Livio Ávila/Enviado
14-Agosto-2011
Presenta el actor saltillense Alfredo Huereca la obra de su productora neoyorquina World View Productions con gran éxito en el Auditorio San Pedro en Nuevo León; VANGUARDIA ofrece detalles de esta crítica, vigente, al Gobierno
MONTERREY.- Hacer una guerra en pos de la paz nacional no es algo nuevo. “Violencia mata violencia”, dijo el presidente Victoriano Huerta el viernes en el Auditorio San Pedro de Monterrey, dentro del Festival de Teatro de Nuevo León, interpretado por el actor saltillense Alfredo Huereca: tomó las riendas de un mandatario que derrocó a Francisco I. Madero en plena Revolución, con deseos bélicos, represivos, corruptos y también bajo instintos sexuales escondidos.
Con un premio bajo el brazo por este expresivo papel —el galardón a Mejor Actor que le entregará la Organización Hispánica de Actores Latinos en la Gran Manzana el próximo octubre—, el actor se llevó las palmas del público regio por dar vida a “Cayendo con Victoriano” del veracruzano Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio.
Desde Nueva York Huereca viajó con su compañía teatral World View Productions para presentar la historia del ascenso y la caída de Victoriano Huerta, quien gobernó al país de 1913 a 1914. Fue a las 21:00 horas cuando se abrió el telón y apareció un video con imágenes de Francisco I. Madero y de fondo un tradicional corrido cantaba el asesinato de este coahuilense.
Enseguida surgió entre sombras Edith O’Shaugnessy, la esposa del diplomático Nelson O’Shaugnessy (actuado por Bill Blechingberg muy estereotipado como gringo), hombre que estuvo cerca de Huerta como no lo estuvo nadie. “Yo vi caer a Victoriano Huerta”, dijo la actriz Ana Verónica Muñoz entallada en un vestido de época, con acento agringado. Su personaje fungió como un valioso apoyo narrativo para guiar al público en ese destino que el nuevo Presidente, con espíritu más bien de dictador, se iba creando.
La obra dirigida por el regiomontano Luis Martín se basa en las memorias que escribió la señora O’Shaugnessy, y muestra de forma íntima, con tintes cómicos, las relaciones de Victoriano Huerta con Estados Unidos y con el poeta Salvador Díaz Mirón (interpretado por un expresivo Raoul Bretón), director de El Imparcial, medio que apoyó al Gobierno de Huerta. Y, detrás de todo, una triste relación con el México que se le confió.
Un reflejo de lo actual
“Cayendo con Victoriano” mostró episodios en pocos escenarios: la oficina presidencial, la del poeta Díaz Mirón y un tocador de la señora O’Shaugnessy. La guerra estaba en pie. Venustiano Carranza seguía siendo una amenaza en Coahuila y Francisco Villa daba lata en el norte, luego, Zapata por el sur.
Y detrás de todo, había desapariciones de diputados al por mayor, un desvío de fondos mensual y una justicia a mano armada: todo de parte del Gobierno, de Huerta. ¿Un viejo chiste? “Sufragio efectivo, no reelección”, dijo en su papel Huereca: iracundo, sereno y despreocupado por su país.
El público no dejó de reír ante lo risible: “Vicky” o “Chava” eran Victoriano y Salvador; los mexicanos se levantaban contra los estadounidenses y, extrañamente, gritaban apoyo a los japoneses (“sus muy mexicanas razones tendrían”).
Episodios fundamentales de la historia son narrados de forma ágil en este montaje donde se sugiere la homosexualidad entre el Presidente y Nelson O’Shaugnessy, así como una violencia desmedida: Huerta tiene en su escritorio una lengua dentro de un frasco.
Y es que, dice Victoriano, no pasarán 100 años para que alguien llegue y promueva actos de mayor violencia en los que los mexicanos sólo se quedarán en la mera indiferencia. ¿Es raro escuchar “2 de octubre no se olvida” en esta época, como gritaron al presidente Huerta en esta historia?
Repentinamente, todo parece tan reciente a pesar de que se pronuncie 1914, 1968 o 2011. Por eso a un personaje se le viene a la mente “un hombre chaparrito con lentes y vestido de soldado”.
La obra fue dirigida por Luis Martín, quien asistió a ver en vivo a los actores que coordinó a pesar de la distancia, pues los primeros ensayos los realizó por Internet desde Monterrey hasta Nueva York. La obra duró 80 minutos y logró una larga ovación del público que acudió al penúltimo día del festival.
‘CON MUCHA RESPONSABILIDAD’
Alfredo Huereca, actor
Antes de entrar a escena, el actor compartió unas palabras a VANGUARDIA: “Estoy extremadamente feliz, contento, con mucha responsabilidad, porque en Monterrey fue donde empecé a hacer teatro profesional, entonces es la primera vez que estoy haciendo teatro después de que me fui de México, estuve aquí en el 91 cuando decidí irme a los Estados Unidos para hacer teatro allá. Ya son 20 años. Siento una gran responsabilidad pero un gran orgullo que si es la primera vez que regreso a México a hacer teatro es precisamente aquí”.
Sobre el premio al Mejor Actor que se le entregará en un homenaje señala: “Este es un premio que refleja el trabajo de todos”. Seguirá con el dedo en el renglón: “Si todo va bien, esta misma puesta en escena
llevarla a otros lugares, otros festivales”.
‘EL VILLANO MÁS GRANDE DE MÉXICO’
Luis Martín, director
El director regiomontano Luis Martín habló con VANGUARDIA sobre su trabajo en la obra, la que dirigió en un inicio por medio de Internet, en Skype: “Sí se puede trabajar con tecnología ciber, sí se puede trabajar a distancia, sí se puede crear”, señaló. De la obra, halaga al dramaturgo: “Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio es uno de los autores contemporáneos de México más importantes, de los comprometidos, de los que no tienen cortapisas, les dicen las cosas por su nombre, porque seguimos muy mal, porque hay mucha injusticia social, hay mucha pobreza, hay mucha corrupción y el teatro tiene la obligación de decir eso porque si no, no vamos a ser nunca mejores, porque si no vamos a estar hundidos en la mierda”.
Y sobre el contenido de la historia, dice que es una satisfacción por la denuncia: “Huerta es un chacal, es el villano más grande de la historia de México. Entonces, si se empieza a dar la figura del dictador, la figura del corrupto, hay que ejemplificar y ver qué fue lo que pasó y qué nos ha seguido pasando para que sigamos mejor”.
‘Cayendo con Victoriano’
Narra, a partir de las vivencias de Edith O’Shaughnessy, esposa de un diplomático estadounidense, la época de Victoriano Huerta y su relación con Estados Unidos.
Dirección: Luis Martín Garza (Monterrey).
Guión: Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (Veracruz).
Fue presentada en el Roy Arias Theatre Center de Nueva York.
Se presentó este viernes en el Auditorio San Pedro como parte del Festival de Teatro Nuevo León.
REPARTO
Alfredo Huereca: Victoriano Huerta
Raoul Bretón: Salvador Díaz Mirón
Bill Blechingberg: Nelson O’Shaugnessy
Ana Verónica Muñoz: Edith O’Shaugnessy
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