Captar la atención de los jóvenes votantes es el anhelo de muchos partidos políticos, pero sólo lo ha logrado el movimiento en favor del voto nulo, que nació y creció en las herramientas de internet: blogs, Facebook, Twitter
Evangelina Hernández y Sara Arellano
Evangelina Hernández y Sara Arellano
El Universal Domingo 28 de junio de 2009
Hartazgo. Esa palabra se ha convertido en el motor que mueve a colectivos, organizaciones sociales e individuos que para manifestar su desencanto por la forma de hacer política en México, decidieron lanzar su propia campaña enarbolando la bandera del voto en blanco y el voto nulo.
Se trata de un movimiento que nació y creció utilizando las herramientas de internet: blogs, Facebook, Twitter. Una movilización que ha logrado lo que muchos partidos políticos anhelan: captar la atención de los jóvenes votantes.
La campaña en favor del voto nulo se difunde desde mayo en cientos de sitios en internet. En la web, sus impulsores se disputan con los partidos políticos la última decisión de los electores, sobre todo de los jóvenes, que representan 30% del padrón electoral.
Frustrarles la fiesta a los políticos
Precisamente fueron jóvenes de Jalisco quienes comenzaron el movimiento del voto nulo. “Nos preguntamos cuál era la mejor manera de utilizar nuestro voto ante la falta de opciones partidistas. La idea del voto nulo nació ante la desesperanza de que ni el gobierno de nuestro estado ni el de México nos ofrecieron alternativas para atender la problemática que tiene enferma a la sociedad y al país”.
Etienne Von Bertrab, Carlos Páez Agras y Jorge Sul de la Cueva son parte de Plataforma 39, organización que nació con una causa ecologista al denunciar la contaminación de los ríos de la zona conurbada de Guadalajara. Ahora, en tiempos electorales añadió una causa más: la promoción del voto nulo.
Su movimiento, aseguran, despertó el interés de miles de jóvenes que en otras épocas se mostraban desinteresados en la política, no solían emitir sus opiniones y participar. Los miembros de Plataforma 39 aseguran que en mayo decidieron “hacerle más complicada la fiesta a los partidos. La sorpresa fue que en una semanas ya teníamos un grupo muy numeroso de gente que empezó a seguirnos desde diferentes estados de la República”.
“Ciberpolítica” juvenil
Jorge Sul de la Cueva, encargado del trabajo multimedia en el blog votosnulos.com, compara el primer post que enviaron con la experiencia de lanzar al mar una botella con un mensaje. Él mismo se sorprende de la respuesta que se dio en internet, sobre todo entre las redes sociales. “Nos alimentamos de otros blogs, de información de los periódicos, intercambiamos comentarios”.
Hasta ahora, señala, todo su movimiento se ha sustentado en la red. Será hasta el 30 de junio, durante la Asamblea Nacional a la que convocan y para la cual aún no tienen sede, cuando se conocerán y comprobarán si su campaña tiene futuro.
“Nuestra apuesta es refundar el régimen, no hacerle más parches, no depositar nuestra confianza en los individuos de los partidos. Para eso, antes de las elecciones vamos a reforzar nuestra campaña, utilizando los mensajes de texto por celular, repartiendo propaganda e informando a la gente en las calles sobre las razones de anular el voto”, señala Carlos Páez.
Octavio Islas Carmona, director del Proyecto de internet en el Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que la incipiente cultura digital que hay en el país tiene como protagonistas a los jóvenes, ellos, dice, usan la web como un espacio de socialización. “Son terriblemente críticos y es muy difícil ganarse su atención. La política y los políticos les aburren, sobre todo porque los partidos y sus candidatos desconocen el lenguaje de las redes sociales y se expresan en estos ambientes digitales de la misma forma que lo hacen en el mundo análogo, o sea como en la época de los dinosaurios”.
Al respecto, Ravi Singh, colaborador en la campaña de Barack Obama, y a quien se le conoce como el “gurú” estadounidense de la mercadotecnia señaló recientemente que los políticos mexicanos ven a la web como algo de los jóvenes, como una moda, no han entendido que “todo gira en torno a dar poder a la gente, a escucharlos, en lugar de hablarles. Los políticos no tendrán otra opción que usar esta tecnología”.
Sitios como yoanulomivoto.com, votaenblanco.org, mexicovotonulo2009.com, impresionpolitica.com, promocionavotoenblanco.com, redesciudadanasjalisco.com, así como cientos de cuentas en twitter y facebook, fueron creadas ex profeso para emitir comentarios, críticas y posiciones sobre las decisiones electorales del próximo 5 de julio.
Como muestra el post publicado por La musa invisible el 23 de junio pasado, en su blog de Wordpress: “Que tristeza no poder estar discutiendo ideas, propuestas, no saber porque plataforma decidirse, ver las opciones y tener algo que defender, alguien en quien creer. Pobre México, este país definitivamente es tan maravilloso que vive y respira a pesar de y nunca gracias a sus políticos” [sic].
Un instrumento “imperfecto”
En las últimas tres semanas, abstencionistas, defensores del voto, detractores de él, analistas políticos y ciudadanos se han enfrascado en un debate sobre sufragar o no.
José Woldenberg, ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral, defiende la idea de votar por “el menos malo”. Otros más radicales, como el grupo Acción Revolucionaria de la UNAM, proponen no acudir a las urnas y quemar en el Zócalo la propaganda electoral de los partidos políticos. También hay quienes, como el empresario Alejandro Martí que encabeza la organización México SOS, condicionan su voto al compromiso, ante notario, de los candidatos a cumplir con sus promesas de campaña.
Estas posiciones tan diversas coinciden en un punto en común: los partidos y sus actores se han alejado de la agenda social, no ven, no oyen y olvidan a los electores al día siguiente de la jornada electoral.
Denise Dresser, analista política y académica del ITAM, está entre quienes difunden la propuesta de marcar la boleta electoral con el nombre de “Esperanza Marchita”. “Considero que vivimos en una democracia disfuncional: funciona muy bien para los partidos y muy mal para los ciudadanos, porque carece de ingredientes fundamentales, como la reelección, las candidaturas ciudadanas, el referéndum o el plebiscito”.
La analista política reconoce que los promotores del voto nulo, muchos de ellos jóvenes, “están mandando el mensaje de que la participación política no tiene que pasar por los partidos, que se vale hacer política de otra manera. Nadie está clamando por el golpe de estado”.
Esta campaña, dice, ha tomado fuerza por el contenido esperanzador, por la idea de que el sistema político es perfectible y se puede remodelar. También reconoce que se trata de un movimiento incipiente porque no hemos sido educados para la ciudadanía. “El sistema autoritario nos dejó un país de ciudadanos que no saben serlo, que no entienden sus derechos ni como pelear por ellos”.
Y aunque reconoce que el voto nulo es un instrumento “difuso e imperfecto”, advierte que con esta acción se busca sancionar a aquellos que elegimos, impulsar la consolidación democrática que ha faltado, transformar el sistema de formación de élites en un verdadero sistema de representación ciudadana.
En la página mexicosos.com, Onésimo Flores, posteó: “Anular el voto en la elección de julio es como jugar al Maratón y desear que gane la ignorancia. Los promotores de la idea, que ya circulan invitaciones en internet, creen que si suficientes mexicanos damos la espalda al sistema político, los ‘jugadores’ —tanto el Gobierno como la oposición— se pondrán a trabajar en serio contra el crimen. Según ellos, si pierden todos los partidos políticos, gana México. La idea es interesante pero no me convence”.
En este sitio el empresario Alejandro Martí encabeza un movimiento en el que pide a los candidatos se comprometan ante notario público a cumplir sus promesas de campaña.
En entrevista, Martí advierte que estos movimientos “son generados por el repudio total a los partidos políticos y al actuar político”, que se caracteriza por “la irresponsabilidad”. El empresario señala que “las campañas carecen de contenido.
Este ejercicio del 5 de julio, dice Martí, representará “el voto del repudio, del asco, del hartazgo y del gran dolor de ver que con nuestro dinero se separan del pueblo. Esto ya no puede seguir así, tenemos que regresarle el empoderamiento a la ciudadanía y equilibrar las fuerzas para que este país prospere”.
En la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, elaborada por la Secretaría de Gobernación y difundida en 2008, se muestra que sólo 4.6% de la población expresa tener confianza a los partidos políticos y 8% aprueba la forma en que realizan su trabajo los legisladores.
¿Y después del 5 de julio?
El usuario de youtube, con la clave LOPHOPHORA22, se enfrascó en una discusión con otros cibernautas y su conclusión fue: “El problema con eliminar tu voto es: ¿qué sigue después de votar nulo? En mi opinión no es posible salir a votar nulo y después quedarte aplastadote esperando el cambio. Después del voto en nulo sigue la inconformidad ciudadana, las protestas, la disolución de los partidos políticos para ser remplazados por verdaderas estructuras ciudadanas”.
Lorenzo Córdova, investigador de la UNAM y experto en temas político-electorales, considera que el rechazo a la política es una forma de eludir las obligaciones ciudadanas. “A mí tampoco me gusta la forma en que se hace política en México, pero para eso están las plazas públicas: para externar nuestras inconformidades”.
Hay, asegura, un discurso intencional para desprestigiar la política y a sus actores, que se lo merecen, aunque el problema no son ellos, sino la necesidad de crear mecanismos de rendición de cuentas, pero sin partidos, sin parlamento, sin actores políticos, no hay democracia.
Y sí, la pregunta para muchos es: ¿qué pasará con el voto nulo? Por lo menos, hasta ahora es el nuevo protagonista de una elección en México. El 5 de julio se sabrá si tendrá efectos en la escena política.
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