Entre porras y vítores fue recibido el Turibús que transporta a los jóvenes de la sub-17, tras un recorrido por algunas calles del DF.
La Jornada en línea
Publicado: 11/07/2011 11:58
México, DF. Más de cuatro mil personas reunidas en el Ángel de la Independencia vitorearon, gritaron y hasta le cantaron el “Cielito lindo” a los integrantes de la Selección Mexicana Sub-17 por su campeonato en la Copa del Mundo México 2011.
Uno de los momentos de clímax fue cuando el técnico Raúl Gutiérrez y el capitán Antonio Briseño, levantaron el trofeo ante la multitud que se mostró eufórica ante tal acción.
El grito de ¡México, México! lo volvieron a escuchar los llamados niños héroes, desde que empezaron el recorrido en el hotel de concentración, pero el volumen aumentó cuando se acercaron a la estatua de la Diana Cazadora, cuando empezó el gran recibimiento hacia el Ángel.
Las banderas volvieron a ondear en lo más alto, por la mano de los espectadores que también mostraron cartulinas con los nombres de varios de los integrantes del Tricolor.
En el turibús del conjunto campeón, los seleccionados respondieron con ademanes victoriosos al levantar los brazos en lo más alto y responder con una sonrisa y movimientos de un abrazo, para la afición que los coreó como sus héroes.
El recorrido por el círculo del Ángel de la Independencia fue lento y los aficionados siguieron el turibús hasta la glorieta de La Palma, en una muestra de no dejarlos ir para prolongar la celebración.
Familias enteras que llegaron de los estados de México, Puebla y Querétaro, entre otras regiones, agitaron sus banderas mientras el transporte recorría la Avenida Reforma.
Asimismo, el camellón de Paseo de Reforma lució repleto de aficionados desde la Glorieta de la Diana Cazadora hasta el Ángel de la Independencia.
Entre gritos de ¡México, México! y con el trofeo en las manos, los jóvenes integrantes de la selección Mexicana abordo de un Turibús realizaron un recorrido por algunas avenidas de la ciudad de México para continuar con la celebración por el bicampeonato obtenido luego del triunfo de ayer de 2-0 ante Uruguay en el estadio Azteca.
Aficionados junto con los llamados niños héroes iniciaron la fiesta mientras que decenas de personas los escoltaron en automóvil y otros tantos corrieron al lado del autobús que los transportó sobre las avenidas Periférico y Reforma, que se volvieron en una auténtica sinfonía de claxons.
Francisco Guzmán lució un bello sombrero de charro, mientras que Julio Gómez exhibió el vendaje en su cabeza, que se ha vuelto característico entre los aficionados que lo adoptaron como un símbolo, en tanto Casillas estampó sus primeros autógrafos sobre algunas playeras.
Ya en el Ángel, antes de partir a Los Pinos, la eufórica afición le dio una estruendosa ovación a los seleccionados.
A las 13:30 de la tarde el autobús que transportaba a los jóvenes campeones se enfiló rumbo a Los Pinos y en la residencia oficial el presidente Felipe Calderón felicitó a los integrantes de la selección de futbol y resaltó la "técnica notable" que exhibió la víspera para coronarse campeones de la categoría sub 17.
Ante los futbolistas y el cuerpo técnico del equipo nacional, el Ejecutivo federal dejó claro que a partir de ayer, con su triunfo “México no va a ser el mismo de antes”, y los definió como “dignos campeones del mundo”.
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