Las prestaciones a burócratas no siempre se destinan a ese fin, afirman expertos del Tec
*Sobre el crecimiento del gasto corriente en salarios y beneficios a funcionarios, no sólo no aumentó, sino que se redujo 3%, indicó
Víctor Cardoso
La Secretaría de Hacienda rechazó sendas acusaciones sobre transferencias indebidas de recursos por subejercicios del gasto a fideicomisos y fondos, lo mismo que un crecimiento del gasto corriente en salarios y prestaciones de funcionarios públicos. Es “impreciso”, calificó.
*Sobre el crecimiento del gasto corriente en salarios y beneficios a funcionarios, no sólo no aumentó, sino que se redujo 3%, indicó
Víctor Cardoso
La Secretaría de Hacienda rechazó sendas acusaciones sobre transferencias indebidas de recursos por subejercicios del gasto a fideicomisos y fondos, lo mismo que un crecimiento del gasto corriente en salarios y prestaciones de funcionarios públicos. Es “impreciso”, calificó.
La dependencia se refirió concretamente a las acusaciones del auditor Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, sobre supuestas transferencias a indebidas por 120 mil millones de pesos a fideicomisos y fondos federales. Adelantó que “aclarará las observaciones que contiene el informe (de la ASF) conforme a los tiempos establecidos en la legislación aplicable”.
No obstante, adelantó que en cuanto a supuestos subejercicios en seguridad pública, los recursos fueron entregados y la declaración del auditor “no corresponde al gobierno federal”.
En el mismo tenor la SHCP se refirió al aumento del gasto corriente y afirmó que “de hecho, las remuneraciones a los trabajadores del sector central no sólo no aumentaron, sino que se redujeron 3 por ciento en términos reales, al mismo tiempo que los servicios personales de los órganos autónomos, como Poder Legislativo, Judicial y la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) aumentaron 54.4 por ciento”.
La SHCP reaccionó a ambas acusaciones y críticas a través del Informe semanal emitido por la vocería de la dependencia, y donde se afirma que “el gasto público se destina fundamentalmente a actividades prioritarias”.
Sostuvo que los servicios personales como son sueldos y salarios de los funcionarios públicos, “es lo que menos contribuyó al aumento del gasto corriente durante los últimos ocho años. Entre 200 y 2008, añadió, el gasto corriente disminuyó 7.5 puntos porcentuales como proporción del programable total, “dando lugar a una significativa expansión del gasto de capital, lo que desmiente las afirmaciones de que la evolución reciente del gasto corriente ha perjudicado la inversión pública y el crecimiento económico.
Labores de verificación
El jueves de la semana pasada, el auditor Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, declaró que en su primer año, el actual gobierno incurrió en un subejercicio por 120 mil millones de pesos del gasto público que habrían sido depositados en fideicomisos, fondos y mandatos de la federación.
A esto la SHCP respondió: “es importante señalar que el monto referido no correspondió a subejercicios en ese año; más bien dichos recursos correspondieron en su mayoría a programas devengados de las dependencias. La parte restante correspondió a la aplicación de los ingresos excedentes que se generaron en el año al amparo del artículo 19 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y que, conforme a las disposiciones aplicables, se determinan al cierre del ejercicio presupuestario.
“Asimismo, conviene aclarar que otro componente de recursos se destinaron al Fondo de Infraestructura (Findra) y al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) cuya fuente de financiamiento fueron los ingresos excedentes del ejercicio fiscal. En este sentido, es importante señalar que tratándose de recursos públicos devengados y de aportaciones a fondos y fideicomisos en cumplimiento a lo dispuesto en la ley, no se puede calificar los mismos como subejercicios”.
Erogaciones del gobierno no tienen impacto positivo
Las prestaciones que la administración pública paga a sus funcionarios “son un gasto corriente que no está debidamente transparentado y que no necesariamente se destina a cubrir las necesidades básicas de los servidores públicos, ya que en muchas ocasiones es muy superior al gasto destinado al ISSSTE, pensiones y otros esquemas de protección”, establece un estudio realizado por investigadores del Tecnológico de Monterrey.
A manera de ejercicio, los estudiosos realizaron una muestra del gasto en “servicios personales” de 17 secretarías y organismos federales, donde encontraron gastos por ese concepto superiores a 6 mil millones de pesos y clasificados en muchos casos sólo como “otras prestaciones”.
Este gasto resulta equivalente a 17.3 por ciento de los 35 mil millones de pesos que la SHCP pretende recortar como parte del Programa de Ahorro y Medidas de Austeridad, anunciado el pasado 28 de mayo.
Los investigadores del Tec de Monterrey que participaron en la elaboración del reciente estudio Perspectivas económicas 2009 concluyen que, en términos generales, “el ejercicio del gasto (gubernamental) no ha generado un impacto positivo”, pues sólo en el primer trimestre del año “existió un subejercicio de 7 mil 500 millones de pesos”, en particular en los ramos de Comunicaciones y Transportes, por 3 mil 300 millones; en Medio Ambiente y Recursos Naturales, por 947 millones; en el de la SHCP, de 892 millones; Salud, 575 millones; Desarrollo Social, por 492 millones; Turismo, por 243 millones, y Economía, 196 millones.
El problema, puntualiza el documento, es que muchos de esos ramos del sector público “constituyen elementos esenciales de los programas de apoyo a la economía y el bienestar social anunciados en los meses pasados por el gobierno federal, siendo su subejercicio una ineficiencia preocupante para la situación del país”.
Dónde quedó la bolita
Para los investigadores del Tec, “antes de buscar elevar las tasas impositivas en el consumo o la renta, el gobierno federal debería resolver su problema administrativo”, debido a que el gasto corriente se ha convertido en “un lastre para la sociedad”.
Dentro de la investigación se descubrió que de entre algunos ejemplos representativos tan sólo la Secretaría de Educación Pública (SEP) registró un gasto de 3 mil 735 millones de pesos en servicios personales, lo que representó 61.5 por ciento de la muestra. De estos recursos, mil 178 millones (31.5 por ciento del total) se contabilizaron como “por antigüedad”, y por “gratificación de fin de año o aguinaldos” se aplicaron 907 millones, 24 por ciento de lo ejercido.
En la Presidencia de la República, dice el documento, los gastos personales sumaron 97.7 millones de pesos, de los cuales los clasificados como “otras prestaciones” sumaron 65.4 millones. Para el mismo renglón, pero en Gobernación, se observó que el seguro de separación individualizado “se constituye en el principal componente del gasto”.
Hacienda, “en su sector central, ejerció 142.7 millones de pesos en prestaciones, de los cuales 31 millones fueron aguinaldos o gratificaciones de fin de año; 6 millones a estímulos por puntualidad o productividad; 1.7 millones por ‘nota buena’; 40.9 millones por el seguro de separación individualizado y 20.4 millones por otras prestaciones”.
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