Jaime Avilés
■ Slim-Televisa-Los Pinos: parte de guerra
■ La Corte legalizó la represión
Los magnates mexicanos Carlos Slim, el hombre a veces más rico del mundo, y Joaquín Vargas, del consorcio Multivisión, han establecido una sociedad para crear la tercera cadena televisiva del país. Sin embargo, no han logrado llegar muy lejos. Televisa y Tv Azteca se oponen a sus planes y cuentan con el apoyo del gobierno de Felipe Calderón, que en realidad hace lo que el duopolio le ordena. Ahí está la servil actitud del IFE ante Televisa por el asunto de los espots.
A principios de este año, el dueño de Teléfonos de México y numerosas empresas más, distribuidas por el mundo, concretó una inversión de 250 millones de dólares en acciones del periódico más influyente de Estados Unidos, The New York Times. La operación –lo dijo así esta columna hace dos sábados– fue para “golpear” las acciones de Televisa en la bolsa de valores neoyorquina. Era, en otras palabras, una velada declaración de guerra.
Y la guerra estalló, o se hizo visible, muy poco después. La semana pasada, coincidencia o no, The New York Times publicó un despacho de su corresponsalía en México acerca del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. La percepción de la redactora del texto era que la popularidad del político tabasqueño estaba de nuevo a la alza, debido a la crisis económica y a la incapacidad de Calderón para enfrentar la recesión. La nota, por supuesto, enfureció al hombrecito de Los Pinos.
El lunes de esta semana, Slim ofreció una conferencia en el Senado donde pronosticó lo peor de lo peor para los próximos años: cierre masivo de empresas “grandes, medianas y chicas”, quiebra de comercios, tiendas departamentales vacías y un desempleo “como no se veía desde los años 30”. Esta vez Calderón, el porro mayor del gabinete que funge como secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, el bulldog que ladra como líder nacional del PAN, Germán Martínez, y las plumas mercenarias de Los Pinos tronaron histéricamente contra el multimillonario de origen salinista, perdón, libanés.
Cosa curiosa, los coordinadores del PRI y del PRD en el Senado y en la Cámara de Diputados hicieron declaraciones coincidentes al pedir serenidad a ambas partes, con una actitud que pareció más bien favorable a Slim. Este, por su parte, respondió en forma directa a la andanada de reproches oficiales lanzada en su contra por el espuriato. El miércoles, Telmex anunció una reducción de 4 mil millones de pesos en su plan de inversiones para 2009, dadas las “perspectivas económicas” del país. Así, el monopolio telefónico disminuirá de 12 mil a 8 mil millones de pesos sus gastos para el año en curso. Pero entonces la guerra dio un giro con olor a programa de chismes de Juan José Origel, Paty Chapoy o gente por el estilo.
Desde España, donde los familiares políticos de Calderón cultivan estrechas relaciones con los medios, la revista Semana destapó el “romance secreto” entre Slim y la reina Noor de Jordania. ¿Respuesta? Anteayer, jueves, el nuevo programa radiofónico de Carmen Aristegui en Multivisión dio a conocer la existencia de una grabación en la que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, afirma que Carlos Salinas de Gortari se “robó” la partida secreta de Los Pinos, cuando gobernaba el país.
Téllez, no se olvide, por su cargo público, es el principal responsable de las relaciones entre el gobierno (bueno, es un decir) de Calderón y las televisoras. Y por lo tanto es quien en la práctica ha cerrado las compuertas que le impiden a Slim entrar a la industria que rellena de imágenes y palabras, en su inmensa mayoría insulsas, las pantallas chicas. Así estaban las cosas hasta ayer en la mañana. Quién sabe ahora qué pase, pero en un primer balance las acciones ofensivas a cargo de Slim han sido notablemente más duras que las de Calderón y Televisa unidos, mientras Tv Azteca brilla por su ausencia en la pelea.
La tremenda corta
En ocasiones, cuando uno ingiere alimentos descompuestos, lo mejor que puede hacer es devolverlos. Hay personas que, por distintas razones, no son capaces de “expulsar por la boca, en forma violenta y espasmódica, el contenido del estómago”, como describe el diccionario la acción del verbo vomitar. Por fortuna, ése ya no será un problema. Gracias a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ahora cualquiera vomitará en el momento que le plazca. Para ello sólo tiene que observar los videos del espectáculo que 10 de los 11 magistrados de ese establo del derecho, con la admirable excepción de don Genaro Góngora Pimentel, representaron del lunes al jueves de esta semana al deponer sus doctas opiniones sobre la represión de mayo de 2006 en Atenco.
¿Que la acción conjunta de la Policía Federal Preventiva y la del estado de México provocó la muerte de dos jóvenes, el ultraje sexual de decenas de mujeres, la violación de incontables domicilios sin orden de cateo, el arresto en forma brutal de más de un centenar de personas que fueron molidas a palos y más tarde torturadas durante los interrogatorios? Sí, y qué, dijeron en resumidas cuentas los togados, que ganan 600 mil pesos mensuales. Pese al evidente derramamiento de sangre que hubo en Atenco, consideraron que el gobernador Enrique Peña Nieto es más inocente que el niño Jesús. Y lo mismo Eduardo Medina Mora, entonces secretario de Seguridad Pública, y más aun Wilfrido Robledo, jefe de la PFP. Además, nadie se acordó de Vicente Fox, autor intelectual de esa carnicería, concebida como venganza contra los campesinos que le echaron a perder el negocio del aeropuerto.
La suprema corta, como la llama el pueblo, ha legalizado la represión en México. Ahora ratificará su histórica decisión cuando examine el salvaje aplastamiento de las protestas de la APPO en Oaxaca, con su cauda de asesinatos, torturas, desaparecidos y presos políticos y, en consecuencia, declare inocente de toda culpa o sospecha a Ulises Ruiz.
Desde hoy, con la bendición del máximo tribunal del país, cualquier remedo de “gobernante” podrá soltar a sus gorilas contra la población inconforme y, pase lo que pase, quedará impune porque Peña Nieto y Ulises Ruiz ya sentaron jurisprudencia en la materia. Ahora todo se vale, y máxime a la puerta de una crisis como la que anticipa Slim.
Contralínea: nuevo atropello
Policías del Distrito Federal, representantes del 13 juzgado de lo civil en Guadalajara y abogados de la empresa petrolera Grupo Zeta allanaron el miércoles a las 11 de la mañana las oficinas de la revista Contralínea, que dirige Miguel Badillo y que fue la primera publicación que, a principios de 2007, dio a conocer la existencia de los contratos de Juan Camilo Mouriño en Pemex, incluso antes que los denunciara López Obrador. En agosto de ese año, los zetas de los hidrocarburos interpusieron en Jalisco una demanda por “daño moral” contra Badillo y su colaboradora Ana Lilia Pérez Mendoza, a quienes pretende encarcelar. La enlutada mano de Calderón se ve detrás de esta inaceptable represalia.
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