Visión mundial de la violencia en México, negativa: análisis

 

El gobierno actual no supo construir una estrategia de comunicación para que en el exterior se ubicara al país en su justa dimensión respecto de los hechos violentos, señala el equipo de transición del Presidente electo.

Ciro Pérez Silva
Publicado: 30/09/2012 14:01

México, DF. El gobierno del Presidente Felipe Calderón no supo construir una estrategia de comunicación, que le permitiera a las naciones del mundo ubicar en su justa dimensión el tema de la violencia en México, concluyó el equipo de transición del Presidente electo, Enrique Peña Nieto, en un primer análisis de la situación del país en el concierto internacional.
Destaca que si bien, hay países en América Latina con tasas de homicidio “muy superiores” a las de México, la percepción en el mundo es más negativa hacia nuestro país. Considera por ello que “se tiene que hacer un esfuerzo mayor, pero no sólo del gobierno, sino un frente con las empresas y sociedad civil para proyectar al país no sólo con la imagen de una nación segura y moderna, sino como un país que quiere atraer las inversiones del siglo 21 en materia de tecnología.
“Los países que son referentes en materia de imagen y producción, han logrado implementar modelos de producción entre estos tres niveles , para proyectar a su país. Uno de los varios que hay en el mundo es Brasil”.
Tras el primer viaje internacional del Presidente electo, concluye además que el comercio en América Latina debe ser superior al que hoy existe. Se debe trabajar para tener una región que busque más coincidencias que diferencias en la agenda multilateral, a partir de lo mucho que los países de América Latina tienen en común.
“En el grado en que México como país abra las puertas de la integración hacia el sur, las empresas podrá expandirse y generar mayores empleo”, conviene en que el
proceso de integración con los países de Centro y Sur América ha sido primordialmente llevado por las empresas, las llamadas multilatinas, pero los gobiernos no las han acompañado en este esfuerzo de abrir mercados. “Es curioso porque se generan empleos y el gobierno debería acompañar esos procesos más de la mano”.
Respecto de las relaciones con Estados Unidos, subraya que México quiere una frontera moderna con ese país, “algo que se logra con inversiones del sector privado en un marco regulatorio que permita áreas de comercio común en la zona fronteriza”. Sugiere mejorar e incrementar los cruces fronterizos monitoreados, sin que esto signifique que la gente deba esperar más de tres horas para cruzar. Destaca el programa que lanzó el gobierno estadunidense conocido como global entry, que agiliza el tránsito fronterizo. A manera de ejemplo, señala que con la correcta aplicación de la tecnología de la información, se pueden aumentar los protocolos de seguridad en cada entrada o salida de los los usuarios del sistema, disminuyendo los costos al mínimo, a efecto de que en el traslado de un avión a un taxi en el aeropuerto el usuario invierta dos o tres minutos, frente a las dos horas que pueda hacer en una cola.
El equipo de transición reconoce que en la relación con Estados Unidos hay temas difíciles, derivados de la vecindad y gran número de cruces fronterizos diarios, sin embargo propone que estos se contemplen dentro de una agenda más amplia y productiva, que coadyuve a resolver otras agendas complicadas como la de seguridad y migración, que no se deben desatenderse, pero sí balancearlas con otra agenda más constructiva.