De la redacción
Periódico La Jornada
Viernes 26 de agosto de 2011, p. 3
El casino Royale empezó a operar en septiembre de 2007, cuando el alcalde de Monterrey era Adalberto Madero Quiroga, militante panista. De acuerdo con una denuncia hecha en su momento por Ernesto Cerda Serna y Blanca Rocío Carranza, dirigentes del Partido Nueva Alianza en Nuevo León, los dueños del sitio eran primos del ex presidente municipal.
Los inconformes señalaron que el centro de diversión era administrado por Cymsa Corporation, en sociedad con Atracciones y Emociones Vallarta SA de CV, a cuyo consejo de administración pertenecen Rodrigo Madero Covarrubias, José Francisco Madero Dávila y Ramón Agustín Madero Dávila, primos del ex alcalde Adalberto Madero, lo cual calificaron de trafico de influencias.
Según los denunciantes, el gobierno municipal autorizó el funcionamiento del casino sin que éste contará con el permiso que debe otorgar Gobernación.
El actual alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal Bretón, indicó ayer que el 4 de mayo de este año había clausurado el establecimiento porque era ampliado sin el permiso correspondiente. Los dueños del centro de apuestas interpusieron un recurso ante el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo, el cual ordenó retirar los sellos de clausura el 31 del mismo mes.
El gobernador Rodrigo Medina Cruz se refirió ayer a la proliferación de casinos en la entidad y reprochó a Gobernación el desorden con que se manejan esos establecimientos. Llamó a la dependencia a poner orden y a deslindar responsabilidades.
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