Regresa al PRI como recaudadora de fondos para la campaña a gobernador de Miguel Riquelme
Juan Monrreal López
Abril 7 del 2015
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Torreón, Coahuila.- Perdonada por la mafia moreirista que ahora dirige el gobernador Rubén Moreira Valdez y en La Laguna representa el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme Solís, la antes poderosa, ex diputada local,ex diputada federal,- pero sobre todo, omnipotente y omnipresente operadora política del ex secretario de Gobierno en la época de Enrique Martínez y Martínez (MaryMar), Raúl Sifuentes Guerrero-, Laura Reyes Retana Ramos, retornó al seno del PRI, después de 9 años de permanecer castigada por los hermanos Moreira, Humberto y Rubén(Valdés & Valdez), capos políticos coahuilenses en éstos últimos 10 años.
Filtrado primero, el retorno de Laura Reyes Retana se dio oficial el pasado 24 de marzo. Ese día, se hizo público el nombramiento como directora de Catastro municipal. Según Reyes Retana, el puesto lo aceptó “por invitación del alcalde”, y además “porque me gusta el servicio público&, según declaró.
El trasfondo; será uno de los recaudadores del alcalde con el objetivo de reunir fondos para la preparación de la candidatura del PRI a la gubernatura, según dijeron priistas a Demócrata Norte de México.
Parte integrante de la llamada “Burbuja” política construida por Raúl Sifuentes Guerrero,-hoy dirigente del partido Movimiento Ciudadano en Torreón-, la nueva directora del Catastro, siguió en las rabietas políticas a Sifuentes Guerrero, una vez que Humberto Moreira forzó a Enrique Martínez y Martínez, a convocar el voto directo de las bases del tricolor para designar candidato a gobernador el 17 de julio del año 2005.
Los resultados ya se conocen para desgracia de Coahuila.
Para Laura Reyes, fueron 9 años en la banca de la nómina pública. Época de limitaciones económicas, carencia de poder e impunidad.
El poder y el dinero, Laura Reyes Retana, lo había acumulado a la sombra de Raúl Sifuentes Guerrero, bajo el cobijo priista del gobierno del plutócrata Enrique Martínez y Martínez, hoy secretario de SAGARPA.
La mafia encabezada por Enrique Martínez y Raúl Sifuentes, le habían entregado en bandeja de maleantes la diputación local, luego,-después que perdió la presidencia municipal contra Guillermo Anaya Llamas en el año 2002-, la dirección del Instituto Coahuilense de las Mujeres, hasta convertirla en diputada federal en la LIX Legislatura, espacio desde donde renunció al PRI el 2 de febrero del 2006, cuando Humberto Moreira Valdés y su banda les cerró toda posibilidad de permanecer en algún espacio de poder en el gobierno coahuilense.
Ya indultada por la mafia moreirista, 9 años después, regresa a servir a su ex sirviente, el alcalde Miguel Ángel Riquelme Solís, jefe del moreirismo en La Laguna, ya desenfrenado con la ambición de ser gobernador de Coahuila.
El papel de Laura Reyes Retana “es recaudar, conseguir fondos para la campaña de Riquelme (Solís), bajo cualquier medio; ese es el encargo para Laura (Reyes)” dicen priistas a Demócrata Norte de México, por eso “ha sido perdonada”.
Laura Reyes-Retana Ramos, del Monstruo Verde de Raúl Sifuentes al moreirismo
La carrera política de Laura Reyes Retana, es trayectoria de traiciones, de incongruencias, de abuso de poder.
Uno de los primeros hechos de traición de su biografía en el servicio público, fue la filtración de documentos del SIMAS-Torreón, cuando lo dirigía el corrupto, Ariel Berrueto Pruneda, quien posteriormente fue perdonado del desfalco contra la paramunicipal por Jorge Zermeño Infante, con tal de “gobernar en paz”.
Corruptos a vistas, la administración del SIMAS, pero también el gobierno del ex alcalde depuesto Mariano López Mercado, el gobernador Rogelio Montemayor Seguy, buscó afanoso la posibilidad de deshacerse de Ariel Berrueto y Mariano López Mercado.
Rápido el gobernante encontró su garganta profunda en Laura Reyes-Retana Ramos, quien sustrajo documentos oficiales, no para transparentar la administración, sí para entregarlos a “periodistas y medios amigos” que socavaran la poca credibilidad del gobierno municipal de López Mercado.
Después, traicionaría al propio Rogelio Montemayor Seguy, cuando optó por apoyar a Enrique Martínez y Martínez y no al candidato montemayorista, el empresario Jesús María Ramón Valdés.
Laura Reyes-Retana Ramos, cobró rápido sus servicios en la corte de Martínez y Martínez. Pronto la hicieron diputada local, curul donde impulsó leyes contrarias a la equidad de género.
Con igual prontitud,- quebrando la Ley electoral de Coahuila-, convirtió su casa en centro de reuniones y tertulias para buscar apoyos de empresarios, políticos, comerciantes y “gente bonita” a las que servía viandas caras, caviar, salmón ahumado, jamón serrano, quesos europeos, alcoholes finos en whisky, coñacs, tequilas, vinos tintos, blancos, rosados y por supuesto todo amenizado por la Camerata de Coahuila, en esos ambientes que crea el poder al ejercerlo con abuso.
Con todo, Laura Reyes-Retana Ramos fue derrotada el 29 de septiembre de 2002 por Guillermo Anaya Llamas, con la ausencia en las urnas del 52 por ciento de los votantes.
Vencida, Laura Reyes-Retana regresó a la nómina estatal como directora del Instituto Coahuilense de las Mujeres, protegida por Raúl Sifuentes Guerrero, para desde allí preparar el camino hacia la diputación federal en 2003.
Laura Reyes-Retana Ramos, volvió a perder; ahora frente a Jesús Vicente Flores Morfín del PAN; sólo que el PRI impugnó los resultados. La elección volvió a desarrollarse,-ahora con mayores recursos del gobierno del estado a la protección de Laura Reyes-, con lo que “la cara femenina del martinismo-sifuentismo, ganó la elección que la llevó al llamado Palacio Legislativo de San Lázaro.
La participación ciudadana apenas llegó al 29.8 por ciento del padrón electoral.
La llamada “diputada costurita,- por aquello de las puntadas que se le ocurrían-”, ganó raspada a Flores Morfín, pese a la inyección ilegal de recursos económicos y en especie, además de la campaña negra en los medios orquestada por el locutor Jorge Arturo Torres Vargas y Fernando López Pérez,- entonces corresponsal de La Jornada y actualmente director administrativo estatal de SEDESO-, junto con el pull de periodistas y medios al servicio de Raúl Sifuentes y Enrique Martínez y Martínez.
Aun así, la diferencia de votos fue mínima. Apenas 4 mil votos.
Desde el Congreso, Reyes-Retana, trató de amarrar alianzas para el proyecto político sifuentista. Nada logró.
Además, sin talento político, ella y su jefe Raúl Sifuentes, no contaban con la horda de delincuentes promotores del voto que Humberto Moreira Valdés había formado desde el CONAFE, INEA, la SEPEC, así como desde la presidencia de Saltillo; sumadas las alianzas torvas que Rubén Moreira realizó con poderes ilegales y de facto a lo largo de la geografía coahuilense.
En los conclaves efectuados entre los precandidatos a la gubernatura para definir el cómo y el quien sería candidato del PRI en 2005, el entonces patrón de Reyes-Retana, Eduardo Olmos, Miguel Riquelme Solís, Jorge Luis Morán Delgado, entre otros, ni siquiera apareció en el listado de la elección interna priista. Raúl Sifuentes Guerrero, prácticamente fue echado del PRI.
Para el 2 de febrero del 2006, la nueva directora del Catastro municipal de Torreón, en entrevista banquetera anunció su renuncia al PRI.
Su hijo, Javier Armendáriz Reyes-Retana, presidente de las fuerzas juveniles del tricolor en Torreón, había divulgado el 19 de enero de ese año, la retirada del tricolor.
Después cayó la noche política y económica por 9 años, sobre quien fuera la mujer más poderosa del martinismo-sifuentismo.
Ahora regresa a servir a su ex sirviente desde el catastro, con el firme objetivo de hacerlo gobernador, con la tarea de ayudar en reunir al menos 500 millones de pesos para la campaña del 2017.
Laura Reyes-Retana, hasta con el Peje buscó revancha contra los Moreira
Echada del PRI, Laura Reyes-Retana, Raúl Sifuentes Guerrero, José Luis Dovalina, Jorge Luis Morán Delgado, se montaron a la ola de la “Alianza por el Bien de Todos”, que lideraba Andrés Manuel López Obrador, quien luchaba por la presidencia de la República en 2006.
Montaron mesas de afiliación en la explanada de la presidencia municipal, reclutaron antiguos priistas que fueron parte del Monstruo Verde, e incluso, llegaron a plantarse en la protesta del Paseo de la Reforma en México D.F.
Nada consiguieron.
Ni siquiera consolidar la fuerza del Monstruo Verde.
Así que poco a poco, el berrinche pataleo de quienes fueron los segundos funcionarios,- Sifuentes, Reyes-Retana-, más poderosos del gobierno de Martínez y Martínez, se diluyó.
Después Javier Armendáriz Reyes-Retana, retornó a la marranera priista.
Luego Jorge Luis Morán Delgado,-actual secretario del Ayuntamiento-, regresó ofertando el servicio de espionaje y escaneo de teléfonos que había construido en todo el estado, cuando fue parte del equipo de Raúl Sifuentes Guerrero, según dijo un funcionario de la secretaría de Gobierno a este medio.
Laura Reyes-Retana Ramos, retorno sin gloria al trochil priista
Aunque Javier Armendáriz Reyes-Retana, renunció al PRI, pronto a través de los vasos comunicantes existentes,- favores, negocios turbios, relaciones mutuas-, entre quienes se han formado en un mismo grupo político, Eduardo “Lalito” Olmos Castro lo rescató para la campaña municipal del año 2009.
Ganada la presidencia, Olmos Castro ubicó a Javier Armendáriz como director Jurídico del SIMAS- Torreón, donde se le recuerda por la incompetencia, altanería y ostentosidad.
Con un salario medio, Armendáriz Reyes-Retana usaba vehículos con valor mínimo de 600 mil pesos, imposibles de pagar con los sueldos de la dependencia, dijeron trabajadores de SIMAS a Demócrata Norte de México.
Según estos empleados, Javier Armendáriz estructuró una red de corrupción con los grandes usuarios del sistema de aguas de la ciudad a los que condonaba gran parte de los adeudos y cobraba en efectivo una porción del débito, cantidad que iba a parar a la bolsa de los funcionarios de acuerdo a la jerarquía, subrayan los funcionarios de SIMAS a Demócrata Norte de México.
Por ello, mucha papelería aún vigente no existe en archivo, afirman.
Ahora, después de 9 años, vuelve Laura Reyes-Retana Ramos, como directora de Catastro, pese al “coraje de priistas que han picado piedra todos estos años”, buscando ser compensados con un lugar en la nómina.
Las miras de Miguel Ángel Riquelme Solís, son reconstruir el antiguo grupo conocido como La Burbuja, sólo que hoy bajo su férula.
Laura Reyes-Retana, “tiene ya la encomienda, recaudar la mayor cantidad posible de dinero para que Riquelme Solís, gane la gubernatura. La meta son al menos 500 millones de pesos”.
Por lo pronto, Reyes-Retana regresa al seno del partido que le ha dado todo; poder, dinero, impunidad y en este momento hasta la posibilidad de contender por una diputación, “según sean los resultados de su trabajo”.
jmonrreall@yahoo.com
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