Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Abril 9 de 2015
La indignación ciudadana constituye una reacción elemental ante la infame corrupción que corroe a las instituciones de este país y delante de los políticos que se sirven de ellas impunemente conduciéndonos a un mundo de degradación política cuyos límites no se avizoran todavía.
Como ya lo habíamos comentado, el partido Verde Ecologista, que a fin de cuentas no es ni verde ni ecologista, porque en verdad ha madurado mucho al superar en corrupción a su siempre aliado el octogenario tricolor, pero cierto es que el que se dice Verde acumula 8 multas y por ellas 180 millones de pesos, que si los paga será con tus impuestos, ese esperpento viola las leyes de la competencia electoral, trabaja con mentiras; un ejemplo, contrató casi 300 supuestos informes de labores de sus diputados y senadores; miles, casi trescientos mil impactos pagados y difundidos. No hubo tales informes, porque nunca los han dado, sólo eran spots para promover a su partido; también hizo contratos con Cinemex y Cinépolis, los que el INE ordenó que fueran suspendidos, pero el prepotente Verde no los suspendió.
Los verdes están mandando tarjetas para descuentos en restaurantes, ¿de dónde sacaron los datos?, evidentemente del padrón electoral, cosa que es ilegal. El Verde dice, yo ya pedí que las suspendan, pero la empresa contratada, las sigue entregando.
En Coahuila me han enviado mensajes en donde la tarjeta dice: “Felicidades y muchas gracias por ser Verde”. Pero estos ciudadanos no tienen ninguna relación con eses partido y les indigna que el Verde se tome la atribución de enviar esas tarjetas y tomarlos como afiliados, cuando es mentira.
El Verde es un partido que se burla de la ley, por eso desde la sociedad civil, a través de la plataforma Change.org, cientos de miles de ciudadanos están solicitando al INE y al Trife que al PVEM le sea cancelado el registro, la solicitud la firman connotados ciudadanos académicos e investigadores mexicanos, como Sergio Aguayo, Denisse Dresser, Eduardo Huchim, Alfredo Figueroa y Edgardo Buscgalia, entre muchos otros. ¿Qué esperan el INE y el Trife para quitarle el registro a ese falaz partido, espera acaso el permiso del PRI?
¿Cuántas veces debe violar las leyes el PVEM para que la autoridad electoral diga, “basta” y le quite el registro a ese seudo partido ecologista.
En Coahuila los ciudadanos de San Buenaventura llevan más de un mes protestando contra un alcalde cínico y corrupto que exigen sea destituido, pero no hay autoridad que los atienda. Por su parte el Grupo Empresarial de la Laguna (GEL) se pronunció en contra del descuento del 20 por ciento que pretende cargarle a constructoras el Gobierno de Coahuila que les adeuda obras que hicieron hace años, dijo Carlos Rangel, presidente de Canaco Torreón. Pero también tenemos la megadeuda, de la que este gobierno se desentiende de buscar responsables y además recordemos a los desaparecidos de cuya búsqueda llevamos años esperando resultados.
Ciertamente la indignación es un resorte que promueve el cambio frente a situaciones que resultan inaceptables, sin esa reacción, ante la mentira y la simulación los ciudadanos se quedan en el pragmatismo cerril sin horizonte y sin valores en donde el fin justifica los medios y ante ello no hay más que pasividad y cinismo.
La indignación mueve al activismo organizado sin temor a la política: ecologistas, defensores del medio ambiente, de los derechos de la niñez, de migrantes, feministas han dado un vuelco a la cultura de pasividad construyendo diagnósticos, puliendo propuestas, realizado denuncias y movilizaciones y dado visibilidad pública a sus preocupaciones y programas; de manera que usted elija frente a la pasividad y la sumisión o la defensa de sus derechos, la decisión es suya. ¿Seguiremos sosteniendo a un gobierno rapaz y depredador?
No hay comentarios:
Publicar un comentario