El lagunero Cristian Mijares se lo propuso y lo consiguió. Anoche, con un boxeo excelso y estilista, venció por decisión unánime en 12 rounds al nayarita Juan Alberto "Topo" Rosas y le arrebató el título mundial supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Cristian Mijares le arrebató el título mundial supermosca de la FIB a Juan Alberto Rosas, al imponerse por decisión unánime en el combate que se escenificó anoche en el Auditorio Municipal de Torreón. El juez Levi Martínez anotó 115-113, Barry Lindenman 116-113 y Albert Wilensky 117-113 a favor del nuevo campeón de las 115 libras (52.163 kilogramos). La tarjeta de El Siglo de Torreón vio ganar a Mijares (41-6-2, 18 KO's) con puntuación de 116-112.
La pelea resultó muy pareja, con un todavía campeón deseoso de defender con éxito su campeonato y que vendió cara su derrota ante un "Diamante Lagunero" que fue puliéndose durante la reyerta.
El comienzo fue muy entretenido, con buenas combinaciones del boxeador local, aunque el de Tepic (32-6, 26 KO's), se mostraba más fuerte y con golpes más potentes. En el segundo episodio el comarcano tomó distancia y ritmo.
Los primeros destellos del boxeo estilista del lagunero comenzaron en el tercer asalto, pero al cuarto cambió de estrategia y fue blanco fácil del otrora monarca, que contó con una pequeña porra que nunca lo dejó de apoyar.
A partir del quinto rollo, Mijares se propuso boxear, utilizando el rolling y bending a la perfección, sin que su rival pudiera acercarse. Un altercado se suscitó en el sexto capítulo en la esquina del comarcano, con resbalones debido al agua esparcida.
Rosas tropezó y se fue contra las cuerdas, por lo que el "Diamante" se abalanzó sobre su adversario pero el réferi Joseph Cooper quiso impedir la actitud antideportiva y terminó por resbalarse y llevarse al anfitrión de corbata, que se molestó y se incorporó con una rabieta.
Con un gomezpalatino amo y señor del combate, en el séptimo episodio encontró la distancia idónea para sacar sus mejores combinaciones frente a un "Topo" que comenzó a desesperarse y a batallar para encontrar su objetivo.
El octavo y noveno fue para Cristian, que mantuvo a raya a su contrincante con rápidas combinaciones, donde sus puños rebotaban en el rostro y humanidad del nayarita, que no se daba por vencido.
Del décimo round en adelante Mijares vino a menos, situación que aprovechó el antiguo poseedor del cetro supermosca FIB para intentar un regreso espectacular, aunque se quedó corto ante la movilidad del lagunero.
El campeón lagunero esperaba subir al cuadrilátero con la indumentaria de los Guerreros del Santos Laguna, pero en el camino al ring, justo antes de empezar el combate, empleados de la empresa organizadora de la pelea le pidieron a Cristian Mijares que se quitara la playera del Santos Laguna por compromisos comerciales entre las cerveceras.
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