NO GARANTIZA LA CALIDAD
domingo, 22 de septiembre de 2013
El investigador Emilio Blanco Bosco, quien en El Colegio de México dirige el Centro de Estudios Sociológicos, analiza en entrevista tanto las omisiones en la reforma educativa de Peña Nieto (cuyo contenido pocos conocen y que la reducen a una reforma laboral) como la campaña ‘tremenda’ de los medios de comunicación para desacreditar el movimiento magisterial de la CNTE hasta con tintes ‘racistas’ y sin valorar las diferencias socioculturales regionales, ni habla de la formación docente: ‘No dice qué hace que un maestro sea bueno o no, ni que un alumno aprenda o no’
MÉXICO, DF (Apro).- Vista más como una reforma "laboral" por la disidencia magisterial, la llamada reforma educativa –que entró en vigor el jueves 12– no garantizará la calidad de la educación. A decir del investigador Emilio Blanco Bosco, de El Colegio de México (Colmex), ninguna reforma o ley puede hacerlo pues la calidad no se decreta y, a lo sumo, sólo se avanzará en el reequilibrio del poder político entre el Estado, las autoridades educativas y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En un video producido por el Colmex, en el cual el especialista en sociología de la educación dirige el Centro de Estudios Sociológicos, indica que la reforma de Enrique Peña Nieto se ha presentado mediáticamente como "una receta un poco mágica" y atribuye el problema de la educación en México al sindicato y por extensión a los maestros, pretendiendo que dando a cada quien lo que le corresponde se solucionará el problema, cuando lo cierto, dice Blanco, es que hay mucha responsabilidad de parte de las autoridades.
En entrevista con Proceso en su oficina del Colmex en el Ajusco, el también autor del libro Los límites de la escuela. Educación, desigualdad y aprendizajes en México, expresa su coincidencia en el sentido de que la reforma modifica más aspectos relacionados con cuestiones laborales que educativas, y por lo tanto "se queda muy por debajo de lo que una reforma educativa debería tener".
No toca, por ejemplo, un aspecto central como el de la autonomía de las escuelas o las diferencias socioculturales que impactan la educación en las diferentes regiones del país. Aun en lo concerniente a los docentes, no habla de su formación, de cómo se selecciona a quienes los van a formar, cómo se les forma, o a dónde se les envía después.
La movilización de algunas secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en contra de los cambios constitucionales no sólo ha polarizado a la sociedad, también ha centrado la discusión en los efectos de sus protestas como el cierre de vialidades y causó particular indignación el bloqueo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Pero buena parte de la ciudadanía desconoce el contenido de la reforma.
MONTÓN DE SUPUESTOS
Blanco Bosco resume que básicamente es la regulación de las condiciones de acceso al servicio profesional docente, y como un segundo pilar la consolidación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, como el organismo encargado de estructurar los criterios para calificar junto con las secretarías estatales. Es pues la valoración de los docentes en el concurso para acceder a las plazas, luego en forma periódica para poder permanecer en ellas:
"Tiene algunos otros detalles como la mención a la autonomía escolar… Pero creo que lo central era hacer una reforma donde la autoridad educativa recuperara el control de las plazas de docentes y someterlos a procesos de evaluación de su práctica o de su conocimiento para –supuestamente– mejorar su formación y de ahí –supuestamente– mejorar la calidad educativa.
"Todos son un montón de supuestos. Ése es el problema de la reforma. El problema de cualquier ley es que uno supone que va a funcionar como dice que va a funcionar. Y ésta en particular tiene muchos supuestos y no se dice qué hace que un docente sea bueno o no, qué hace que los alumnos aprendan o no."
Así pues la reforma toca un aspecto de la calidad educativa, pero deja otros fuera al centrarse más en "cuestiones político-administrativas", por lo cual el doctor en sociología por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) expresa "serias dudas" sobre cuánto ayudará para la calidad educativa.
Se le pregunta si entonces la reforma no debería llamarse educativa. Prefiere no entrar en cuestiones "terminológicas". Sí la ubica en ese campo porque "toca un aspecto central de cómo está organizada hoy la educación en México", como la regulación del ingreso a la carrera, lo cual atañe directamente a los maestros y en ese sentido es educativa.
Al mismo tiempo, "como desplaza al sindicato de esa injerencia, es una reforma política". Y "el reequilibrio de poderes que esto llegaría a suponer, podría abrir espacios de negociación más convenientes para la autoridad educativa en su relación con el sindicato".
Recuerda entonces no sólo el poder que llegó a representar la ex dirigente magisterial Elba Esther Gordillo (detenida el 26 de febrero pasado y actualmente presa en el Penal Femenil de Santa Martha Acatitla). Dice que algunos académicos coinciden en que la propuesta educativa del SNTE fue mejor que la de Felipe Calderón.
Presentaba, entre otros planteamientos, las escuelas de tiempo completo. Y si bien pueden cuestionarse sus motivaciones e intereses argumentando que buscaba que los maestros (sobre todo en zonas donde ha disminuido el número de alumnos) no se quedaran sin horas de trabajo, han sido un aspecto orientado a mejorar la calidad.
Hoy, sin embargo, el SNTE, luego del golpe a Gordillo (quien se pronunció contra la reforma y advirtió que no permitiría que ningún maestro fuera despedido por no aprobar las evaluaciones), está acompañando el proceso de aprobación de las nuevas leyes con su dirigente Juan Díaz de la Torre.
IDEOLOGÍA SOBRERREPRESENTADA
Al regular el ingreso de los docentes al magisterio y su permanencia, la ley podría hacer más transparentes las relaciones laborales, pero eso tampoco está garantizado, dice el investigador, porque en el terreno de la realidad las cosas muchas veces se resuelven de otra manera.
En algunos medios se ha visto el encarcelamiento de Gordillo y su sustitución por Díaz de la Torre como el deseo del gobierno de recuperar no el control de la educación, sino el poder político del SNTE. Su peso llegó a ser tal que se ha afirmado que fue determinante en la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República en 2006, oficialmente con apenas un margen de 0.6% de ventaja sobre Andrés Manuel López Obrador. Y piensa que ciertamente el Partido Nueva Alianza pudo haber influido en la ventaja de Calderón en la contienda electoral, "pero no fue el único factor".
Blanco Bosco disiente de la idea de que la reforma busque el control del sindicato. Juzga que era necesario establecer una relación distinta entre el organismo y el Estado, "poner reglas del juego un poco más claras, pero estamos en una etapa inicial, cómo se resuelva todo está por verse".
En su explicación audiovisual (disponible en YouTube), el sociólogo advierte que la noción de calidad planteada por la reforma –enmarcada discursivamente con otras políticas y reformas del actual gobierno– parece estar relacionada con la formación de recursos humanos para hacer de México un país competitivo a nivel internacional y atraer inversiones.
Se ve "cierta influencia de los corporativos empresariales", que no han estado ausentes del debate educativo, más bien "sobrerrepresentados… Han marcado una parte de la agenda pública no solamente en identificar los problemas sino también en decirnos cómo hay que resolverlos", dice.
Hace un par de semanas este semanario publicó que Mexicanos Primero (organismo que aglutina a empresarios de Televisa como Emilio Azcárraga, Fernando Landeros y Claudio X. González) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dictaron "línea por línea" la iniciativa de reforma.
IDEOLOGÍA DIFUSA
El especialista del Colmex no desea que sus palabras se interpreten "como que al poder ejecutivo los poderes fácticos empresariales le dictan algo. No es así, es más complicado que eso. El trabajo parlamentario también es más complicado que eso y hay gente seria participando en esto, incluso académicos y gente del magisterio".
Aclara entonces que no quiso decir que esta reforma fuera una especie de diseño empresarial. Percibe, más bien, una visión general, "una ideología difusa" que permea las decisiones. E incluso la forma de enmarcar problemas, en este caso el educativo, "no es necesariamente reflejo de realidades sino una construcción subjetiva social dada en marcos ideológicos determinados".
Y por la influencia de las cámaras empresariales, no sólo en México sino a nivel internacional, y de organismos como la OCDE con las reformas neoliberales de los años setenta en Europa y Estados Unidos y en los ochenta en América Latina, se ve a los problemas (no sólo al educativo) a través de una matriz liberal o neoliberal, afirma:
"No es necesario que estén los representantes del grupo Bimbo o Televisa o TV Azteca diciendo: ‘Vamos a hacer esto’, sino que los propios tomadores de decisiones de la política se formaron con esa idea."
Algunos, agrega, hicieron posgrados en Estados Unidos y por lo tanto esa visión permeará sus decisiones. Esa ideología neoliberal no sólo determina para qué se educa, "puede ser para la productividad y formación de recursos humanos, aunque en la vida real pasen otras cosas y se formen personas críticas", al mismo tiempo ve a la educación como cualquier otro bien (en el sentido de producto) que requiere actores con los incentivos correctos:
"Como si se tuviera muy claro qué es una buena educación, qué es un buen maestro, qué debe hacer para educar bien. Como si la educación fuera una cinta de producción donde se deben sumar a, b y c, y el resultado va a ser d, y ya está."
POBRES PORQUE QUIEREN
Y el problema en México es que no va a funcionar así, porque los maestros no van a hacer eso, porque hay otros intereses y no existen los incentivos correctos. Pero aun en países con los mejores sistemas educativos del mundo, no existe lo que ahora se quiere imponer aquí. Y en países donde se aplica la evaluación de profesores, no han mejorado los resultados. Por el contrario han surgido problemas como el que se enseñe simplemente para aprobar, limitando el contenido de las currículas a las pruebas con las cuales "se premia o castiga a los maestros":
"Creer que la calidad de la educación es sólo lo que se puede evaluar es un problema; y creer que para producir buena educación uno no tiene más que dar un palo o una zanahoria a los maestros, también es un problema. La educación es mucho más compleja, es también dejar que el maestro tome las decisiones que considere adecuadas para los contextos en los que está enseñando."
Añade que al hablar de sobrerrepresentación de la visión empresarial es porque hay aspectos como la intención de impulsar en la educación básica la cultura del ahorro, que es claramente una ideología liberal, pero además con una visión paternalista: La población tiene problemas porque no ahorra.
–Como si ganara para ahorrar.
–¡Exactamente! ‘Son pobres porque quieren’. Ahora se está fomentando la cultura del emprendedor para que la gente tenga un negocio propio, es la changarrización de la educación.
JUDITH AMADOR TELLO
MÉXICO, DF (Apro).- Vista más como una reforma "laboral" por la disidencia magisterial, la llamada reforma educativa –que entró en vigor el jueves 12– no garantizará la calidad de la educación. A decir del investigador Emilio Blanco Bosco, de El Colegio de México (Colmex), ninguna reforma o ley puede hacerlo pues la calidad no se decreta y, a lo sumo, sólo se avanzará en el reequilibrio del poder político entre el Estado, las autoridades educativas y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En un video producido por el Colmex, en el cual el especialista en sociología de la educación dirige el Centro de Estudios Sociológicos, indica que la reforma de Enrique Peña Nieto se ha presentado mediáticamente como "una receta un poco mágica" y atribuye el problema de la educación en México al sindicato y por extensión a los maestros, pretendiendo que dando a cada quien lo que le corresponde se solucionará el problema, cuando lo cierto, dice Blanco, es que hay mucha responsabilidad de parte de las autoridades.
En entrevista con Proceso en su oficina del Colmex en el Ajusco, el también autor del libro Los límites de la escuela. Educación, desigualdad y aprendizajes en México, expresa su coincidencia en el sentido de que la reforma modifica más aspectos relacionados con cuestiones laborales que educativas, y por lo tanto "se queda muy por debajo de lo que una reforma educativa debería tener".
No toca, por ejemplo, un aspecto central como el de la autonomía de las escuelas o las diferencias socioculturales que impactan la educación en las diferentes regiones del país. Aun en lo concerniente a los docentes, no habla de su formación, de cómo se selecciona a quienes los van a formar, cómo se les forma, o a dónde se les envía después.
La movilización de algunas secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en contra de los cambios constitucionales no sólo ha polarizado a la sociedad, también ha centrado la discusión en los efectos de sus protestas como el cierre de vialidades y causó particular indignación el bloqueo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Pero buena parte de la ciudadanía desconoce el contenido de la reforma.
MONTÓN DE SUPUESTOS
Blanco Bosco resume que básicamente es la regulación de las condiciones de acceso al servicio profesional docente, y como un segundo pilar la consolidación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, como el organismo encargado de estructurar los criterios para calificar junto con las secretarías estatales. Es pues la valoración de los docentes en el concurso para acceder a las plazas, luego en forma periódica para poder permanecer en ellas:
"Tiene algunos otros detalles como la mención a la autonomía escolar… Pero creo que lo central era hacer una reforma donde la autoridad educativa recuperara el control de las plazas de docentes y someterlos a procesos de evaluación de su práctica o de su conocimiento para –supuestamente– mejorar su formación y de ahí –supuestamente– mejorar la calidad educativa.
"Todos son un montón de supuestos. Ése es el problema de la reforma. El problema de cualquier ley es que uno supone que va a funcionar como dice que va a funcionar. Y ésta en particular tiene muchos supuestos y no se dice qué hace que un docente sea bueno o no, qué hace que los alumnos aprendan o no."
Así pues la reforma toca un aspecto de la calidad educativa, pero deja otros fuera al centrarse más en "cuestiones político-administrativas", por lo cual el doctor en sociología por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) expresa "serias dudas" sobre cuánto ayudará para la calidad educativa.
Se le pregunta si entonces la reforma no debería llamarse educativa. Prefiere no entrar en cuestiones "terminológicas". Sí la ubica en ese campo porque "toca un aspecto central de cómo está organizada hoy la educación en México", como la regulación del ingreso a la carrera, lo cual atañe directamente a los maestros y en ese sentido es educativa.
Al mismo tiempo, "como desplaza al sindicato de esa injerencia, es una reforma política". Y "el reequilibrio de poderes que esto llegaría a suponer, podría abrir espacios de negociación más convenientes para la autoridad educativa en su relación con el sindicato".
Recuerda entonces no sólo el poder que llegó a representar la ex dirigente magisterial Elba Esther Gordillo (detenida el 26 de febrero pasado y actualmente presa en el Penal Femenil de Santa Martha Acatitla). Dice que algunos académicos coinciden en que la propuesta educativa del SNTE fue mejor que la de Felipe Calderón.
Presentaba, entre otros planteamientos, las escuelas de tiempo completo. Y si bien pueden cuestionarse sus motivaciones e intereses argumentando que buscaba que los maestros (sobre todo en zonas donde ha disminuido el número de alumnos) no se quedaran sin horas de trabajo, han sido un aspecto orientado a mejorar la calidad.
Hoy, sin embargo, el SNTE, luego del golpe a Gordillo (quien se pronunció contra la reforma y advirtió que no permitiría que ningún maestro fuera despedido por no aprobar las evaluaciones), está acompañando el proceso de aprobación de las nuevas leyes con su dirigente Juan Díaz de la Torre.
IDEOLOGÍA SOBRERREPRESENTADA
Al regular el ingreso de los docentes al magisterio y su permanencia, la ley podría hacer más transparentes las relaciones laborales, pero eso tampoco está garantizado, dice el investigador, porque en el terreno de la realidad las cosas muchas veces se resuelven de otra manera.
En algunos medios se ha visto el encarcelamiento de Gordillo y su sustitución por Díaz de la Torre como el deseo del gobierno de recuperar no el control de la educación, sino el poder político del SNTE. Su peso llegó a ser tal que se ha afirmado que fue determinante en la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República en 2006, oficialmente con apenas un margen de 0.6% de ventaja sobre Andrés Manuel López Obrador. Y piensa que ciertamente el Partido Nueva Alianza pudo haber influido en la ventaja de Calderón en la contienda electoral, "pero no fue el único factor".
Blanco Bosco disiente de la idea de que la reforma busque el control del sindicato. Juzga que era necesario establecer una relación distinta entre el organismo y el Estado, "poner reglas del juego un poco más claras, pero estamos en una etapa inicial, cómo se resuelva todo está por verse".
En su explicación audiovisual (disponible en YouTube), el sociólogo advierte que la noción de calidad planteada por la reforma –enmarcada discursivamente con otras políticas y reformas del actual gobierno– parece estar relacionada con la formación de recursos humanos para hacer de México un país competitivo a nivel internacional y atraer inversiones.
Se ve "cierta influencia de los corporativos empresariales", que no han estado ausentes del debate educativo, más bien "sobrerrepresentados… Han marcado una parte de la agenda pública no solamente en identificar los problemas sino también en decirnos cómo hay que resolverlos", dice.
Hace un par de semanas este semanario publicó que Mexicanos Primero (organismo que aglutina a empresarios de Televisa como Emilio Azcárraga, Fernando Landeros y Claudio X. González) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dictaron "línea por línea" la iniciativa de reforma.
IDEOLOGÍA DIFUSA
El especialista del Colmex no desea que sus palabras se interpreten "como que al poder ejecutivo los poderes fácticos empresariales le dictan algo. No es así, es más complicado que eso. El trabajo parlamentario también es más complicado que eso y hay gente seria participando en esto, incluso académicos y gente del magisterio".
Aclara entonces que no quiso decir que esta reforma fuera una especie de diseño empresarial. Percibe, más bien, una visión general, "una ideología difusa" que permea las decisiones. E incluso la forma de enmarcar problemas, en este caso el educativo, "no es necesariamente reflejo de realidades sino una construcción subjetiva social dada en marcos ideológicos determinados".
Y por la influencia de las cámaras empresariales, no sólo en México sino a nivel internacional, y de organismos como la OCDE con las reformas neoliberales de los años setenta en Europa y Estados Unidos y en los ochenta en América Latina, se ve a los problemas (no sólo al educativo) a través de una matriz liberal o neoliberal, afirma:
"No es necesario que estén los representantes del grupo Bimbo o Televisa o TV Azteca diciendo: ‘Vamos a hacer esto’, sino que los propios tomadores de decisiones de la política se formaron con esa idea."
Algunos, agrega, hicieron posgrados en Estados Unidos y por lo tanto esa visión permeará sus decisiones. Esa ideología neoliberal no sólo determina para qué se educa, "puede ser para la productividad y formación de recursos humanos, aunque en la vida real pasen otras cosas y se formen personas críticas", al mismo tiempo ve a la educación como cualquier otro bien (en el sentido de producto) que requiere actores con los incentivos correctos:
"Como si se tuviera muy claro qué es una buena educación, qué es un buen maestro, qué debe hacer para educar bien. Como si la educación fuera una cinta de producción donde se deben sumar a, b y c, y el resultado va a ser d, y ya está."
POBRES PORQUE QUIEREN
Y el problema en México es que no va a funcionar así, porque los maestros no van a hacer eso, porque hay otros intereses y no existen los incentivos correctos. Pero aun en países con los mejores sistemas educativos del mundo, no existe lo que ahora se quiere imponer aquí. Y en países donde se aplica la evaluación de profesores, no han mejorado los resultados. Por el contrario han surgido problemas como el que se enseñe simplemente para aprobar, limitando el contenido de las currículas a las pruebas con las cuales "se premia o castiga a los maestros":
"Creer que la calidad de la educación es sólo lo que se puede evaluar es un problema; y creer que para producir buena educación uno no tiene más que dar un palo o una zanahoria a los maestros, también es un problema. La educación es mucho más compleja, es también dejar que el maestro tome las decisiones que considere adecuadas para los contextos en los que está enseñando."
Añade que al hablar de sobrerrepresentación de la visión empresarial es porque hay aspectos como la intención de impulsar en la educación básica la cultura del ahorro, que es claramente una ideología liberal, pero además con una visión paternalista: La población tiene problemas porque no ahorra.
–Como si ganara para ahorrar.
–¡Exactamente! ‘Son pobres porque quieren’. Ahora se está fomentando la cultura del emprendedor para que la gente tenga un negocio propio, es la changarrización de la educación.
JUDITH AMADOR TELLO
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