Incendian camioneta a las puertas de la sede de difusión del villismo en Gómez Palacio
Juan Monrreal López
Marzo 11 del 2014
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Gómez Palacio, Durango.- Ráfagas de arma de fuego, ruidos extraños, ladridos de perros, estallidos “como de bombas” e incendio de un vehículo a las puertas del Centro Cultural Villista la madrugada del pasado domingo 9 de marzo, alarmaron a los vecinos de la calle Santiago Lavín, entre las avenidas Javier Mina y Bravo, quienes primero temerosos por las detonaciones, permanecieron resguardados en sus viviendas hasta que los estruendos e iluminación por el fuego de la camioneta carbonizada hicieron que abandonaran sus domicilios por miedo a que “hubiera más explosiones” y los alcanzara en los domicilios.
César Alonso García Marín, propietario de la
camioneta, marca Ford, tipo Ranger, modelo 1983, vecino del Centro Cultural
Villista, narra en la denuncia AM-00862/14 presentada en
la Vicefiscalía General de la Región Laguna que el día de los hechos
aproximadamente a las 2 de la mañana “ya estaba acostado y en esos momentos
empese (Sic) a escuchar ladridos y se oian (Sic) ruidos y al levantarme y salir
asi (Sic) a la calle cual fue mi sorpresa ai (Sic) ver que se estaba quemando
mi camioneta a la cual tratamos de apagarla, pero en esos momentos llegaron los
bomberos para asi (Sic) apagar el incendio de mi camioneta, acto seguido,
recomendandome (Sic) los bomberos que pasara a poner ni (Sic) denuncia”
asentó García Marín ante las autoridades ministeriales, según consta en la
denuncia de la que Demócrata Norte de
México, tiene copia.
La policía militarizada que “vigila” la ciudad bajo
el mando único, nunca llegó.
Ubicado en calle Santiago Lavín 245, el Centro
Cultural Villista, lleva a cabo una serie de actividades de difusión cultural, como
el Ciclo de Cine Villista, que lunes a lunes presenta en su sede. Además, dicha
agrupación mantiene un órgano de información “Palabra Vecinal”, que semana a
semana informa a los ciudadanos acerca de las actividades que realiza, así como
también de los acontecimientos que considera importantes para la comunidad, “lo
que molesta al presidente municipal priista José Miguel Campillo Carrete y al trío
de funcionarios municipales que hacen y deshacen a su antojo en la presente
administración”, el secretario del Ayuntamiento, Carlos Regulo Esquivel
Villarreal, el secretario particular del presidente, Ricardo López Rea y el director de Gobernación municipal, Enrique
Guerrero Castro.
Con carencias gigantes de centros culturales,
bibliotecas, difusión cultural, centros de cohesión comunitaria en el
municipio, “los pocos centros de irradiación de cultura creados con esfuerzos
de la sociedad, lejos de recibir apoyo de las autoridades que encabeza José
Miguel Campillo Carrete, sufren agresiones de estos émulos de Adolfo Hitler,
qué sólo ven con buenos ojos a las organizaciones priistas o supeditadas a los
caprichos de los funcionarios. No queman libros porque ni los conocen”, expresó
a Demócrata Norte de México, el
profesor Gustavo Oteo Oropeza,- formador de varias generaciones de docentes y
profesionistas-, coordinador de este centro cultural.
Oteo Oropeza, considera que fue el medio de
difusión, Palabra Vecinal, número 12, repartido el 7 de marzo, lo que excitó
los ánimos de Campillo Carrete y su trinca Esquivel-López y Guerrero.
En el periódico se analiza el incremento de los
delitos en la ciudad, así como el fracaso del esquema de seguridad del mando
único en es este municipio, donde no existen policías y el propio presidente ha
dicho que “será hasta el próximo año” que se contará con ellos, dando a
sospechar que tienen vendida la plaza a la delincuencia organizada.
En la entrevista, Gustavo Oteo, patentiza que el
espíritu que permea la concepción formativa del Centro Cultural Villista es que
“crea ciudadanía, poder popular y genera espacios de diálogo con los
gobernantes”, pero las actuales autoridades no quieren saber nada de esto.
Luego revela que, “hace unos días nosotros estuvimos
con el director de Gobernación municipal, el profesor Enrique Guerrero Castro y
el nos decía molesto que el presidente municipal estaba bastante enojado con
nosotros, a raíz del último impreso de Palabra Vecina, donde analizamos los
asuntos de Seguridad Pública”.
Abundó que en aquella ocasión, “el profesor Enrique
Guerrero Castro, les señaló que el presidente municipal estaba muy encabronado
con nosotros y que nos cuidáramos de una represión. Hemos denunciado esto y
creemos que el atentado obedece a las amenazas cumplidas que nos hizo Guerrero
Castro. Por eso, señalamos como responsable al presidente José Miguel Campillo,
de lo que nos suceda. De las agresiones que puedan sufrir nuestras familias y los miembros del Centro
Cultural Villista, en lo físico y bienes”, afirma sin dudas.
Luego apunta, “Cualquier atentado contra nosotros
señalamos al presidente municipal como responsable al igual que a su trinca de
funcionarios que manejan la alcaldía”.
Oteo Oropeza, se refirió a Enrique Guerrero Castro,
como un profesor nefasto. Personaje siniestro, con 15 años de estar comisionado
sin trabajar. Cobra doble plaza en la secretaría de Educación Pública (SEP),
una de éstas, en la escuela Leona Vicario. Además, recibe salario en el PRI. Como
director de Gobernación municipal, se dedica a organizar la clientela priista.
Sólo apoya a las organizaciones de ese partido, y obviamente, así no cumple la función
de interlocutor ante la sociedad, en pocas palabras, falta a la función de
institucionalidad.
Otro de los integrantes de la tercia, es el
secretario del Ayuntamiento, Regulo Esquivel,- que militó en 2010, en la
coalición opositora, Durango nos Une, luego jugó papel de esquirol-, quien con
mano dura, se siente émulo de Hitler.
El tercer integrante es Ricardo López Rea, todos
ellos se creen los dueños del poder, los dueños de Gómez Palacio.
“Así, que cada vez que vamos a la presidencia, nos
dicen que no hay apoyo, porque no somos del PRI. Fuera de ese partido, nunca
vamos a tener nunca ningún tipo de apoyo, nos subraya este terceto de
funcionarios facciosos. Son ellos, junto con José Miguel Campillo, los
culpables de este atentado al Centro Cultural Villista”, dice con firmeza el
coordinador del centro cultural.
Aún con la camioneta incendiada a las puertas del centro de difusión, a donde
no se han presentado los peritos ministeriales y policiales para dictaminar las
causas del incendio, Gustavo Oteo informa que, “después del atentado, haremos
este mes un impasse de actividades. Por este período, suspenderemos los eventos
programados; por ejemplo, el evento de del Centenario de la Batalla del Cerro
de la Pila, que bajo estas condiciones, será imposible hacerlo”.
Prosigue. “Entonces si no hay un estado de Derecho
y paz social, no vamos a desarrollar estas actos. También se suspenderá, el Ciclo
de Cine villista de los lunes. La semana villista del 26 de marzo al 2 de
abril, se interrumpe”.
Luego evidencia lo que los gómezpalatinos padecen
diairiamente, “queremos denunciar que nadie detiene la violencia que existe en
Gómez Palacio, tenemos información de comerciantes que los han asaltado hasta
10 veces; muchos ya cerraron sus comercios ¿quién para la delincuencia? El
gobierno de Campillo es incapaz, está rebasado. Los delitos del fuero común,
robo a casas, comercios, de autos, a transeúntes, en el centro de la ciudad,
van en aumento. A nosotros nos han asaltado 2 veces, aquí en el Centro
Cultural. Ahora hasta intentan quemar esta sede del saber, queremos manifestarlo
para que la ciudadanía se entere.
El señor Campillo Carrete, está anunciando rondines
más frecuentes, pero ya vimos que el esquema de seguridad de mando único ya
fracasó, y no resuelve una de las obligaciones primeras del gobierno municipal.
Lo malo es que, Campillo Carrete sigue aferrado con su mismo esquema de
seguridad fracasado” cierra Oteo Oropeza.
En tanto, César Alonso García Marín, propietario de
la camioneta achicharrada, sigue esperando a los peritos ministeriales para que
develen la causa de la quemazón; mientras la trinca de funcionarios que opera
la presidencia como sucursal del PRI, envalentonados después del atentado,
ordenaron a los 8 guaruras que cuidan al alcalde, desalojar del edificio de la
presidencia municipal al profesor Gustavo Oteo, cuando solicitaba audiencia con
José Miguel Campillo Carrete.
A qué presidentito tan cerrero. Sólo de vacas,
potreros, pastura y robarse el agua, sabía; ahora también de represión.
Twitter@jmonrreall
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