Esta situación no se había presentado desde principios de 2010, según datos
oficiales
El incremento de sueldos en mayo fue de 4.56%, inferior en 0.07 por ciento a
la inflación
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Sábado 15 de junio de 2013, p. 22
Sábado 15 de junio de 2013, p. 22
La capacidad de compra de los salarios de los trabajadores
mexicanos registró en mayo una pérdida por segundo mes consecutivo, en un
momento en que el crecimiento promedio de los precios ha rebasado los límites
máximos de la meta fijada por el Banco de México, de acuerdo con información
oficial.
El incremento de los salarios contractuales en mayo fue de 4.56 por ciento,
una proporción inferior en 0.07 puntos a la inflación para ese mismo periodo, lo
que representó una pérdida real en la capacidad de compra de las remuneraciones,
según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y las
juntas federales de conciliación y arbitraje.En mayo de este año, la inflación anual se situó en 4.63 por ciento, arriba de la meta fijada por el Banco de México, que es de 3 por ciento anual, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
La pérdida en el poder de compra de los salarios registrada el mes pasado se sumó a la reportada en abril, cuando los incrementos derivados de las negociaciones contractuales fueron, en promedio, de 4.28 por ciento, inferiores en 0.35 puntos a la inflación anual a ese mes, de acuerdo con las mismas fuentes.
Así, entre abril y mayo pasados se acumularon dos meses consecutivos con pérdida en el poder de compra de los salarios, una situación que no ocurría desde el inicio de 2010, según los datos oficiales. En aquel año, durante los meses de enero, febrero y marzo se registraron pérdidas en el poder adquisitivo de 0.02, 0.31 y 0.35 por ciento.
La carrera precios-salarios
La mayor inflación ha provocado una pérdida real del poder adquisitivo de los salarios, comentó el área de análisis del Grupo Banamex.
El salario base de cotización al IMSS en abril pasado fue de 269.14 pesos diarios, una pérdida de capacidad de compra de 0.47 por ciento si se lo compara con el del mismo mes del año pasado, según datos del propio Instituto.
Las pérdidas recientes en el poder de compra de los salarios, derivadas de un
repunte de la inflación que ha rebasado las expectativas oficiales, se suma a la
caída en la capacidad adquistiva de los trabajadores experientada a lo largo de
los últimos años.
Entre diciembre de 1994 y finales de 2012, el costo de una canasta básica de consumo calculada por la Universidad Obrera de México aumentó 582.4 por ciento, al pasar de 56.3 pesos por día a 384.4 pesos. En ese mismo periodo, el salario mínimo, actualmente de 64.76 pesos, aumentó 308.19 por ciento en términos nominales, es decir, sin descontar el desgaste por inflación.
Algunos de los productos que conforman esa canasta básica han registrado, en el lapso de referencia, incrementos mayores a mil por ciento, como es el caso de la tortilla, cuyo precio aumentó mil 364 por ciento; el del pan blanco, 980 por ciento; leche, 611 por ciento; frijol, 623 por ciento; huevo, 862 por ciento; y bistec de res, 412 por ciento.
El Banco de México, según el último comunicado de política monetaria, publicado el viernes de la semana pasada, espera que la inflación comience a ceder a partir de la segunda mitad de este año.
La inflación refleja la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios que en promedio consumen las familias mexicanas en un periodo de tiempo.
Entre diciembre de 1994 y finales de 2012, el costo de una canasta básica de consumo calculada por la Universidad Obrera de México aumentó 582.4 por ciento, al pasar de 56.3 pesos por día a 384.4 pesos. En ese mismo periodo, el salario mínimo, actualmente de 64.76 pesos, aumentó 308.19 por ciento en términos nominales, es decir, sin descontar el desgaste por inflación.
Algunos de los productos que conforman esa canasta básica han registrado, en el lapso de referencia, incrementos mayores a mil por ciento, como es el caso de la tortilla, cuyo precio aumentó mil 364 por ciento; el del pan blanco, 980 por ciento; leche, 611 por ciento; frijol, 623 por ciento; huevo, 862 por ciento; y bistec de res, 412 por ciento.
El Banco de México, según el último comunicado de política monetaria, publicado el viernes de la semana pasada, espera que la inflación comience a ceder a partir de la segunda mitad de este año.
La inflación refleja la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios que en promedio consumen las familias mexicanas en un periodo de tiempo.
Menor inflación en la segunda mitad del año
Según el banco central, el aumento de la inflación a partir de
febrero de este año está relacionada principalmente con
choques de oferta claramente identificados, como condiciones climáticas adversas que afectaron la producción agrícola, un brote influenza aviar y el aumento de las tarifas de transporte público en el Distrito Federal.
En virtud de que el alza en la inflación general anual obedece a factores transitorios, se prevé que ésta muestre una ligera disminución en junio y que la trayectoria descendente se intensifique a partir de julio para ubicarse en el tercer y cuarto trimestres (de este año) entre 3 y 4 por ciento, mencionó el banco central el viernes de la semana pasada.
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