Ante el Capitolio, aceptan que acciones de México comienzan a fragmentar a cárteles
Doris Gómora
Doris Gómora
El Universal
Viernes 13 de febrero de 2009
La influencia corruptiva de los cárteles del narcotráfico mexicanos y el incremento de su violencia, que los ubica entre las organizaciones criminales más importantes del mundo, impide a la autoridad de México gobernar en algunas zonas de la República Mexicana, así como construir instituciones democráticas, mientras que estas organizaciones “han mostrado su decisión y capacidad para atacar a oficiales mexicanos, su liderazgo (del gobierno) y al ejército”, afirmó Dennis C. Blair el nuevo director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos en un reporte sobre los retos que enfrenta la nueva administración de Barack Obama.
Los cárteles del narcotráfico de México son una de las más significativas amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos, señala el director de las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos en un reporte cuya copia tiene EL UNIVERSAL destacando que “el asesinato del comisionado nacional de policía en mayo pasado, el ataque con granada en una concurrida plaza en el estado de Michoacán y la ejecución del General Brigadier Marco Enrique Tello Quiñonez este mes indican que los miembros de los cárteles están dispuestos a matar a oficiales de alto nivel mexicanos, vengarse de soldados, y tolerar más daños colaterales entre civiles no directamente involucrados en el narcotráfico”.
En el reporte presentado por escrito, ayer jueves, como la primera comparecencia del Director Nacional de Inteligencia del gobierno de Obama ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, Blair asegura que como las redes del narcotráfico han estado bajo una presión creciente por parte de los esfuerzos de combate al narcotráfico del presidente Calderón, miembros de los más poderosos cárteles se han hecho más agresivos, por lo que cerca de 5 mil 500 personas —la mayoría operativos de los cárteles y en un grado menor policías locales— fueron asesinados en 2008 en violencia relacionada con los cárteles, excediendo por mucho el récord de cerca de 2 mil 700 asesinatos relacionados con el narcotráfico en 2007.
“Nunca antes, la presión sostenida del gobierno ha interrumpido cadenas transnacionales establecidas de abastecimiento de cocaína, interferido con las operaciones diarias de los carteles y ha comenzado a fragmentar a los poderosos cárteles de la droga de México. Evaluamos que significativamente más cocaína es desviada a Centroamerica antes de ser movida dentro de México, un cambio que en nuestro juicio, mitiga algunos riesgos que enfrentan los narcotrawficantes en México pero que también complica las operaciones del tráfico”, detalla Blair.
En el reporte se destaca que el presidente Felipe Calderón ha demostrado su determinación de enfrentar el problema de corrupción relacionada con narcotráfico en todos los niveles de gobierno al lanzar la Operación Limpieza, lo más notable es que esto ha llevado al arresto de un ex subsecretario de la Procuraduría de la República y del Director de Interpol en México.
Además, precisa, Calderón ganó la aprobación en noviembre del Presupuesto Federal de 2009, el cual incrementa el gasto en términos reales de la Secretaría de Seguridad Publica y de la Procuraduría General de la República por 69% y 29%, respectivamente.
México se mantiene como el más importante conducto de drogas ilícitas que llegan a Estados Unidos. Cerca de 90% de la cocaína que se sabe es dirigida a Estados Unidos, y alguna de la heroína colombiana, eventualmente transita en México antes de ingresar a Estados Unidos. A pesar de acertados esfuerzos recientes para desviar precursores químicos y narcotráfico, México es el principal proveedor extranjero de metanfetaminas y mariguana al mercado de los Estados Unidos, y produce la mayoría de la heroína que es consumida en el oeste del Río Mississipi, precisa el reporte.
Por otra parte, Blair indica que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, aún otorga protección a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) proporcionándoles zonas seguras por su afinidad ideológica con el grupo, y su interés en influir en políticos colombianos”.
Después de Colombia, Venezuela es el segundo país más importante en Sudamérica en operar como punto de salida de cocaína y es el principal en el contrabando aéreo hacia los mercados mundiales.
La participación de Venezuela en la salida de cocaína de Sudamérica se ha triplicado pasando de 5% en 2004 a 15% durante el tercer trimestre de 2008. La cooperación de combate al narcotráfico se ha caído sin precedentes tras la expulsión del Embajador de Estados Unidos por Chávez y su negativa a otorgar visas a los nuevos oficiales de la DEA para trabajar en Venezuela, cita el reporte.
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