domingo, 7 de agosto de 2011

ADVIERTE JAVIER SICILIA

Ni un paso atrás

El diálogo del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con el gobierno de Calderón y con el Poder Legislativo sólo duró una semana. Lo primero que hicieron los diputados en el Palacio de San Lázaro después de escuchar las exigencias de los activistas fue proseguir como si nada con la aprobación —hasta ahora sólo en lo general— de la ya impugnada minuta del proyecto de Ley de Seguridad Nacional, enviada por el Senado

 Sunday, August 07, 2011

JOSÉ GIL OLMOS

MÉXICO, DF.- El escritor Javier Sicilia acusó al Congreso y al gobierno federal de traición a los acuerdos establecidos con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, y el jueves 4 anunció la suspensión del diálogo con ambos poderes luego de que el diputado panista Javier Corral presentó una propuesta de Ley de Seguridad Nacional basada en una minuta del Senado que no contenía las propuestas de las organizaciones sociales.

De inmediato la Secretaría de Gobernación y el Legislativo lo llamaron de nuevo a la mesa, aclarando que se trata sólo un "predictamen" y que podría haber una nueva iniciativa. Sin embargo, en entrevista, Sicilia insiste en que no puede reiniciar los trabajos si no se retira esta minuta y se trabaja sobre una propuesta con un perfil más humanista.

Corral argumenta que el movimiento ciudadano puede integrarse al debate sobre el predictamen que aprobó en lo general la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, que él preside. Incluso, el panista anunció que "ya se acordó" que representantes del movimiento trabajen en "conferencia parlamentaria" con el Senado.

El diputado petista Porfirio Muñoz Ledo señala que aferrarse a esa minuta es un error, porque consolida la fracasada estrategia militarizada de Felipe Calderón, que no ha reducido el consumo de drogas ni controlado el lavado de dinero, y en cambio ha causado alrededor de 50 mil muertes.

Para el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y para 84 organizaciones de derechos humanos del país —que el viernes 5 difundieron en los medios un comunicado donde se suman al repudio del predictamen de ley—, la actitud de los diputados agudiza la desconfianza hacia los partidos políticos que ya habían manifestado desde el 28 de julio, en el Castillo de Chapultepec. Ahí, los legisladores prometieron que incorporarían sus demandas al debatir un paquete de diez iniciativas de ley, entre ellas la de Seguridad Nacional.

Por eso las mencionadas organizaciones exigieron que se retire de inmediato la propuesta avalada por Corral y pidieron a los legisladores y a las Fuerzas Armadas una actitud de apertura para construir un modelo de seguridad que responda a los intereses ciudadanos y a la protección de los derechos humanos, no a la seguridad del gobierno.

PANTANO LEGISLATIVO

La discusión de la Ley de Seguridad Nacional propuesta desde Los Pinos en abril de 2009 pretende reglamentar el uso de las Fuerzas Armadas permanentes en tiempos de paz y provocó el primer enfrentamiento del Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad con los poderes Legislativo y Ejecutivo, con los cuales pactó mantener un diálogo durante tres meses hasta que se diera otro encuentro con Calderón, el 22 o el 23 de septiembre próximo.

Para el movimiento es primordial elaborar una ley que proteja los derechos ciudadanos frente a la tentativa de militarizar aún más el combate al crimen organizado y la intención presidencial de usar a las Fuerzas Armadas a voluntad, incluso contra las movilizaciones sociales.

Sobre todo, dicen sus líderes, porque ante la inexistencia de leyes que autoricen estos usos de la milicia en labores de seguridad pública, en los últimos cinco años Calderón se ha escudado en una "construcción constitucional" para hacer uso del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea en su guerra contra el narcotráfico.

Desde que Calderón la envió al Congreso, la propuesta de Ley de Seguridad Nacional ha estado en debate en las comisiones de las cámaras de diputados y senadores, a donde altos mandos del Ejército han acudido a impulsar su aprobación en términos que les permitan actuar de forma abierta y permanente en labores de seguridad pública.

De esos debates han salido tres propuestas de ley. La primera se aprobó en abril de 2010 en el Senado con los votos del PRI y el PAN, y autoriza la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior pero deja fuera la intención —expuesta por Calderón— de que actuaran en "cualquier otra situación que, de no atenderse de inmediato, podría derivar en una perturbación grave del orden o la paz pública o poner a la sociedad en grave peligro o conflicto".

No obstante, el dictamen correspondiente se quedó atorado en la Cámara de Diputados por casi un año, hasta que en marzo pasado el diputado mexiquense Alfonso Navarrete Prida, cercano al gobernador Enrique Peña Nieto, la retomó y presentó su propia propuesta, no sin consultarla antes con los mandos castrenses.

LA TRAICIÓN

La discusión se empantanó una vez más ante la dificultad de justificar la actuación de las Fuerzas Armadas en tiempos de paz y a la vez garantizar el respeto a los derechos humanos. Influyó también una filtración en el sentido de que el PRI abriría la posibilidad de enjuiciar a los militares y al presidente de la República en caso de que se involucraran en casos de violación de esos derechos.

Desde entonces el Legislativo convocó a las organizaciones civiles y a especialistas en el tema para que participaran en las consultas, pero en abril y mayo comenzó a perfilarse la tercera iniciativa, empujada por el diputado panista Javier Corral y que retoma partes de las dos anteriores, principalmente la intención de permitir que el presidente utilice a las Fuerzas Armadas cuando considere que hay un peligro o una emergencia nacional.

La movilización encabezada por Javier Sicilia detuvo el procedimiento temporalmente. Fue el 28 de julio cuando los legisladores acordaron invitar a los representantes sociales a la discusión de varias iniciativas de su interés. Pero el martes 2 de agosto, el país se enteró de que la minuta o anteproyecto de Ley de Seguridad Nacional ya había sido votada y aprobada por la Comisión de Gobernación que preside el diputado Corral.

A decir de Muñoz Ledo, esta decisión viola la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados porque dicha iniciativa se encuentra radicada en las comisiones unidas de Gobernación, Derechos Humanos, Defensa y Seguridad Pública, y únicamente puede ser votada simultáneamente en todas ellas.

Ante el incumplimiento de incorporar las exigencias ciudadanas a la discusión y la falta de transparencia en el proceso legislativo, el jueves 4 Javier Sicilia no entró a la reunión prevista con los diputados y, tras las gruesas rejas del Palacio Legislativo de San Lázaro, anunció la suspensión del diálogo:

"Traicionaron su palabra. Ahora la única señal que esperamos es que retiren de manera definitiva la minuta de Ley de Seguridad Nacional que ya aprobaron porque está a favor de la guerra, no de la paz y comenzar de nuevo", sostiene el poeta, en víspera de una reunión urgente del movimiento.

LAS PRESIONES

Javier Corral manifestó que sería un error desaprovechar un documento que representa el trabajo legislativo consensuado por todas las bancadas e insistió en que la aprobación de la minuta en lo general no es ninguna traición.

Por teléfono le explicó a Sicilia que, aun con la aprobación general de la minuta, la mayoría de los artículos quedaron en reserva y será en la discusión de cada uno donde se integrarán las peticiones del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. No obstante, Corral reconoció que había fuertes presiones del gobierno federal, de las Fuerzas Armadas, y sobre todo por el PRI, que tenía la intención de dar un albazo a fin de presentar nuevamente la iniciativa de Navarrete Prida.

"Sicilia debe tener la tranquilidad que en el trabajo de la revisión en las reservas que se han hecho se van a incorporar no sólo sus puntos de vista, sino el de los ponentes que participaron en la consulta pública que hizo la Comisión de Gobernación", detalló Corral, quien el viernes 5 acudió al Senado de la República, donde recibió el apoyo de las bancadas del PAN, el PRI y el PRD para trabajar conjuntamente sobre el anteproyecto que él esta impulsando.

No obstante, Javier Sicilia mantiene su postura de no regresar a la mesa de diálogo hasta que los legisladores no ofrezcan una señal de confianza, que sería el retiro del mencionado predictamen y se inicie el debate en torno de una propuesta con un perfil "humanista y de derechos humanos".

Agrega: "Nuestra posición en el Castillo de Chapultepec fue muy clara, de rechazo a esta ley. Ahora nos invitan a discutir esta minuta, pero lo que nosotros vemos es que esta propuesta está mal, porque lo que se quiere es legalizar la estrategia de seguridad nacional del presidente, que nos ha costado 50 mil muertos, 10 mil desparecidos, 250 mil desplazados y sigue aumentando".

Rechaza la invitación de discutir esta iniciativa de ley que todos los partidos, salvo el PT, impulsan en las dos cámaras, ya que con ella pretenden "legalizar lo anticonstitucional, el dolor y la guerra; caminar precisamente a un estado totalitario y militarizado. Es una ley a favor de la guerra y no de la paz. Lo que nosotros planteamos es hacer una ley de seguridad ciudadana y humana, que reconstruya el tejido social en el país, que permita caminar hacia la paz. Son dos raíces distintas.

"Ahora nos invitan a aprobar una minuta de una ley cuya raíz es la violencia y que busca la legitimación de la guerra; pues simplemente no vamos a ir. Es un insulto, es una majadería a los muertos, es una majadería a las víctimas, es una majadería al dolor, es una burla a la nación. El mensaje es ‘vengan a legitimar esta ley, vamos a seguir teniendo muertos, vamos a seguir militarizando al país y que nuestra naciente democracia la vamos a perder’."

LOS IGNORAN

—En la conferencia de prensa Javier Corral dijo que había hablado con usted para explicarle que es un anteproyecto de ley. ¿No les avisó cuándo iba a presentarlo?

—No. Hablamos cuando ya había presentado la minuta, después de que nosotros dijimos que estaban traicionando su palabra. Nos explicó que era una minuta, pero le dije que de todos modos no dejaba de ser una traición y que ese no era el acuerdo. Dio sus motivos, pero le dije que de cualquier manera era una traición y que eso tenía costos porque no eran los acuerdos establecidos.

—¿Ellos quieren dejar como piso de debate la minuta que ustedes rechazan? ¿Qué hará el movimiento?

—Nosotros no queremos ese piso para debatir. El piso es la nación, la ciudadanía, el rostro humano, los seres de carne y hueso que están perdiendo la vida. Ese es nuestro piso.

En una entrevista radiofónica con Carmen Aristegui, el viernes 5 los diputados Alfonso Navarrete Prida, del PRI y Porfirio Muñoz Ledo, del PT, debatieron sobre la necesidad de discutir nuevamente la Ley de Seguridad Nacional e incorporar los puntos propuestos por el movimiento ciudadano que encabeza Javier Sicilia.

Muñoz Ledo insistió en la propuesta del PT de echar atrás el anteproyecto impulsado por Javier Corral porque éste incurrió en dos errores: primero, por no incluir al movimiento pacífico como acordaron en Chapultepec y, en segundo lugar, por manejar a discreción el reglamento de la Cámara de Diputados y aprobar un predictamen en una sola comisión.

Ambos diputados coincidieron en que el punto central del debate es legislar la decisión del presidente de la República de utilizar al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en tiempos de paz, pero para Muñoz Ledo el fondo es más delicado: "Se hacen locos: es claro que (según la Constitución) en tiempos de paz el Ejército sólo puede dedicarse a labores de disciplina interna. Meter al Ejército sin que haya una guerra civil es muy peligroso…

"El fondo del problema es que nosotros hemos adoptado desde mediados de los ochenta la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, no la del Estado mexicano. Todos los acuerdos que se han tomado desde entonces ponen a México al final de una cadena terminal de una estrategia de seguridad nacional estadunidense", sostuvo el ex representante permanente de México ante la ONU. (APRO)

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