La Jornada
29-Agosto-2011
Suman 189 personas desde 2009; nulos resultados de autoridades locales y federales
Torreón, Coah. Cansados de hablar con alcaldes, gobernadores y secretarios de Estado, miembros de la asociación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) leyeron este domingo una carta abierta dirigida "a los sin rostro", como llamaron a quienes han levantado personas en la entidad, para suplicarles que les permitan regresar a sus hogares.
Los activistas, quienes llevaban cubrebocas y carteles con la pregunta "¿dónde están?", se reunieron en la iglesia de San Judas Tadeo, en esta ciudad, para pedir que liberen a sus parientes y amigos.
En el Día Internacional del Desaparecido, la Fuundec sostuvo que de 2009 a la fecha ha habido 185 víctimas de desapariciones forzadas en Coahuila.
En la misa de las 11 horas, reunidos en torno al altar, mujeres y hombres se dirigieron a los feligreses. Un varón dijo que sus familiares desaparecieron dejando hijos y esposas desamparados, así como padres sumidos en el dolor y la tristeza. Indicó que contionúa en la búsqueda por medios propios, ante la incapacidad de las autoridades.
Recordó la última reunión con el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, el 14 de julio, a la que acudieron 400 familiares de desaparecidos en el estado. "Hemos acudido con las autoridades y no nos han hecho caso. Hemos luchado mucho por tratar de encontrarlos vivos y quieren regresarnos cadáveres. Quieren que busquemos en fosas. Los queremos buscar, pero vivos, porque están vivos", aseguró el portavoz.
Una mujer vestida de blanco leyó la misiva dirigida a quienes se llevaron a sus hijos, a lo que llamó "el hermano que no tiene rostro".
“A ti, de corazón a corazón. A ti, ser humano; a ti, padre de familia; a ti, hijo; a ti, hermano; a ti que no tienes rostro: sabemos que tienes corazón y a ese corazón le hablamos. Te suplicamos que nos devuelvas a nuestros hijos porque al llevártelos también nos llevaste a nosotros. Si supieras el dolor que esta situación causa, si supieras que morimos lentamente, si supieras que nos consumimos día a día y que toda nuestra familia sufre, accederías a nuestra súplica.
“Sé consciente de que se han terminado nuestras alegrías; sé consciente de que has dejado hijos sin padres, esposas sin maridos, madres sin hijos. Nos has mutilado la vida. Por favor, devuélvenos a nuestros seres queridos; devuélvenos la vida misma, te lo pedimos con el alma. No somos nadie para juzgarte. Es Dios, el tuyo y el mío, que es el mismo Dios, el que nos perdona por el gran amor que nos tiene. Nosotros le pedimos a Dios en cada instante por ustedes y por nuestros hijos.
"Apelamos a lo más íntimo de tu corazón para que nos regreses a nuestros seres queridos lo antes posible, ya es mucho tiempo y ellos son inocentes. Que Dios te bendiga", finalizó.
Ante reporteros, Claudia recordó que inició la organización con el auspicio del obispo de Saltillo, Raúl Vera López, mientras buscaba a su esposo, el veterinario Isaías Uribe Hernández, desaparecido el 5 de abril de 2009 en compañía de su colega Juan Pablo Alvarado, en la colonia Residencial del Nazas, donde se halló la camioneta de Juan Pablo con siete impactos de bala y rastros de sangre.
La investigación, turnada a la Fiscalía General del Estado (FGE), se giró a la Procuraduría General de la República, que declinó competencia. La delegación Laguna 1 de la FGE informó a Claudia que la camioneta fue atacada por militares y solicitó apoyo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
"Los vecinos nos dijeron que vieron tanquetas y camionetas verdes con soldados, y que cuando terminaron los disparos recogieron los casquillos", dijo.
Claudia acotó que, a partir de informes de vecinos, se dijo a la CNDH que a una de las víctimas fue llevada a rastras a una camioneta; posteriormente la PGR retomó la investigación.
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