lunes, 11 de mayo de 2009

“Me enamoré de la música de Oumou Sangare aun sin saber lo que decía”

Seya, su disco más reciente, aborda los derechos de las mujeres, los migrantes y la alegría

*Los malienses esperaban el álbum de la cantante y se preguntaban: “¿Qué se atreverá a decir ahora?”, comentó Nick Gold, productor de World Circuit, cuando vacacionaba en México


Tania Molina Ramírez

Oumou Sangare vive su buena estrella como una gran responsabilidad. Para ella, su profunda y cálida voz, su privilegiado canto, debe ser el vehículo para compartir con otros malienses su sentir sobre la situación en la que viven las mujeres, sobre las tradiciones, sobre quienes migran.
En la canción Kounadya, incluida en el disco Seya (2009, World Circuit/Discos Corasón), canta: “Tienes que saber cómo usar el regalo de la buena estrella”.

Seya, el álbum más reciente de quien es considerada la reina de la música wassoulou maliense, llega después de varios años fuera de los estudios.

“Esperamos bastante tiempo a que Oumou estuviera preparada para hacer otro disco”, contó Nick Gold, productor de World Circuit, con quien la cantante ha ha trabajado desde hace 20 años. “Siempre hablaba de grabar un disco, y le preguntaba, ¿estás lista?, ¿dónde está el repertorio?, y siempre decía que estaba lista. Pero creo que cuando Oumou dice que está lista, se refiere al concepto de lo que quiere decir. Para ella es fundamental de qué aspectos hablar, porque habla directamente a los malienses y africanos del occidente.”

Temas candentes

En Seya aborda temas candentes de su país y que desde hace dos décadas siente que es su deber tocar, como los matrimonios forzosos (Sounsoumba y Wele wele wintou) y, en general, sobre los derechos de los mujeres. Canta un homenaje a los migrantes (Sukunyali), y también, simplemente, a la alegría (Seya), la esperanza (Djigui) y la sabiduría (Iyo djeli). Los malienses esperaban el nuevo disco preguntándose: “¿Qué se atreverá a decir ahora?”, dijo Gold en entrevista con un reducido número de reporteros, en Tepoztlán, donde estuvo de vacaciones con su familia.

Pero, si bien para Sangare es de vital importancia lo que dice, simplemente escuchar su voz es un bálsamo.

Al platicar con el productor inglés Nick Gold se nota la enorme admiración que siente por la música producida por la disquera que encabeza, lo privilegiado que se considera de poder trabajar con artistas como Oumou Sangare.

Gold recordó que la primera vez que escuchó a Sangare no tenía ni idea de lo que cantaba. Simplemente lo cautivó su voz: “Me enamoré inmediatamente del primer casete que hizo, Moussolou, sin tener idea de lo qué decía”.

Ese mismo disco, en Mali, “causó shock por lo que decía. Hablaba contra la poligamia, sobre el amor sensual femenino. En aquel momento nadie cantaba de esas cosas. Todavía no sé si podemos comprender la conmoción que causó”.

Sin embargo, para Gold simplemente era algo bello que lo conmovía. Para él “la música en sí es gloriosa”.

Al fin y al cabo, “la música tiene que ser buena para que el mensaje pueda ser transmitido”.

En Seya, los arreglos “trajeron un nivel de sofisticación que no está presente en algunos de sus primeros discos”, describió Nick Gold. En esto tuvieron mucho que ver el trabajo del reconocido músico y productor maliense Cheick Tidiane Seck y Sangare, además del inglés.

Cheick Tidiane Seck fue de los invitados al festival Ollin Kan cuya presentación se canceló debido a la contingencia sanitaria.

Grabar en Bamako, paraíso musical de África, implicó que si necesitaban un flautista, no hacía falta más que ir por él. Igual con un guitarrista, un músico de ngoni o de balafón. Cerca de 50 músicos y cantantes participaron en el disco. Entre ellos destaca Benogo Brehima Diakite, en el kamelngoni. Hubo grabación adicional en París y Londres.

A Nick Gold viajó a Bamako, con Jerry Boys, con quien trabaja desde poco antes de Buena Vista Social Club: “Sólo volvimos a grabar cachitos: la percusión porque sonaba muy cerca y pequeña, e hicimos muchos de los coros de nuevo porque éstos son una de los fuerzas del álbum. Las armonías son más interesantes y complejas de lo que normalmente había en discos anteriores.”
Nick Gold le llamó la atención “lo asombrosamente buena música que es Oumou. Creo que no se considera a sí misma una gran música; piensa que necesita un arreglista, una autoridad que le diga que lo que hace está bien. (Cheick Tidiane Seck) era muy bueno para eso. Le daba confianza. Así que muchas de las ideas son suyas y él la ayudó a llevarlas a cabo”.

Con excepción de pequeños fragmentos, Gold cree que lo cantado por Sangare fue grabado a la primera.

“Estoy muy, muy contento con el disco”, concluyó.

Oumou Sangare dice que es su disco “más tradicional y más moderno”, contó Gold. Por ejemplo, Donso: “la raíz de esta canción es de lo más tradicional; es música de cazadores de Wassoulou, pero normalmente, hasta hace unos 30 años, no hubiera sido cantada por una mujer, e incluye dos kamelngoni. Antes, nunca los hubiera incluido. Estas pequeñas cosas son muy modernas. Pero el modo en que la canta es tradicional wassoulou”.

Nobleza

Oumou Sangare nació y creció en Bamako. Su madre fue abandonada por su padre cuando Oumou tenía dos años de edad y vio cómo ella se esforzaba por mantener a la familia con su trabajo de cantante en fiestas. De ahí que el camino natural para la pequeña Oumou, con su privilegiada voz, fue también ayudar a la familia cantando en fiestas, ambiente que, dicen, le gustaba mucho.

Hoy, Oumou vive en Bamako, cuando no está de gira. Tiene un hotel, donde canta cuando está en Malí, donde es inmensamente popular. También importa coches de China. La historia la contó Nick Gold: “en París, mientras le arreglaban el cabello, leía un artículo sobre coches, el cual decía que los chinos hacen una copia barata del Toyota Land Cruiser, que es muy popular en Malí porque se puede viajar en el desierto. Unas semanas después fue al país asiático con un traductor para conocer a la gente que hace esos automóviles. Ellos dijeron ‘¡no lo podemos creer!’, ¡y sacaron un cedé pirata de ella que tenían ahí! Son increíbles las cosas que le pasan. Cambiaron el nombre del coche a Oum Sang. Ahora tiene la importadora”.

El músico maliense Ali Farka Toure le dio aquel primer casete de Sangare a Gold y le dijo: “Nick, esto es música”. Y Gold no pudo dejar de escucharla.
También contó la historia de un holandés que hace muchos años se enamoró tanto de su música que hizo todo hasta conseguir que fuera a Europa. “Inspira a la gente”, dijo Gold. Su música y ella: “Es muy impresionante, sabes que estás ante la presencia de alguien muy, muy especial. Para mí era bastante apabullante, es muy alta, hermosa y tiene una asombrosa confianza en sí misma; está contenta consigo misma”.

En Koroko describe a “los artistas que crean el ambiente, la gente que crea la atmósfera y pone a la villa en movimiento”. Ella es una de éstos.

Oumou Sangare tiene planeado venir a México en 2010, probablemente en abril.

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