El gobierno, obligado a indagar asesinatos de 60 informadores, dicen
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 8 de agosto de 2010, p. 10
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 8 de agosto de 2010, p. 10
Cientos de periodistas mexicanos exigieron al gobierno federal que cumpla con su deber de garantizar condiciones de seguridad para el trabajo de los comunicadores, que se investiguen los asesinatos de más de 60 informadores y la desaparición de 12, todos ellos casos que permanecen impunes.
“Estamos convencidos de la urgente necesidad de exigir públicamente el cese de todos los actos de violencia, intimidación y acoso en contra de los reporteros del país”, se advirtió en el comunicado emitido por los organizadores, de diversos medios de comunicación.
Con la consigna de “¡Ni uno más!”, los periodistas se reunieron al mediodía de este sábado en el Ángel de la Independencia, en donde en un hecho sin precedentes se nombró –sólo con el apoyo de un megáfono– a cada uno de quienes han sido asesinados y de aquellos desaparecidos, es decir, reporteros que fueron levantados por grupos vinculados a la delincuencia organizada.
Muchos de ellos, asesinados y privados de su libertad, pertenecieron a medios de comunicación locales y regionales en donde, afirmaron algunos de sus compañeros que se trasladaron a la capital del país para asistir a esta protesta, “las condiciones de seguridad para los periodistas son pésimas y las investigaciones permanecen archivadas, en el olvido”.
La convocatoria para esta protesta surgió de manera espontánea en las redes sociales y en unos cuantos días, alentados con el lema “Porque los queremos vivos”, se logró difundir la información acerca de la necesidad de “hacer algo” para exigir seguridad en el derecho a informar.
Con el único límite de evitar protagonistas o “dirigentes”, se pidió que la marcha hacia la Secretaría de Gobernación fuera en silencio.
“Esta es una expresión física de cómo deben estar perfectamente unidos, retroalimentándose periodistas y sociedad. Aquí hay mucha gente, de muchos grupos, de muchos medios, dejando a un lado ideologías o posturas políticas”, señaló uno de los asistentes a la marcha, con varias décadas de trayectoria en el oficio.
Otro comentó que “la marcha tal vez sirva de poco –aun cuando se hicieron presentes los trabajadores de los medios, no los medios en sí. Sin embargo, es importante salir a la calle para denunciar que la situación en la que trabajan los reporteros es grave, en un país en el que el nivel de impunidad es tal que se desconoce el estado de las averiguaciones previas de los asesinatos y secuestros de periodistas, ¡si es que las hay!”, expresó.
Periodistas de distintos medios de comunicación durante la marcha silenciosa, en la cual mostraron los retratos de los informadores asesinadosFoto Francisco Olvera
En el contingente sólo se exhibieron algunas mantas, la imagen de periodistas asesinados y cartulinas con diversas consignas: “No queremos ser la nota”, “Le tengo rabia al silencio”, “Por tu derecho a saber y mi derecho a informar. No más agresiones contra periodistas”.
Y así, (casi) en silencio, varios cientos de reporteros, camarógrafos, fotógrafos, redactores y editores avanzaron por Paseo de la Reforma, aunque, en corto, los comentarios eran precisamente en torno a la utilidad de la protesta.
“Muchos prefirieron no venir porque consideran que con esto se corre el riesgo de 'hacerle el caldo gordo' a los intereses de algunos directivos de medios de comunicación que no protegen a sus reporteros, ni con buenos salarios ni con medidas de protección, y sólo lamentan su propios casos. Otros no vinieron porque creen que aunque haya buena voluntad en el gremio para tratar de detener los ataques a los periodistas, la manifestación será usada por el gobierno para justificar su guerra contra el narcotráfico”, comentaban algunos.
Al llegar a Gobernación, colocaron una manta para exigir el cese de la violencia contra el gremio. “Porque los queremos vivos... Los buscamos: 12 periodistas siguen desaparecidos y 64 asesinatos no han sido resueltos”.
Funcionarios de la dependencia enviaron mensajes para informar que estaban dispuestos a recibir a una comisión de reporteros; sin embargo, los organizadores dejaron en claro que el acto era “silencioso y pacífico”, y que la finalidad no era gestionar casos sino exigir a las autoridades que cumplan con su trabajo de investigar las agresiones que cada año se multiplican y siguen en la impunidad.
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