La propuesta del gobierno no deberá aprobarse sin
el consenso de los mexicanos, señaló.
Víctor Cardoso
Publicado: 26/06/2013 07:45
Publicado: 26/06/2013 07:45
México, DF. La apertura de Petróleos Mexicanos (Pemex)
al capital privado es innecesaria porque, contrariamente al discurso del
gobierno federal, la tendencia mundial es hacia la estatización, la
“renacionalización” de las empresas petroleras, afirmó el analista y catedrático
Alfredo Jalife-Rahme al disertar sobre las recientes declaraciones del
presidente Enrique Peña al diario londinense The Financial Times.
Afirmó que actualmente las siete empresas con mayores reservas
petroleras en el mundo son estatales. Es un grupo conformado por la árabe Saudi
Aramco; la iraní Nioc; la iraquí Inoc, Petróleos de Venezuela (Pdvsa),
Petrochina, la rusa Gazprom, la brasileña Petrobras y Petronas, de Malasia.
El puro cascarón
De acuerdo con el analista y colaborador de La
Jornada, el discurso oficial sobre la reforma energética que pretende
impulsar el actual gobierno y cuya propuesta sería presentada en lo que resta
del año, no deberá ser aprobada sin el consenso de los mexicanos, porque al
permitir la participación de empresas privadas “nos van a dejar el cascarón de
Pemex”.
Con base en los planteamientos hechos por el presidente Peña
Nieto al diario londinense, Jalife-Rahme sostuvo que “el concepto de propiedad”
es lo más importante en el manejo de los recursos energéticos, “lo demás es
negociable”, pero sin perder el control de la empresa estatal.
Puso de ejemplo que hasta ahora los conceptos de privatización
manejados por los funcionarios no abordan seis puntos “nodales” como son:
transferencia de tecnología, protección al ambiente, la seguridad nacional, la
geopolítica de los energéticos y oleoductos, la creación de una banca nacional
ex “profeso” para impulsar la industria petrolera ni sobre la capacidad de
financiamiento que tiene el país para impulsar a su empresa nacional.
Por el contrario, afirmó, el interés se centra en la
exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas y el gas esquisto
(shale gas), yacimientos transfronterizos y en el transporte por
ductos.
Lo que hace falta a Pemex, precisó, es reducirle la carga
fiscal de casi 70 por ciento sobre sus ingresos, permitirle elevar la inversión
y liberarla de las ataduras administrativas. Es una empresa que según la
publicación Global 500, mencionó, en 2012 se ubicó en el lugar 34 de las 500
compañías más grandes del mundo, con ingresos de 125 mil 344 millones de pesos.
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