El mandatario debería hacer, ya que se dice católico, un“examen de conciencia”, dijo. "Es una pena que tengamos este tipo de católicos”, señaló.
Carolina Gómez, Arturo Cano, enviados, y Carlos García, corresponsal
Publicado: 23/03/2012 13:05
León, Gto. A la espera de Benedicto XVI, Raúl Vera, obispo de Saltillo, dijo que el presidente Felipe Calderón llegará al encuentro “con una cola de 60 mil muertos” y que el mandatario debería hacer, ya que se dice católico, un“examen de conciencia”: “A mí me da vergüenza que tengamos al frente de México a una persona que se confiesa públicamente católica y que está llevando una estrategia con ausencia de procuración de justicia, con el Ejército en las calles, con las denuncias que tiene de violaciones a derechos humanos, con el crecimiento terrible de la corrupción. Es una pena que tengamos este tipo de católicos”.
Vera sostuvo que el pontífice está bien enterado de la situación del país y sabe que arriba a un territorio en el que prevalece la violencia del crimen organizado: “El santo padre no viene a ciegas”.
El obispo de Saltillo añadió que lamentablemente el máximo jerarca de la Iglesia católica llega a una nación en donde “hay un ambiente de fracturación, de desorganización social, de ausencia de protección a los ciudadanos; un ambiente de empobrecimiento creciente, de abandono para la juventud. Llega a un ambiente de violencia generalizada, porque violencia no sólo son los muertos, son los desaparecidos, los secuestrados y los desplazados”.
Cerca del lugar donde Vera habla a la prensa, centenares de jóvenes hacen valla y expresan su júbilo por la visita, pero detrás de ellos no hay nadie.
Frente al hotel donde se instaló la sala de prensa y donde pernoctan muchos jerarcas, una manta dice: “Papa, reza por que se acabe la violencia y regrese la paz”.
El pueblo aún no se desborda
A escasas horas de que llegue a México el papa Benedicto XVI, en las calles de esta ciudad, aún no hay presencia masiva de feligreses. Sólo hay grupos de jóvenes reclutados para formar las vallas humanas a lo largo del trayecto de 35 kilómetros que recorrerá el papamóvil, del aeropuerto internacional de Guanajuato al Colegio Miraflores.
En un recorrido que realizó La Jornada, constató que por la mañana en las zonas de acampada gratuitas y de cuota no había personas instaladas. En tanto, las instalaciones del Colegio Miraflores fueron cercadas por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y desde ayer el hotel sede del centro de prensa internacional estaba siendo fuertemente custodiado por el Ejército.
Al mediodía, en el Parque Metropolitano se instalaron dos casas de campaña con tres personas.
Fuentes de la Secretaría de Marina (Semar) informaron en el Distrito Federal que elementos de esta institución realizarán sobrevuelos con dos helicópteros BlackHawk y Panther. Las fuentes añadieron que cadetes de la escuela naval participarán en tareas de vigilancia.
Desde ayer comenzaron a llegar los obispos de todo el país y el continente. Algunos expresaron su alegría por la llegada del papa a México y señalaron que “sí hay expectativa” e interés de la feligresía ante su arribo.
Según datos del INEGI, la “tendencia histórica que identifica a la región centro del país, sobre todo los estados que conforman el Bajío, son los altos porcentajes de población católica”. Y Guanajuato está a la cabeza, pues casi 94 por ciento de su población profesa esa fe.
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