lunes, 17 de septiembre de 2012

Ven débil al PRD sin AMLO; pega al perredismo su salida

Hay escepticismo sobre el futuro de Morena y prevalece la creencia de que habrá salida de miembros del sol azteca

lunes, 17 de septiembre de 2012

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de septiembre.- Con un poco de indiferencia, la opinión pública recibió la separación de Andrés Manuel López Obrador del PRD. Predomina el escepticismo sobre el éxito electoral que tendrá su organización Morena si se convierte en partido político. Además, se percibe que la decisión del tabasqueño debilita al PRD, en tanto que beneficia al PRI y al próximo gobierno de Enrique Peña Nieto, según se observa en la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.

La salida de López Obrador del PRD fue ampliamente conocida por la población con teléfono en su vivienda (enterados, 66%). La mayoría dice que ya esperaba esta decisión de AMLO de abandonar al perredismo para dedicarse a consolidar Morena (55%). Sólo a la cuarta parte le sorprendió. Esta noticia causa principalmente indiferencia: a 51% no le importa, en tanto que a 23% le agrada y a otro porcentaje similar le desagrada (gráfico 1).

La opinión pública expresa diversas razones para la decisión de López Obrador de dejar al PRD: se argumenta principalmente que el partido del sol azteca no lo apoyó como debiera, que él quiere formar su propio partido, que él no ha podido ganar las elecciones o que él quiere el poder. En torno a si había serias discrepancias entre él y los dirigentes del PRD como motivación para decidir dejar a su partido (gráfico 2), se tiende a pensar que sí (50%).

Como impacto inicial, López Obrador potencialmente sí puede causarle una merma relevante de votos al PRD a falta en este partido de un líder con la misma fuerza electoral de su ex candidato presidencial. Entre población con teléfono en su vivienda, si se repitieran las elecciones presidenciales, pero por la izquierda compitieran López Obrador por Morena y Marcelo Ebrard o Miguel Ángel Mancera por el PRD, el político tabasqueño mantendría más de la mitad de las preferencias de los que simpatizan por partidos de izquierda. Ebrard sólo captaría 32% de esas preferencias y si compitiera Mancera, éste atraería 26% (gráfico 3).

Prevalece el escepticismo sobre el futuro de Morena en el corto y mediano plazo para convertirse en una fuerza política relevante. Más de la mitad está poco o nada seguro de que se convierta en un partido político con buen futuro, que pueda ganar puestos de elección popular y que eventualmente se vuelva una opción real para ganar la Presidencia de la República en 2018.

La mayoría (53%) cree que para las elecciones intermedias de 2015 el PRD ganará más votos que Morena si este movimiento se convierte en partido
(gráfico 4).

Sobre la eventual desbandada de militantes perredistas hacia Morena, los puntos de vista están bastante divididos; 27% cree que emigrarán muchos, 33% vislumbra que sólo algunos y 30% piensa que no habrá salida de miembros del PRD hacia el movimiento de López Obrador (gráfico 5).

A la gente le parece que la separación de López Obrador del PRD fortalece al próximo gobierno de Enrique Peña Nieto y al PRI (más de 50% piensa así). Se tiende a creer también en ese sentido sobre el efecto en el PAN.

En cuanto a la izquierda, naturalmente se percibe que beneficia a su organización Morena, pero se estima que debilita al propio López Obrador (56%), además de perjudicar también a cada uno de los partidos que lo apoyaron en la campaña presidencial (gráfico 6). Las opiniones están sumamente divididas sobre el impacto que tendrá en la izquierda en general, así como en los gobiernos estatales perredistas actuales o próximos a iniciar en el Distrito Federal, Tabasco, Morelos y Guerrero.

A Marcelo Ebrard (gráfico 7) se le ve como un beneficiario de la decisión de López Obrador: se piensa que ayuda a las aspiraciones presidenciales del todavía gobernante capitalino para 2018 (61%).

En cuanto a la posición que ahora asumirá López Obrador frente al próximo jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, tiende a pensarse más que el tabasqueño se convertirá en opositor hacia la nueva administración (44%).

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