen organizado. Estoy hablando de México, estoy hablando de Colombia y de otros países sudamericanos.
“Y ahora esas mismas técnicas están siendo compartidas y utilizadas por nuestras contrapartes en Europa, porque ellos ahora están viendo cargamentos de cocaína yendo hacia allá, las mismas cosas que nosotros hemos visto aquí en Estados Unidos. Por eso ahora la DEA y otras agencias, y nuestras contrapartes en México y Colombia, están compartiendo estas técnicas con contrapartes de otros lugares del mundo, para que realicen el mismo trabajo de unir los puntos y usar todas las herramientas disponibles para perseguir a estas organizaciones a fin de quitarles el poder y reducirlas en tamaño, de modo que estas grandes organizaciones se vuelvan grupos de traficantes más pequeños que puedan ser atacados por la autoridades de procuración de justicia locales.”
—En Washington hay preocupaciones sobre función del futuro de la relación. Ambos países tienen elecciones este año. Los partidos de oposición en México no han sido muy claros respecto de sus estrategias y lo que piensan acerca de la cooperación. ¿Usted teme que la política pueda interferir?
—Para nosotros, así como para cualquiera en el mundo antinarcóticos, la política no es factor. A todos nos preocupa el tráfico de drogas, así que lo que nos ocupa es desarrollar una asociación antinarcóticos, perfeccionar técnicas, desarrollar inteligencia para que, suceda lo que suceda en la escena política de nuestros dos países, tengamos unos funcionarios y agentes procuración de justicia dedicados que cuenten con las herramientas que requieren.
“Va a ser muy difícil que alguien nos las quite una vez que las hemos desarrollado y hemos probado que funcionan. Lo que nosotros pensamos es que todos los éxitos que hemos visto en los pasados cinco o seis años continuarán independientemente de lo que ocurra políticamente de uno u otro lado de la frontera.
“Nuestra misión, se lo dice una agente antidrogas con 31 años de experiencia, es perseguir a esas organizaciones. Nosotros no nos involucramos en política. Simplemente sabemos que tenemos un trabajo que realizar para que nuestros países estén seguros.
“Sé que Genaro García Luna piensa lo mismo. Lo que hacemos es fijar la vista en esas organizaciones que tratan de tener un impacto en nuestros dos países. Usamos las técnicas y trabajamos juntos; nos respetamos y tenemos una responsabilidad en común y confianza mutua, dejando a salvo la jurisdicción de cada país. Y eso nada tiene que ver con política.”
—¿Le sorprendió que la vocera del presidente Calderón dijera que el gobierno mexicano no supo de estas operaciones encubiertas?
—Lo que yo le diría respecto de nuestra asociación, sin meterme en asuntos específicos, es que nosotros hacemos operaciones e investigaciones y si tienen conexión con México hablamos con nuestras contrapartes mexicanas y ellos toman las decisiones.
“Respetamos las leyes y las autoridades de cada quien. Tenemos mecanismos para hacer investigaciones encubiertas y de otro tipo, así como reglas y protocolos acordados para trabajar de manera conjunta. Así que si estamos realizando una operación en México lo estamos haciendo juntos, con nuestras contrapartes mexicanas.”
—¿Qué tan importante es para la DEA encontrar a Joaquín El Chapo Guzmán?
—Puedo decirle que nuestras operaciones y nuestra inteligencia, tanto de la DEA como de otras agencias estadunidenses, al igual que las de nuestros socios en México, están todas preo-
cupadas por esto. A todos nos gustaría verlo detenido. Es blanco de nuestras operaciones e investigaciones y será un gran día cuando logremos detenerlo. Él es alguien en quien estamos enfocados, pero al mismo tiempo nos enfocamos en todos los cárteles.
—Estando enfocados en todos los cárteles, ¿hay alguno que sea prioritario para la DEA, ya sea por su violencia o por otros motivos?
—Creemos que todos son peligrosos y todos son blanco. Usaremos todos nuestros recursos y esfuerzos para perseguirlos. Todos tienen un impacto no sólo en México sino en Estados Unidos.
—¿Qué opina de que los cárteles, al quebrarse o ser aprehendidos sus dirigentes, suelen volverse más violentos?
—Un buen ejemplo es lo que pasó cuando desbaratamos los cárteles en Colombia. Lo que Genaro García Luna ha demostrado con sus estrategias es que cuando se persigue por primera vez a estas organizaciones, de arriba a abajo, y se hacen detenciones, se verá algo de violencia porque la gente que queda pelea por posiciones y territorio.
“Lo que me genera optimismo es que estamos viendo lo mismo en México que lo que se vio en Colombia: que estas organizaciones acaban por perder su poder, líderes e influencia y se convierten en grupos más pequeños y menos fuertes. Y eso es muy importante, porque los cárteles grandes generan más dinero y tienen mayores posibilidades de corromper a las instituciones.
“Cuando uno las persigue y las desbarata, tratan de reconstituirse pero son menos poderosas, no tienen los recursos con que contaban, y una de las primeras cosas que les hacen daño es su falta de capacidad de corromper y usar su dinero, influencia y recursos para salirse con la suya. Vimos eso en Colombia, lo hemos visto en otras partes del mundo, y ahora lo estamos viendo en México. Y eso es una buena señal porque significa que estas organizaciones son menos poderosas que en el pasado, y que eventualmente será un problema de procuración de justicia y serán sólo grupos criminales con los que se puede lidiar mediante técnicas de procuración de justicia y agencias policiacas.”
Reflectores sobre el capo
En cuanto a Joaquín El Chapo Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa, la semana pasada se informó que para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos es el narcotraficante “más poderoso del mundo”.
“La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) seguirá trabajando con nuestra policía y sus contrapartes extranjeras para ayudar a desbaratar y, eventualmente, desmantelar el imperio criminal de El Chapo Guzmán”, anunció Adam J. Szubin, director de esa dependencia.
“Se trata de la cuarta ocasión en el último año que (la) OFAC ha focalizado y expuesto el apoyo a las estructuras de la organización liderada por El Chapo Guzmán, el narco más poderoso del mundo”, señaló el titular de esa oficina.
Preocupación internacional
Hace casi un año, al participar en Cancún, Quintana Roo, en la 18 Conferencia Internacional de Combate contra las Drogas (IDEC, por sus siglas en inglés), Michele Leonhart afirmó que todos los países están “preocupados por el largo alcance” que han ganado los cárteles de las drogas en territorio mexicano.
La titular de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos señaló entonces, es decir, en abril de 2011, que los gobiernos de los 103 países que participaron en esa reunión se encuentran preocupados por el poder de los cárteles mexicanos.
También hizo énfasis los resultados de la lucha contra las drogas en México.
Trabajo de equipo
Michele Leonhart y Genaro García Luna coincidieron hace casi un año en la 18 Conferencia Internacional de Combate contra las Drogas (IDEC, por sus siglas en en inglés) . En la entrevista que presenta hoy este diario, la directora de la DEA pone énfasis en la labor y alcances de la colaboración la Secretaría de Seguridad Pública.
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