Abrazos del diablo
Ebrard, tocado por la fama
Moreira, mantra unitario
Michoacán, no incondicional
Julio Hernández López
La Profesora le dio medio abrazo del diablo a una de sus debilidades políticas, el jefe del gobierno de la capital del país. En una entrevista de pocas frases que le fue hecha por Pablo Ordaz para el diario español El País, Elba Esther Gordillo tejió una rápida disertación sobre la fama, aceptando que la propia es mala, y que ello le obliga a tener cuidado al apoyar a tal o cual candidato, pues bien sabe que si digo que este país necesita ahora un gran pacto, y que el candidato que más me gusta es Marcelo Ebrard, tal vez pueda estar perjudicando al señor.
Gerente general y accionista mayoritaria del negocio de la operación electoral sindicada, Gordillo diversifica su portafolio de inversiones: en Michoacán satisface el mayor interés felipista de lo que resta del año electoral, es decir, la posible asunción de la hermana Cocoa I, mientras demuestra que sabe mover el abanico partidista cual excepcional marquesa: en el PAN deja correr la versión de que apoya la engominada candidatura de Alonso Lujambio, el compañero de banca laboral del yerno subsecretario en jefe, aunque todo apunta a que el arreglo verdadero está en vías de cerrarse con otra cabellera con gel, la del estado de México, donde la hija, Mónica Arriola, ya hizo presentaciones electorales de prueba en los pasados comicios, en los que lo más destacado fueron las chapas de Eruviel. Y, por si fuera necesario, sostiene por allí la posibilidad de acabar dando ayuda a Ebrard, la pieza de presunta izquierda que podría ser habilitada sin problema en diversos casilleros ideológicos de última hora si las circunstancias así lo requirieran. PAN, PRI o PRD: todo cabe en un Panal, sabiéndolo acomodar.
En el breve diván periodístico, la Profesora soltó algunas perlas: No soy Dios. He cometido errores, y su enamoramiento de sí misma, sin ninguna duda. Yo amo a Elba. La amo, y su patriotismo que no fácilmente es percibido, pues lo crean o no lo crean, mi causa es México. E incluso, en momentos de arrebato que los especialistas en esos temas sabrán descifrar, el enojo frente a las acusaciones amlistas de que participó en el fraude electoral de 2006 para imponer a Calderón: Miente. El señor miente. El señor perdió. No hay más. Miente. Lo único que puedo decir es que miente. Perdió. Perdió. No quedó en la entrevista ningún registro de magistrales agujas encajadas a un muñeco de vudú con alguna etiqueta de Morena.
Humberto Moreira emergió de la sesión sabatina del Consejo Político Nacional del PRI con un mantra que no sólo devela aspiraciones sino, sobre todo, preocupaciones. Unidad, unidad, unidad. No habrá ruptura, no habrá ruptura. Cantaleta con frases distintas y un solo copete verdadero: la mejor manera de frenar al PRI en su camino de retorno a Los Pinos podría provenir solamente de una fractura por las malas formas de imposición del candidato ya tan cantado pero aún entrampado por los acuerdos Peña Nieto-Beltrones que implican desahogar una agenda de discusiones internas sobre procedimientos de selección de ese aspirante, y de compromisos y objetivos de la campaña de 2012. No debería haber demasiado margen para equívocos, pues el todavía gobernador del estado de México pareciera estar sobre rieles, pero pudiera ser que lo glamoroso fuese perdiendo fuerza cuando quedara en terreno abierto, luego de entregar el mando, o cuando entrara a ese terreno difícil para él que es el del debate o la propuesta razonada, sin teleprompter. En una de ésas, el nerviosismo autoritario aflora, o se cometen errores que parecerían infantiles. Por eso es que Moreira prefiere refugiarse en el sánscrito, e invocar lo unitario como esperanza de gaviotismo deseoso de aterrizar.
En la tierra de la Cocoa Presidencial (su hermano es presidente virtual del comité nacional panista), Andrés Manuel López Obrador también convocó a la unidad, al darle un apoyo no incondicional al senador con licencia Silvano Aureoles, identificado con la corriente y las prácticas de las García que en Zacatecas ya demostraron cuán honesto y exitoso puede ser un gobierno de izquierda. Aureoles es rechazado en voz baja y en maniobras discretas por diversos grupos del propio PRD en Michoacán, al grado de que corre la versión de que el gobernador Leonel Godoy preferiría la victoria del priísta Fausto Vallejo. Así, sobre aviso no debería haber engaño, pero AMLO ha dado ese peculiar apoyo a Aureoles, advirtiendo que si no le cumple al pueblo (...) lo vamos a señalar, a cuestionar y se impulsará la posibilidad de la revocación de mandato.
Astillas:
No todo han de ser malas noticias ni triunfos futbolísticos: México acaba de tener la mejor actuación de su historia, con cuatro medallas de bronce en una Olimpiada, la internacional de Física que se realizó del 10 al 18 de julio pasado en Bangkok, Tailandia. En esta competencia participaron 83 países, con un total de 393 estudiantes de nivel medio superior. Los mexicanos ganadores fueron Edgardo Daniel Espinosa Ruiz (SLP), Carlos Mauricio Villegas Burgos (DF), Didier Omar Gamboa Angulo (Yucatán) y Elmer Guardado Sánchez (NL), quienes, junto con otros estudiantes, se prepararon durante al menos dos años, bajo la guía de profesores y entrenadores. El coordinador de los trabajos rumbo a las mencionadas olimpiadas es Víctor Romero Rochín, de la Sociedad Mexicana de Física, que promueve, organiza y patrocina todo lo relacionado con esas competencias, tanto en las etapas nacionales como en el plano internacional... Y, mientras Mario Ignacio Mata, abogado del joven testigo al que en Presunto culpable se convirtió mediante ediciones en el villano de la película, denuncia irregularidades jurídicas en entrevista que hoy publica La Jornada (nadie acusó a Toño, por ejemplo, de disparar un arma de fuego, sino de coautoría del homicidio), ¡hasta mañana, con un niño en Puebla como dolorosa representación de la tragedia nacional: ir despertando sin saber que le han amputado parte del cuerpo por culpa de errores, olvidos o circunstancias derivadas de la siembra de guerra por doquier!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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