miércoles, 10 de diciembre de 2008

Manda el narco en la otra frontera

Instalado desde los años 90 en Guatemala bajo el liderazgo de "El Chapo" Guzmán, el Cártel de Sinaloa y sus aliados guatemaltecos están recibiendo en ese país virulentos ataques de sus rivales Los Zetas
Posted: 2008 Dec 07 - 08:33

Por Isaín Mandujano

COMITÁN, CHIS.- La guerra de los cárteles mexicanos del narcotráfico para controlar territorios y el trasiego de drogas no sólo ha rebasado ya las fronteras del país para instalarse en Centroamérica, sino que en Guatemala, donde se acaba de producir una matanza de 20 personas, los narcos ya dominan una vasta región y, de acuerdo con el gobierno guatemalteco, "van por todo".

Como ocurrió con la ejecución del Z-14 al sur de Veracruz, y con el capo guatemalteco Juan José León, El Juancho, el 30 de noviembre un nutrido grupo de sicarios --se calcula que unos 20-- irrumpieron en la zona donde se realizaban carreras de caballos pura sangre, en las inmediaciones de la comunidad Agua Zarca, para matar a sus rivales.

Los sicarios mexicanos y sus aliados guatemaltecos buscaban a un prominente "jefe" de la región, pero al detectarlos, los guardaespaldas y vigilantes de la plaza, a bordo de unidades todo terreno y motocicletas interceptaron sus vehículos y comenzó el enfrentamiento.

"Estuvo cabrón", dice a Proceso un testigo de la balacera.

Con los primeros balazos se puso fin a la algarabía de los apostadores de diversas partes de Chiapas y de Guatemala que habían llegado a la cita de ese domingo: eran entre 700 y mil personas, muchos provenientes de ranchos del centro de Chiapas y otros de diversos puntos de Guatemala. Eran cinco cuartetas y una tercia las que correrían, 23 caballos en total.

SÁLVESE QUIEN PUEDA

Aunque los hombres ligados al narco fácilmente se confundían en la multitud, al desatarse aquella batalla que duró seis horas fueron los primeros en correr hacia sus vehículos o en internarse a pie en el monte.

Un ganadero chiapaneco inclusive abandonó en el lugar su camioneta, su remolque, sus caballos, y en una ranchería que se "le atravesó" pidió a un guatemalteco ayudarlo a salir de la zona. Le pagó alrededor de 30 mil pesos para que lo condujera a territorio mexicano.

Muchos de los que no pudieron huir se refugiaron en los carriles, hacinados para protegerse de las balas: "si no llegaron hasta ese gentío fue porque los guaruras del capo al que protegieron fueron a interceptar en el camino a los sicarios mexicanos", dice el testigo al reportero.

Explica que antes de que los intrusos arribaran a la pista La Fronteriza, los sicarios guatemaltecos ya los estaban esperando pues previamente habían baleado una lujosa mansión de Agua Zarca, rodeada por decenas de casas humildes.

Agua Zarca se ubica en un punto estratégico donde es fácil burlar la vigilancia policiaca y militar, ya que para llegar allí no es necesario pasar por el cruce formal de La Mesilla, donde se encuentran apostados los agentes fiscales, aduanales, migratorios, policiacos y militares.

CAMINOS SECRETOS

Para acceder a Agua Zarca por territorio mexicano existen al menos cinco caminos y varias veredas donde, de día y de noche, se ven desfilar camionetas lujosas con cristales polarizados.

"Cuando fuimos a Agua Zarca, llegamos por El Jocote y salimos pasada la media noche, escoltados por el Ejército guatemalteco, por Chamic", precisa el entrevistado.

Tras las balacera, que terminó ya entrada la noche del domingo, la policía guatemalteca encontró en el lugar los cadáveres de Mariano Fernando Castillo Ovalle, de 48 años; su hijo, José Mariano Castillo Muñoz, de 16; Fredy Valentín Castillo Herrera, de 35; Walfred Castillo Samayoa, de 28; Johny Castillo Montejo, de 37; Osmar Castillo Samayoa, Gabino López Méndez (de 30), Carlos Evangelino, Rigoberto Figueroa Hernández (de 47), Gregorio Esteban Alvarado Chávez Omar, Arby Mauricio De León, Gilberto López Méndez, José Antonio García Camposeco y siete cuerpos más que no fueron identificados.

Entre los muertos estaba un gavillero ya conocido por la policía, Freddy Valentín Castillo, quien tenía nueve órdenes de captura por diferentes delitos, entre ellos almacenamiento y distribución de droga, cohecho y lesiones, entre otros.

ABANDONADO A SU SUERTE

Malherido, entre los matorrales fue encontrado Víctor Hugo Morales, alias El Amarillo, quien dijo tener 25 años y ser originario de Xalapa, Veracruz. Las heridas en las piernas y un antebrazo no le permitieron escapar y fue abandonado por sus compañeros. Durante varias horas estuvo tirado hasta que lo hallaron. También fue detenido el guatemalteco Juan Vázquez Velázquez.

Tres días después de aquella refriega fueron capturados cuatro mexicanos en una casa de seguridad de La Mesilla, pequeña localidad de la línea fronteriza de México con Guatemala: Enrique Jaramillo Aguilar, de 33 años; Carlos Alberto Jaramillo Aguilar, de 27; Blas Hernández Ayala, de 28, todos ellos originarios de Michoacán, y Alejandro Morales González, de 28, procedente de Chiapas.

"Los Locos", como llaman a Los Zetas en esa región de Guatemala, llevaron la peor parte.

El suceso sangriento de Agua Zarca evidenció lo que todo mundo comentaba en voz baja en la zona sur de México y norte y occidente de Guatemala: allí el narco manda. Hizo, incluso, que el presidente Alvaro Colom reconociera esa realidad.

El 2 de diciembre, el presidente Colom apareció públicamente y, tras dar cuenta de la gravedad de los hechos, aceptó que sobre esa región las autoridades no tienen control: "Esos quieren todo, pero donde están fuertes es en el norte de Alta Verapaz, en Ixcán, en Sayaxché y parece que en Izabal".

El mandatario confirmó que los responsables de la violencia desatada son los integrantes del Cártel del Golfo, quienes ya tienen todo ese territorio en su poder.

EL CHAPO YA ESTABA AHÍ

Aunque el Cártel del Golfo y su brazo armado Los Zetas se han fortalecido del lado mexicano, donde antes se conformaban con esperar la droga para "tumbarla" o cobrar "el derecho de piso", ahora se empeñan en ir personalmente por ella y en adueñarse de la plaza.

Al respecto, la jefa de la Fiscalía de Narcoactividad en la Región de Occidente de Guatemala, Brenda Dery Muñoz, señala que en toda la frontera de ese país hay indicios de la presencia de narcotraficantes mexicanos.

Pero, precisa, Los Zetas son nuevos en la región, y se distinguen por ser más violentos. Si bien, continúa, desde hace tiempo ya estaba en el área el cártel de Sinaloa, éste había podido llegar a acuerdos y alianzas con grupos locales, pero ahora Los Zetas buscan someter a dichos caciques eliminándolos del mapa.

Considera que la lucha contra el narco que se verifica en México está replegando cada vez más a los cárteles en la zona fronteriza entre México y Guatemala, y por eso, indica, la policía antinarcóticos tiene como línea de investigación el hecho de que Los Zetas pretenden apoderarse de la región, desplazando a los grupos locales.

ARREBATAN TERRITORIO

"Es evidente que Los Zetas no vienen precisamente a hacer alianzas, sino a eliminar a ciertos personajes y apoderarse de la zona. Toda la infraestructura criminal que dejan a su paso lo revela, pues a veces abandonan camionetas de lujo "muchas de ellas blindadas" y armamento muy sofisticado, que supera el que maneja la policía guatemalteca", agrega Muñoz.

En la región lejana del centro de Guatemala se había establecido, desde hace tiempo, el cártel de Sinaloa. De hecho, la última vez que se detuvo a Joaquín El Chapo Guzmán fue el 9 de junio de 1993, del lado guatemalteco.

Después de su fuga del Penal de Puente Grande, en Guatemala corrió el rumor de que su guarida la instaló en el Departamento de El Petén, en diversos ranchos del norte del país, donde ahora Los Zetas le desestabilizan el negocio y pretenden arrebatarle el territorio.

RECLUTAN EX KAIBILES

El 1 de abril pasado, el diario Prensa Libre publicó un informe de inteligencia del gobierno guatemalteco que destaca: "El primer cártel que penetró en Guatemala, desde hace ya varios años, fue el de Sinaloa, dirigido por El Chapo Guzmán, y tuvo como fiel aliado en el país a Otto Herrera, detenido por narcotráfico en Estados Unidos, a quien, se presume, sustituyó su hermano Guillermo Herrera".

Añade que "el Cártel del Golfo, dirigido por Osiel Cárdenas, también se ha esforzado en incursionar en territorio nacional, pero para ello debe restarle alianzas al de Sinaloa".

La primera manifestación del choque de ambos cárteles más allá del territorio mexicano fue la emboscada que organizaron, en las afueras de la capital, contra los hermanos José y Hermilio Javier Quezada García, originarios de Nayarit, presuntamente vinculados al Cártel de Sinaloa.

Aparentemente, continúa el informe, la técnica que utilizó el Cártel del Golfo para afianzar su posición y ganarle algo de espacio al de Sinaloa fue el reclutamiento de ex kaibiles guatemaltecos por parte de Los Zetas.

LAS PISTAS DE CHIAPAS

Mientras tanto, en la región de la frontera sur de México han sido desmanteladas decenas de pistas de aterrizaje clandestinas.

En diversas comunidades rurales marginadas de Frontera Comalapa, Las Margaritas, La Trinitaria, Ocosingo, Maravilla Tenejapa, Marqués de Comillas y Benemérito de Las Américas, el Ejército Mexicano ha acudido a destruir las pistas donde expertos en avionetas Cessna no necesitan mucho espacio para aterrizar.

Pero tan pronto destruyen una pista, una nueva se construye en otro lugar, y por eso en cuanto cae la noche el zumbido de las aeronaves suele romper el silencio nocturno.

El 30 de mayo del 2007, una avioneta Cessna que despegó de esta región de la frontera sur aterrizó en Nicaragua para cargar 384 paquetes de cocaína, pero fue interceptada por la policía de ese país. Se detuvo a tres mexicanos, entre ellos el piloto José Angel Villanavidal.

En enero pasado, en una comunidad del municipio de Las Margaritas, el Ejército Mexicano localizó dos aeronaves, una Cessna y un Air King; la primera había sido incendiada por los narcos y la segunda tenía reporte de robo en Honduras.

MUCHA VIOLENCIA

El narco ha tenido mucha actividad desde Palenque y Comitán hasta la región de Marqués de Comillas, punto de convergencia geográfica de la Carretera Fronteriza del Sur que ordenó construir en 1995 el presidente Salinas y que fue inaugurada en el 2000 por su sucesor.

En Comitán, por ejemplo, en agosto pasado se desmanteló una célula de sicarios que dijeron ser de Sinaloa, pero en verdad tenían el perfil de sicarios del Cártel del Golfo.

Autores de una serie de levantones, secuestros y narcoejecuciones, los integrantes de este grupo controlaban el tráfico de drogas, indocumentados, armas y otras actividades ilícitas.

Cuando se puso fin a sus actividades en un rancho de Comitán, les fue decomisado un arsenal de grandes dimensiones y se reveló cómo detuvieron, torturaron, ejecutaron e incineraron a dos ingenieros de la Secretaría de Infraestructura, a quienes confundieron con miembros de un grupo rival que opera también en la zona.

LA FRONTERA VIRTUAL

A diferencia de la frontera norte del país, en la línea de más de 572 kilómetros que divide a México de Guatemala no hay muro de concreto o malla entre ambas naciones, sino una frágil delimitación que consiste "cuando no la marcan el Usumacinta o el Suchiate" en 107 monumentos principales y otros mil 285 intermedios, para hacer un total de mil 392 estructuras de concreto.

La frontera presenta ocho cruces formales para personas, vehículos particulares y transportes de carga, pero se sabe que existe un sinnúmero de sitios de cruce informales de personas y productos denominados "puntos ciegos" o "pasos ciegos", conectados por cientos de caminos y veredas que atraviesan cerros y terrenos sinuosos.

Tras el alzamiento zapatista en Chiapas, el 19 de junio de 2000 el presidente Zedillo inauguró la Carretera Fronteriza del Sur, originalmente construida como una estrategia militar contrainsurgente para rodear toda la Selva Lacandona, guarida del EZLN y del subcomandante Marcos.

Sin embargo, la Carretera Fronteriza del Sur, que atraviesa sitios donde se asientan 175 mil habitantes de 150 localidades "ubicadas en los municipios de Palenque, La Trinitaria, Independencia, Las Margaritas y Ocosingo", más que llevar el desarrollo a los pueblos y comunidades rurales chiapanecos, sirvió para avivar el tráfico de indocumentados, de armas y de drogas en la región.

Y es que, si bien apenas construida fue saturada de retenes militares en cada tramo, el EZLN demandó el retiro de retenes y campamentos de las fuerzas armadas, y fue así como la Carretera Fronteriza del Sur quedó prácticamente libre para la realización de actividades ilícitas. (APRO)

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