martes, 13 de octubre de 2020

Pide el Presidente insistir a Austria para que ceda el penacho de Moctezuma


Es una misión casi imposible; se lo han apropiado, dice

 
Periódico La Jornada
Martes 13 de octubre de 2020, p. 5

Al continuar sus encuentros con líderes europeos a fin de obtener piezas históricas para exponer en México durante el bicentenario de la consumación de la Independencia, Beatriz Gutiérrez Müller –esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador– se reunió con el mandatario de Austria, Alexander van der Bellen, para gestionar una nueva petición. Le recomendé que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, porque se lo han apropiado por completo, escribió el jefe del Ejecutivo en redes sociales.

Admitió las complicaciones para conseguirlo, dado que se llegó “al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron el llamado ‘segundo imperio’”. El encuentro se dio dos días después de que Gutiérrez Müller entregara al papa Francisco la carta en la que López Obrador refrendó su petición para que se ofrezcan disculpas a los pueblos originarios por los excesos cometidos durante la Conquista.

La Secretaría de Relaciones Exteriores precisó que la reunión en Austria forma parte de las acciones para impulsar la cooperación cultural en Europa, así como preservar y difundir la memoria histórica de México en aquel continente.

Disputa histórica

Motivo de un largo litigio entre México y Austria, el penacho de Moctezuma es una pieza de arte mexica que data del siglo XVI. Su elaboración se hizo con plumas de cuatro especies de aves de la región, complementada con mil 500 lamimillas de oro.

Las referencias históricas dan cuenta de que esta pieza fue entregada por Moctezuma a Hernán Cortés como parte de sus obsequios previos a la caída del imperio azteca. Después de algunos avatares pasó a manos del archiduque Fernando II de Tirol, de Austria, en el siglo XVI. Con 500 años de existencia, el penacho se encuentra actualmente en el Museo Etnológico de Viena.

En el pasado reciente, los empeños oficiales de México se han estrellado con la negativa sistemática de Austria: en 1991, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari hizo una infructuosa petición. En 2011 Felipe Calderón realizó un nuevo intento para conseguir su retorno, ofreciendo incluso la carroza de Maximiliano de Habsburgo como parte de un trueque de piezas históricas.

En enero de 2010 se acordó la integración de una comisión de especialistas austriacos y mexicanos para analizar la pieza, que entonces se encontraba almacenada para su restauración con fines de volverla a exponer, tarea que implicó casi dos años, al cabo de los cuales se reconoció que era muy frágil, pero se avaló mostrarla al público.

Como saldo de la visita de Gutiérrez Müller –presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México–, a Van der Bellen la cancillería informó que se suscribió una carta de intención con la Biblioteca Nacional de Austria para ampliar el acceso público digital al patrimonio histórico y sumarla al repositorio cultural de Memórica.

Antes de que trascendiera el tema, López Obrador abordó la polémica del retiro de la estatua de Colón en la capital: el 12 de octubre en España seguramente se conmemora, pero aquí no. Es importante que se conozca lo que sucedió y lo que significó este encuentro, descubrimiento o invención de América.

Recordó que su propuesta de que España ofrezca disculpa a los pueblos originarios para lograr la reconciliación se malinterpretó. Ojalá se vuelva a analizar, para que el año próximo estas ceremonias se lleven a cabo con disculpas a los pueblos originarios, para que no se vuelvan a cometer atrocidades como el saqueo.

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