lunes, 10 de junio de 2013

Ex empleado de la CIA filtró los programas de espionaje de EU

 


El informante de “The Guardian” y “Washington Post” se encuentra en Hong Kong. Sabe que el gobierno buscará extraditarlo o “secuestrarlo”. Considera pedir asilo en Islandia.

David Brooks, corresponsal
Publicado: 10/06/2013 07:33


Nueva York. La fuente responsable de una de las filtraciones más dramáticas en la historia política de Estados Unidos que hoy sacude a Washington, reveló su identidad, y dijo que su acción fue en defensa de los derechos de privacidad y libre expresión ante el abuso de un “estado de vigilancia”. Afirmó: “no quiero vivir en una sociedad que hace este tipo de cosas”, e indicó que considera buscar asilo en un país que defienda la libertad de expresión.
Poco menos de 24 horas después de que el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, anunció que el Departamento de Justicia había iniciado una investigación sobre quién filtró la información sobre programas secretos de espionaje de comunicaciones telefónicas y cibernéticas, el responsable apareció con nombre y apellido, por decisión propia, en The Guardian y el Washington Post, para asumir responsabilidad y dejar claro sus motivaciones.
Edward Snowden, de 29 años, ex asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y actualmente empleado de la contratista militar privada Booz Allen Hamilton, ha estado trabajando en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) como empleado de varios contratistas privados.
Snowden, en entrevista con The Guardian, subrayó que lo que más desea es que su filtración sobre programas de vigilancia de comunicaciones de millones de personas detone un debate “entre ciudadanos de todo el orbe sobre en qué tipo de mundo deseamos vivir”, y agregó que “mi único motivo es informar al público sobre aquello que se hace en su nombre y aquello que se hace en su contra”.
En entrevista con el Washington Post, denunció la vigilancia sistemática de ciudadanos inocentes y aseguró que su decisión de filtrar la información fue, en parte, porque “es importante enviar un mensaje al gobierno de que la gente no será intimidada”.
La filtración de Snowden a The Guardian y el Washington Post la semana pasada, reveló programas secretos de la NSA enfocados en rastrear los registros de llamadas telefónicas de millones de clientes de la empresa Verizon, y otro, conocido como PRISM, que da acceso al contenido de comunicaciones cibernéticas de los clientes de nueve de las principales empresas de Internet en el mundo (Microsoft, Google, Yahoo, Skype, entre otras).
La filtración sacudió la Casa Blanca y ha detonado un debate sobre los alcances del aparato de inteligencia estadunidense y las libertades civiles.
En su primera entrega de información de la NSA –una de las agencias de inteligencia más grandes y secretas del mundo– al Guardian, Snowden incluyó una nota escrita que decía: “entiendo que me harán sufrir por mis acciones”, pero “estaré satisfecho si la federación de leyes secretas… y poderes ejecutivos irresistibles que mandan en este mundo que tanto amo, son revelados aun por un instante”, informó el diario británico.
Durante la entrevista con el rotativo en un hotel de lujo en Hong Kong, adonde viajó desde hace tres semanas para preparar la filtración, Snowden comentó que nunca pensó en mantenerse anónimo “porque no he hecho nada malo”. Y aunque decidió identificarse, le dijo al Guardian: “no quiero la atención pública porque no quiero que la noticia sea acerca de mí. Quiero que sea sobre lo que está haciendo el gobierno de Estados Unidos”. Sin embargo, reconoció que “a los medios les gusta personalizar los debates políticos, y sé que el gobierno me demonizará”.
En la entrevista con el Post, Snowden agregó: “no me voy a esconder. Permitir que el gobierno de Estados Unidos intimide a su pueblo con amenazas de represalias por revelar fechorías es contrario al interés público”.
Indicó que ha tenido una vida muy cómoda, con un salario de alrededor de 200 mil dólares anuales, una novia con quien comparte casa en Hawaii, una carrera estable y una familia que ama. “Estoy dispuesto a sacrificar todo eso porque no puedo, en buena conciencia, permitir que el gobierno de Estados Unidos destruya la privacidad, la libertad de Internet y las libertades básicas de la población mundial con esta masiva maquinaria de vigilancia que está construyendo secretamente”, comentó al Guardian.
El rotativo británico señala que Snowden conoce muy bien, por su trabajo en el mundo de inteligencia durante casi una década, el poder y las capacidades del gobierno estadunidense. “Todas mis opciones son malas”, comentó al rotativo, al señalar que Estados Unidos podría iniciar un proceso de extradición en su contra, y no descarta que podría ser secuestrado por el gobierno estadunidense, e incluso podría ser una tarea encargada a “terceros”. Comentó que será una preocupación “con la que tendré que vivir el resto de mi vida…”
Pronosticó que el gobierno anunciará una investigación y que lo acusarán de violar la Ley de Espionaje y de que “ayudé a nuestros enemigos, pero eso se puede utilizar contra cualquiera que señale qué tan masivo e invasivo se ha vuelto el sistema”.
Sin embargo, ante la posibilidad de que el gobierno proceda penalmente contra él, como lo hecho contra un número sin precedente de whistleblowers (filtradores motivados por el bien público y para denunciar abusos o actos ilegales) en la historia del país, afirmó: “no tengo miedo porque fue mi decisión”.
En comentarios al Post, Snowden indicó: “tengo la intención de solicitar asilo en países que creen en la libertad de expresión y se oponen a la victimización de la privacidad global”. Su preferencia es Islandia por su reputación como campeón de la libertad de Internet, dijo al Guardian.
Snowden describió su carrera, desde su ingreso al ejército estadunidense, en 2003, por creer que la misión de la guerra en Irak era la liberación de un pueblo, y después su ascenso en el mundo de inteligencia, de guardia de seguridad a experto en computación en la CIA y la NSA hoy día. Desilusionado con la manera de operar de estas agencias en la era de George W. Bush, creyó que con la elección de Barack Obama habría reformas, pero sólo ha visto lo opuesto. Dijo que aprendió que “no puedes esperar a que alguien mas actúe. Había estado buscando líderes, pero me di cuenta que el liderazgo tiene que ver con quién es el primero en actuar”.
Snowden comentó que admira a Daniel Ellsberg, quien filtró los célebres Papeles del Pentágono durante la guerra de Vietnam, y a Bradley Manning, el soldado que enfrenta una corte marcial (por cierto, en un tribunal militar en el Fuerte Meade, sede también de la NSA) por la mayor filtración de documentos secretos en la historia del país, que arrancó la semana pasada.
Pero indicó al Guardian que había una diferencia importante entre él y el soldado, ya que Snowden dijo que evaluó cuidadosamente cada documento para asegurarse de que “cada uno era legítimamente de interés público”, ya que tenía acceso a mucho más que no filtró “porque mi meta es la transparencia, no hacer daño a la gente”.
Ahora, dijo al Post, sus acciones ya han tenido impacto, la sociedad ya se enteró de qué “tan mal están las cosas y ahora tiene el poder de decidir por sí misma si está dispuesta a sacrificar su privacidad al estado de vigilancia”.

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