*“No es una cinta política, sino un drama en tres actos”, señaló el cineasta estadunidense
El actor James Cronwell representa a Bush padre en la cinta de Oliver Stone
El actor James Cronwell representa a Bush padre en la cinta de Oliver Stone
Juan José Olivares
El cineasta estadunidense Oliver Stone insiste en que el orbe no olvide a una de las figuras más odiadas de la historia mundial: George W. Bush.
Este viernes, con 60 copias, llega a las recién reabiertas salas de México su último largometraje de ficción, Hijo de… Bush, que describe al ex presidente de Estados Unidos como ex alcohólico y fracasado, hasta los 40 años, cuando da un vuelco a su vida y entra a la política, que primero lo llevó a la gobernatura de Texas y luego a la Casa Blanca, hasta que invadió Irak.
Hijo de… Bush no es “una cinta política, sólo es un drama en tres actos. Mi intención era saber quién es este hombre, de dónde vino y el daño que hizo. Si tuviéramos que compararlo con algún emperador romano, diría que es Nerón y que le faltó incendiar Irán, Corea y Venezuela”, comentó el realizador en entrevista con La Jornada, a propósito de la presentación de esta cinta en el festival de Salónica, en Grecia (20/11/08).
Stone, director de películas como Pelotón, Nacido el 4 de julio, The Doors, JFK, Nixon, Alexander y World Trade Center, así como de documentales, entre ellos Comandante y Buscando a Fidel, sobre el líder cubano, realizó esta cinta en torno a la interrogante: “¿Cómo pudo un ex alcohólico, converso reciente, improbable postulante al cargo al que llegó, pasar de ser la oveja negra de su respetable familia a líder de la mayor potencia mundial?
“Todos sabemos que es un idiota, pero con poder, y no pudimos hacer nada al respecto, lo que lo hace un gran personaje melodramático que no puede conseguir lo que quiere; ése es el punto: es un inconforme. Su violencia radicó en querer controlar a la gente, con lo que sólo ganó resentimiento, con todo y sus cualidades de vaquero, como John Wayne, sólo que éste no tiró miles de bombas en Irak”, dijo el director en aquella charla.
Activista desde otro ángulo
Oliver Stone, ex combatiente de Vietnam, cuyos filmes se enfocan en cuestiones políticas (actualmente está en el proceso de producción de un documental sobre el surgimiento de políticos de izquierda en Sudamérica, con especial atención en Hugo Chávez y Evo Morales), aseguró que sobre Bush “se podrán hacer dos o tres documentales o cuatro ficciones, pero no podíamos reducir la historia al tema político. Por eso se centra en personajes como el padre, la madre y la esposa; en Condoleezza Rice y Colin Powell, todos fundamentales en su historia, y que vivieron en un país al que podríamos llamar la Tierra Maravillosa, con un poder que ni siquiera imaginamos”.
El guionista y director comenta en las notas de producción que “un primer acto sería el germen del hombre actual: joven, rebelde; un fracaso en todo lo que emprendió, hasta los 40 años; luego dio un giro a su vida.
“El segundo acto tiene que ver con su conversión al evangelismo, su drástico cambio de hábitos y la adquisición de una fuerza de voluntad férrea. Primero fue propietario de un equipo de beisbol y luego gobernador de Texas por dos periodos; durante este tiempo proyectó una imagen bipartidista. El tercer y decisivo acto es su Presidencia.”
Stone, quien ha recibido 11 nominaciones para los premios Óscar como guionista, director y productor (ha ganado tres premios de la Academia: por el guión de El expreso de medianoche, y como director por Nacido el cuatro de julio y Pelotón), no contó con el apoyo de los grandes estudios para la realización del filme.
Hijo de... Bush se rodó en Shreveport, Louisiana, durante nueve semanas, en la primavera de 2008, y cuenta con las actuaciones de Josh Brolin, James Cronwell, Ellen Burstyn, Elizabeth Banks, Toby Jones, Thandie Newton, Scott Glenn, Richard Dreyfuss, Jeffrey Wright, Stacey Keach y Jesse Bradford.
No hay comentarios:
Publicar un comentario