Habitantes de este lugar cerraron los accesos de la minera canadiense Media Luna para exigir seguridad al gobierno, luego de que la policía comunitaria rescató a 12 personas secuestradas el pasado viernes 6 por una célula criminal al servicio de La Familia.
lunes, 09 de febrero de 2015
Nuevo Balsas, gro., 9 de febrero (apro).- Los pobladores reprocharon el hecho de que el gobierno estatal proporcione seguridad a los trabajadores de la empresa extranjera y deje a su suerte a las personas que viven en esa zona minera del municipio de Cocula, colapsada por la narcoviolencia.
Desde hace cuatro años, argimentaron, un grupo de al menos 70 agentes del Instituto de la Policía Auxiliar del estado de Guerrero (IPAE), brindan seguridad privada a la minera Media Luna a través de un convenio económico con el gobierno estatal.
Los policías estatales resguardan a ingenieros, contratistas y trabajadores de la minera que viajan diariamente de Iguala a este poblado, ubicado en el denominado "cinturón de oro" de Guerrero y enclavado en la rivera del Balsas.
Esta franja además de su vocación minera, agrícola y pesquera, es considerada como un corredor estratégico del narco donde es común el trasiego de heroína y marihuana que se produce en la Sierra.
Luego del secuestro masivo de personas que se reportó desde el viernes, los pobladores apoyados por policías comunitarios decidieron cerrar las oficinas de la minera canadiense como medida de presión para que los directivos de la empresa y autoridades gubernamentales, se involucren en el tema de seguridad para la región.
"Se trata de que el gobierno le brinde seguridad a todos y no sólo a los trabajadores de la minera", indicó un líder de la policía comunitaria, quien advirtió que las oficinas de la empresa permanecerán cerradas hasta que el gobierno revierta los efectos de la inseguridad y violencia en la región.
Esta mañana, decenas de trabajadores de la minera se regresaron a Iguala porque los pobladores impidieron las labores de extracción de oro y plata en esta mina a cielo abierto.
La presión en contra de la minera canadiense obligó a los directivos de la empresa a ceder ante la petición de que la policía estatal que realiza funciones de seguridad privada, también resguarde a los ciudadanos de este lugar que tienen que transitar sobre el tramo Nuevo Balsas - Cocula.
Hace tres días se registró el secuestro masivo de personas en esta vía y por ello, los habitantes de Nuevo Balsas, La Fundición y Real del limón decidieron tomar las armas para enfrentar directamente a la delincuencia.
Ayer, los guardias comunitarios rescataron a 12 personas, cinco de ellos trabajadores de la minera, durante un operativo donde uno de los secuestradores murió y otro más fue detenido.
El número de personas retenidas es incierto, pero de acuerdo con las víctimas liberadas, eran al menos 18 personas las que fueron privadas ilegalmente de su libertad en distintos puntos de esta zona.
Hasta el momento, los guardias comunitarios mantienen retenes en entradas y salidas del lugar, de manera paralela realizan labores de rastreo en los cerros para tratar de ubicar a más víctimas y detener a Uriel Wences Salgado La Burra, señalado como responsable del secuestro y vinculado al grupo delictivo La Familia.
El Ejército y la policía federal se han sumado a los operativos de la guardia comunitaria de los pueblos de la zona minera de Cocula.
Por su parte, 11 de las 12 personas rescatadas fueron trasladadas, bajo resguardo militar, a la ciudad de Iguala para rendir su declaración ante el Ministerio Público del fuero común.
Mientras que hasta el momento ninguna autoridad gubernamental ha emitido una postura sobre el conflicto que se vive en esta franja del municipio de Cocula donde los pobladores mantienen suspendidas las operaciones de la minera canadiense para exigir seguridad.
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