Agentes antidrogas destruyeron unos 6.6 millones de plantas de cannabis cultivadas principalmente por los cárteles en 2007, cerca de un tercio más que en 2006
Solomon Moore/The New York Times
El Universal TUCSON, Arizona
Lunes 02 de febrero de 2009 09:07
Narcotraficantes estacionaron un tráiler para transporte de autos del lado mexicano de la frontera un día de diciembre, pasaron una rampa por encima del muro de seguridad, y condujeron dos camionetas llenas de mariguana a suelo de Arizona.
Cuando agentes de la Patrulla Fronteriza empezaron a perseguirlos, una tercera camioneta apareció del lado mexicano de la frontera y pistoleros dispararon armas automáticas por arriba de la cerca en contra de los agentes. Los traficantes de los primeros vehículos prendieron fuego a una camioneta y abandonaron la otra, con un millón de dólares en mariguana. Luego se treparon por el muro para regresarse a Sonora.
A pesar de las enormes acciones judiciales realizadas en ambos lados de la frontera sudoeste de Estados Unidos, el tráfico de mariguana desde México es más fuerte -y descarado-- que nunca, señalaron funcionarios de justicia. Los cárteles de la droga mexicanos transportaron en forma rutinaria cargas de dimensiones industriales de mariguana en 2008, excavando nuevos túneles y adoptando tácticas como el uso de rampas para pasar sus productos del otro lado de la frontera sin ser detectados.
Pero éstas no son las únicas tácticas nuevas: los cárteles también están cultivando cada vez más mariguana dentro de Estados Unidos, en lo que representa un importante cambio de estrategia para evitar completamente la frontera, señalaron funcionarios. El año pasado, autoridades de aplicación de la ley confiscaron cantidades récord de plantas de alta potencia desde Miami hasta San Diego, e incluso en viñedos rentados por los cárteles en el estado de Washington.
Los narcotraficantes mexicanos también han adoptado la producción hidropónica de mariguana -cannabis cultivada en interiores sin tierra y con lámparas solares--, desafiando a las redes asiáticas y a productores menores, individuales, de Estados Unidos.
Un reporte del Departamento de Justicia emitido el año pasado concluyó que las organizaciones de narcotráfico mexicanas operaban ahora en 195 ciudades, comparadas con 50 en 2006. Los cuatro cárteles más grandes con afiliados en ciudades estadounidenses eran la Federación, el de Tijuana, el de Juárez y el del Golfo.
"Hay evidencia de que los cárteles mexicanos también están aumentando sus relaciones con pandillas callejeras y de prisiones de Estados Unidos a fin de facilitar el tráfico de drogas", indicó un reporte congresional de febrero de 2008. Analistas de inteligencia detectaron una mayor actividad relacionada con los cárteles mexicanos en Chicago, Detroit, Minneapolis, Seattle y Yakima, Washington, áreas que antes eran controladas por otras redes étnicas.
Para los cárteles, "la mariguana es el rey de los cultivos", indicó el agente especial Rafael Reyes, jefe de la Sección para México y Centroamérica de la agencia antidrogas estadounidense, DEA. "Mantiene consistentemente su venta y su rentabilidad".
El tráfico de mariguana sigue prácticamente inalterado en Estados Unidos, aun cuando reportes de inteligencia sugieren una disminución en la disponibilidad de heroína, cocaína y otras drogas duras que requieren de grandes operaciones de contrabando.
Al tiempo que las autoridades mexicanas y estadounidenses han endurecido la frontera, los cárteles están aumentando su producción justo al norte para evitar recurrir al contrabando. Muchas de las plantaciones más grandes de mariguana están ocultas en parques federales y estatales, señalaron autoridades federales. Bill Sherman, un agente de la DEA en San Diego, dijo que las autoridades habían detectado también un número creciente de granjas en los condados Imperial y San Diego, zona tradicionalmente evitada por los traficantes debido a la presencia de guardias fronterizos, varias agencias policiales y la base de la Armada, Campo Pendleton.
Agentes antidrogas destruyeron unos 6.6 millones de plantas de cannabis cultivadas principalmente por los cárteles en 2007, cerca de un tercio más que en 2006. En California, principal productor de mariguana del país, fueron erradicadas un récord de 2.9 millones de plantas para finales de diciembre. Sin embargo, funcionarios indicaron que no ven una reducción apreciable del abasto interno.
A pesar del descubrimiento de una mayor producción de mariguana dentro de Estados Unidos, la mayoría de los líderes de los cárteles permanecen en México y, por ahora, la mayor parte de la violencia también. No obstante, las recientes fotografías de las cabezas decapitadas de policías en México están en las mentes de funcionarios de aplicación de la ley de este lado de la frontera, que están vigilantes ante algún indicio de filtración. (Traducción: Gregorio Narváez).
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