lunes, 21 de abril de 2014

El abandono del campo y la insuficiente producción nacional, algunas de las consecuencias

Preocupante aumento de la dependencia alimentaria de México, informa la UEC


Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 21 de abril de 2014, p. 11

La dependencia alimentaria de México ha aumentado de manera alarmante derivada del abandono al campo, la insuficiente producción nacional, y que el mercado lo concentran las grandes empresas, que han desplazado a las unidades familiares no rentables para la banca, informó la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara de Diputados.
En un reporte para analizar el informe de la Cuenta Pública 2012, la cual fue entregada en febrero por la Auditoría Superior de la Federación, la UEC explicó que de manera paralela se incrementó la pobreza en el medio rural, han caído las remesas de los mexicanos en el extranjero y que el campo aporta una escasa generación de empleos al producto interno bruto.
Los efectos que la UEC identificó sobre el estado en que se encuentra el campo mexicano, pese a que en 2012 el presupuesto para ese sector fue de 305 mil 975 millones, son los siguientes:
Desarticulación de la agricultura con la industria, mala calidad y bajo rendimiento de la tierra, por erosión y degradación de los suelos, baja productividad en algunos cultivos, bajos niveles de capitalización física y humana, caída drástica en la inversión pública, carencia de infraestructura y tecnología, y falta de créditos.
Asimismo, migración, incidencia del narcotráfico en los patrones de cultivo y posesión de las propiedades agropecuarias, así como la escalada de violencia e inseguridad, pobreza extrema, bajos niveles educativos, carencia de servicios públicos, mala nutrición, falta de oportunidades escolares y laborales para los jóvenes, y trato discriminatorio y violencia hacia las mujeres, no sólo en el ámbito familiar sino comunitario.

Altas compras en el exterior
También refirió que la importación de alimentos básicos está por encima de lo que recomienda la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que es de 25 por ciento. En México, la compra de alimentos básicos del exterior es de 45 por ciento de lo que se consume.
En las importaciones de productos agropecuarios la UEC informó que éstas han crecido notablemente, casi cinco veces, al pasar de 2 mil 726.7 millones de dólares en 1993, en el sexenio de Carlos Salinas, a 13 mil 231.4 millones de dólares en 2012, el último año de Felipe Calderón.
Los casos del maíz y el frijol son preocupantes, ya que el valor de las importaciones creció 43 y 52 veces, respectivamente, en el mismo periodo, y el del arroz se elevó más de cinco veces; el de la soya, casi cuatro, y el del trigo, más de seis. La dependencia alimentaria en todos estos productos aumentó significativamente, detalló.
A esto se agrega que las divisas provenientes de las exportaciones han sido insuficientes para financiar las compras de productos agropecuarios que permitan complementar la insuficiente producción interna y garantizar el abasto del mercado nacional.
El abandono del campo también se refleja en la creciente pobreza de sus habitantes, indicó.
La UEC refirió que los incrementos en los precios de los alimentos avivaron la pobreza alimentaria y esto generó erosiones en la seguridad alimentaria, porque se deterioró el poder adquisitivo de los ingresos.
La población vulnerable por ingresos, que no tiene carencias sociales, pero su ingreso es inferior a la línea de bienestar, aumentó de 6.7 millones de personas en 2010, a 7.2 millones en 2012, informó.
Al final del sexenio de Calderón, otros 27.4 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria, definición que El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) utiliza para explicar que las personas no cuentan con comida suficiente para una vida activa y sana; de ese universo, 16 millones sufrieron inseguridad alimentaria y 11.4 millones inseguridad alimentaria severa.

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