En entrevista, la cantante alemana que lo mismo se
expresa en su idioma natal como en francés, inglés y hasta en yidddish, ahora se
arriesga a cantar en español para presentarse en México.
Ernesto Márquez
Publicado: 07/05/2013 22:14
Publicado: 07/05/2013 22:14
Estamos viviendo un progreso inhumano, obsesionado con el poder. No podemos hacer nada en un mundo de privilegios para unos cuantos, nos dice Ute Lemper referiéndose a la crisis europea, en charla previa al concierto que brindó en Puebla el sábado 4 en el marco del Festival Internacional 5 de mayo.
La situación económica es complicada, el concepto de la Europa unida con diferentes culturas e ideologías es muy problemático. Es una idea buena, pero la realidad es complicada y ahora veo las consecuencias de la unión europea. Los problemas a nivel mundial son el sistema económico, la política, el dinero, la deshonestidad, la no transparencia, el poder para unos cuantos, fenómenos que se dan en todo el planeta. Los bancos, las petroleras, todo el sistema económico está basado en dinero y poder, y ese síntoma es internacional.
Relajada, sin gota de maquillaje y con la amabilidad que le caracteriza, Ute atiende a un pequeño grupo de periodistas y responde cuando se le pide su punto de vista como alemana:
Me siento incómoda cuando voy a esos países. Hace unos meses estuve en Grecia y me sentí terriblemente culpable, pues responsabilizan a Alemania de su crisis. En ese sentido no es muy grato ser alemana hoy en día
Nacida en Münster en 1963, en el seno de una familia católica, la artista comenta que no le gusta su país,
una nación estricta, muy materialista. Por eso se fue a Estados Unidos a radicar, con sus cuatro hijos, en Nueva York,
un paraíso, ya que es una ciudad “muy liberal, internacional, que tiene un poco de todo: europeo, latino, asiático… es una urbe abierta para los espíritus libres. Una gran inspiración para la música.”
Sin embargo, reconoce que extraña mucho el Viejo Continente, sobre todo su cultura, porque es
intelectualmente más profunda que la de Estados Unidos.
¿Y México?
Desde hace 18 años que vino por primera vez a nuestro país, le impresionó: “Un país con una gran cultura, mucho más sofisticada que la de otras naciones. Y el espíritu de su gente… es muy terrenal, directo, sencillo, natural. No es gente arrogante como en otros países. Es un espíritu sencillo, nada complicado, amoroso y sencillo, lo cual te permite acceder a ellos fácilmente”.
Ute Lemper es una artista completa (canta, actúa, baila, pinta y compone), con una carrera extensa y variada que ha dejado su impronta en el escenario, en el cine y en conciertos; y como artista excepcional en el ámbito de la grabación discográfica. Ha sido elogiada a nivel internacional por sus interpretaciones de las Berlín Cabaret Songs, de la obra de Kurt Weill y de la chanson francesa, así como por sus actuaciones en Broadway, en París y en el West End de Londres.
Amo lo que hago, desliza con esa voz profunda y sensual. “Y hago lo que me gusta hacer, con la música que a mí me gusta… Como crear música nueva, montar espectáculos. Canto con orquesta, de diferentes formaciones instrumentales (sinfónicas, sextetos, cuartetos…) y con un repertorio bastante ecléctico… en todo caso me siento bien, plena”.
Y de su faceta como artista plástica, comenta que no ha tenido mucho tiempo para pintar, sólo para escribir música, proyectar nuevas producciones.
Para pintar debo tener un momento de calma, de introspección, de creación en silencio, en el que no tenga que pensar en nada, no tenga que hablar o cantar, soy yo frente al lienzo, mi imaginación, intuición y mi creatividad.
En una evolución natural de su derrotero artístico Ute Lemper dirige su interés a Latinoamérica. En principio el tango, luego, la obra poética de Pablo Neruda. Trabajos que contrastan con los realizados de Nick Cave, Tom Waits o Elvis Costello. Inspirada en Astor Piazzola grabó El último tango; y del poeta chileno Once poemas de amor de Pablo Neruda.
“Son proyectos muy pensados, no se trata de inventar o sólo de cantar, lo que en un momento determinado me apetezca, sino de abordar obras que me estimulen y que encajen en un momento histórico y, unidas o por separado, transmitan un mensaje, una emoción.
“Horacio Ferrer o Piazzola escriben historias que llegan al corazón. De Pablo Neruda, simplemente, me cautivó la sencillez y ritmo de su poesía. Sencillez que transmite el espíritu de su vida (…) Ellos fueron una revelación para mí y simplemente me capturaron el corazón”, señala.
Lemper, una cantante formidable, que lo mismo se expresa en alemán, francés, inglés y hasta en yiddish, se arriesga ahora a cantar en español.
Estoy luchando con su expresión y fonética. Espero que me comprendan y me perdonen el atrevimiento, nos dice con su característico buen humor.
Once poemas de amor de Pablo Neruda, su más reciente producción discográfica, y El último tango, serán eje del concierto que la admirada artista dará en el Auditorio Nacional, en octubre.
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