Han sido víctimas de emboscadas, plagios o muertos por sus guardias
Miércoles 24 de agosto de 2011
Redacción | El Universal
Amenazados, sin policías confiables, con escasez, regateos o sin claridad en la aplicación de recursos en materia de seguridad pública, o incluso carentes del respaldo de los gobiernos estatales y federal, en tres años un total de 26 presidentes municipales de 13 estados del país han muerto a manos de la delincuencia que aqueja las zonas donde gobernaban.
Víctimas de secuestros, emboscadas o asesinados en sus domicilios, incluso en sus propias oficinas o por los propios policías que los resguardaban, la lista de los alcaldes que han sucumbido ante grupos criminales durante este sexenio comenzó el primero de junio de 2008, cuando se perpetró el homicidio del munícipe de Villa Madero, Michoacán, Juan Marcelo Ibarra Villa, quien fue ultimado por un grupo armado que interceptó el vehículo en el que viajaba con su esposa.
El mayor número de ediles asesinados se registra en Durango y Oaxaca, en cuyas entidades se tiene un conteo de cuatro munícipes abatidos por cada una; le siguen Michoacán y Chihuahua donde han muerto tres ediles en cada estado, de acuerdo con cifras de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm).
En Guerrero, Nuevo León y el Estado de México se reportan dos alcaldes asesinados en cada uno; mientras que en Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Coahuila, Morelos y Zacatecas se tiene registro de un presidente municipal ultimado por cada estado, según el organismo que agrupa a todos los ayuntamientos del país.
El año más “negro” para los alcaldes en este sexenio fue 2010, cuando fueron asesinados un total de 14 jefes de gobiernos municipales de nueve entidades, reportó la Fenamm.
En lo que va de este año suman cinco munícipes víctimas de homicidio en Coahuila, Morelos, Oaxaca, Zacatecas y el último de ellos en el Estado de México, donde fue secuestrado y asesinado hace menos de una semana el alcalde de Zacualpan, José Eduviges Nava Altamirano, cuyo crimen al igual que el de la mayoría de sus homólogos sigue impune.
Cada uno de los homicidios de presidentes municipales han causado conmoción, pero uno de los que más indignó fue el cometido contra el alcalde de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos Leal, a quien sus propios policías secuestraron y asesinaron. Igual en San Luis Potosí, el alcalde de El Naranjo, Alexander López García, fue ultimado por un grupo armado en sus oficinas del palacio municipal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario