sábado, 16 de julio de 2011

“Zetas ” ganan terreno en el sureste de EU

Los primeros objetivos de Los Zetas fueron Tennessee y Oklahoma, pues desde mediados de 2007 las prácticas de extorsión y los secuestros comenzaron a ser exportados a esa zona

 Sábado 16 de julio de 2011

Víctor Solís | El Universal
victor.solis@eluniversal.com.mx


La banda criminal de Los Zetas, no sólo ha incrementado su presencia en América Central, sino que también ha logrado expandir sus actividades delictivas, que incluyen extorsión, secuestro y tráfico de drogas, hacia la región central y el sureste de Estados Unidos, revela un reporte de inteligencia del Buró Federal de Investigaciones.

Esta banda, creada en México a partir de desertores del Ejército mexicano entrenados por Estados Unidos, ha aumentado su presencia en el suroeste de esa nación, en especial en los estados de Tennessee, Georgia y Oklahoma.

Tennessee y Oklahoma fueron los primeros objetivos de Los Zetas, pues desde mediados de 2007 las prácticas de extorsión y secuestros comenzaron a ser exportadas a esta zona de Estados Unidos.

Según el reporte, las principales víctimas eran personas de nacionalidades distintas a la estadounidense que debían dinero al cártel, así como competidores en el negocio del tráfico de personas.

Además, informantes dijeron al Buró Federal de Investigaciones (FBI) que Gaspar González Alcantar, cuya nacionalidad no se revela, pero se presume sería mexicano, era el líder zeta que dirigía las operaciones de secuestro y extorsión en Oklahoma y Tennessee, y que Martín Moreno, conocido como Zeta 21, también estaba involucrado en dichas actividades. Para cometer estos ilícitos González Alcantar, agrega el reporte, se valía de una red de personas en deuda con los líderes del cártel mexicano para extorsionar a sus víctimas en Estados Unidos. La misma fuente le reveló al FBI que este individuo huyó hacia México.

Signos de expansión

El documento, filtrado recientemente por el colectivo de hackers denominado LulzSec y publicado en el portal Public Intelligence, da cuenta que desde 2008 el FBI alertó que la expansión de este grupo delictivo más allá de la frontera común con México y aseguró podría derivar en el aumento del contrabando, tráfico de drogas y violencia en el suroeste del país, específicamente en el este de Tennessee y Georgia.

El alcance de esta banda fundada en México ha llegado hasta algunas penitenciarias federales de la Unión Americana, y podría estar trabajando junto con una nueva organización de tráfico de drogas con la finalidad de tener un papel más relevante en el trasiego de estupefacientes hacia esas regiones del país.

Hasta el año 2005 no se tenía ningún registro confirmado de la incursión de la organización criminal en suelo estadounidense. Incluso, el mismo FBI estimaba que la expansión de las operaciones del cártel más allá de los estados fronterizos de Estados Unidos era “muy poco probable” debido a que la gran mayoría de sus recursos e infraestructura estaban localizados en México.

No fue sino hasta mediados de 2007 cuando con base en testimonios de informantes la agencia estadounidense obtuvo los primeros registros de la presencia del cártel en el interior de Estados Unidos.

El documento apunta que para cometer estos ilícitos González Alcantar se valía de una red de miembros de Los Zetas y de personas en deuda con los líderes de ese cártel para extorsionar a sus víctimas en Estados Unidos. La misma fuente le reveló al FBI que este individuo huyó hacia México y se desconoce su ubicación.

El testimonio de otro de los informantes —uno de los más confiables, según el mismo Buró— destapó el grado de penetración que Los Zetas habían alcanzado en el negocio de las drogas en EU.

Dijo que un socio del cártel de nombre José Fuentes Anaya traficaba a principios de 2008 drogas suministradas por Los Zetas al interior de la Correccional Federal de Bennettsville, una cárcel de mediana seguridad en la región sureste de Carolina del Sur.

El documento detalla que Fuentes Anaya a menudo presumía que Los Zetas eran sus proveedores exclusivos de droga, y que podía mover grandes cantidades de cocaína y mariguana que eran transportadas de México hacia Texas, y luego distribuidas a cualquier punto de Estados Unidos.

Ayuda para llegar a EU

Para facilitar su ingreso a la zona central y sureste de Estados Unidos el cártel de Los Zetas presuntamente se asoció con una organización de narcotraficantes identificada por el FBI con Los Tolles.

Las fuentes del FBI revelaron que el contacto de Los Tolles con Los Zetas se dio en Acapulco, Guerrero, donde estos últimos eran los encargados de “cobrar las deudas” derivadas de la venta de drogas para ese grupo delictivo. Entre los miembros de ambas organizaciones había “lazos de sangre” y familiares políticos.

Los Tolles, según el reporte, operaban en Atlanta, Georgia, con bases de apoyo que les facilitaban la distribución de cocaína de México a EU, incluyendo las rutas de tráfico al este de Tennessee.

La vía empleada para expandir el negocio era la carretera Interestatal 40, que corre a través de Knoxville y es una de las principales conectoras entre las zonas este y oeste de Estados Unidos, comunicando al estado de Tennessee con Arizona. También se conecta con algunas de las interestatales que corren de norte a sur en la región sureste del país, proveyendo a Los Zetas de las rutas necesarias para expandirse además a otros latitudes de la Unión Americana.

Aprovechando la infraestructura carretera por periodos de dos semanas y hasta dos meses, esta organización recibía cargamentos de entre 100 y 150 kilogramos de cocaína que viajaban de México a la zona de Atlanta. Según reveló la fuente al FBI estas operaciones iniciaron en diciembre de 2007.

En los meses posteriores la división de inteligencia del FBI basada en Knoxville reportó un incremento en el número de pandillas de origen hispano y de inmigrantes ilegales en la región este de Tennesse, que a decir de la agencia estadounidense incrementó el riesgo de expansión del tráfico.

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