Tras la captura de líder lanzan ofensivas y pelean plazas en varios estados
sábado, 20 de julio del 2013
Antecedente. La alianza entre el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán, parece cerrar una pinza contra Los Zetas en la frontera noreste. Gráfico: Reporte Índigo
En Tamaulipas el Cártel del Golfo continuó empujando a Los Zetas de Nuevo Laredo hacia el oeste, rumbo a Coahuila.
Esto, a la vez que en Nuevo León marcan su territorio con homicidios y en la capital coahuilense asesinaron a una docena de presuntos Zetas durante esta semana.
También, desde Gómez Palacio, Durango, la gente de “El Chapo” Guzmán continúa su guerra contra Los Zetas.
En los tres estados, la alianza de Golfos y Chapos está creando un cerco geográfico contra los de la letra, que siguen presentes en los tres estados, pero cada vez compartiendo las plazas con una mayor presencia de sus enemigos.
El dominio total que tenían Los Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas; Monterrey, Nuevo León; en Saltillo y en Torreón, Coahuila, ha ido cambiado progresivamente.
Y para muestra los movimientos de Migue Ángel Treviño Morales Z-40, quien operaba en el área metropolitana de Monterrey hasta dos años.
Sin embargo, paulatinamente fue trasladándose hacia el corredor fronterizo entre Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Piedras Negras, Coahuila.
En medio de este corredor está la pequeña frontera de Nuevo León con Texas, precisamente donde está localizado el municipio de Anáhuac.
Ahí, el lunes pasado fue aprehendido Treviño Morales a 27 kilómetros de la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Gradualmente, de forma muy lenta en esta guerra de Los Zetas, que hicieron una alianza con el disminuido Cártel del Los Beltrán Leyva, la organización que dirigía en libertad “El Z-40” fue llevando sus mandos hacia Coahuila por el empuje de la alianza entre el CDG y Los Chapos.
Además de la ubicación de la detención del “Z-40”, está como muestra la muerte de Heriberto Lazcano, “El Lazca”, en Progreso, en la zona norte de Coahuila, el 7 de octubre de 2012.
Hoy, el cerco contra Los Zetas en esa región de Coahuila parece ser más marcado que nunca.
Tamaulipas
La última invasión más importante contra Los Zetas y que marca este cerco geográfico de sus enemigos contra esa organización, podría ser el municipio de Nuevo Laredo, en Tamaulipas.
Y es que a principios del 2010 se desató en ese estado la guerra entre el Cártel del Golfo (CDG) y Los Zetas, grupo que operaba como el brazo armado para la organización.
La disputa entre el CDG y Los Zetas por el control de la frontera tamaulipeca, estratégica para el tráfico de droga a los Estados Unidos, provocó que la zona de los estados de Tamaulipas y Nuevo León se bañara en sangre.
El Cártel del Golfo, apoyados por el Cártel de Sinaloa, que encabeza el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, poco a poco fue ganando terreno en Tamaulipas.
En la llamada frontera chica tamaulipeca hubo cruentas batallas durante todo el 2010.
Comunidades como Miguel Alemán y Comales, quedaron vacías ante los enfrentamientos entre Golfos y Zetas.
Mientras que entidades claves como Ciudad Victoria, Reynosa y Matamoros se declararon posiciones del CDG, Los Zetas se refugiaron en Nuevo Laredo y Tampico, con grandes contingentes que fueron a operar en Nuevo León y Coahuila.
Pero en Tamaulipas cayó Tampico en manos del CDG y Los Zetas se replegaron en Veracruz.
Y Nuevo Laredo, por mucho tiempo considerado bastión del Zeta-40, empezó desde hace meses a ser invadido por el CDG e incluso por Los Chapos.
Empujando a Los Zetas hacia el oeste, hacia la frontera de Nuevo León y Coahuila.
De hecho, hace dos meses en Nuevo Laredo, aparecieron narcomantas en contra de los de la letra, y estaban firmadas presuntamente por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Tenía que ser uste compa. Lo mugroso no se le quita, se lo vamos a quitar, mire que mandar matar brazeros de victoria, pinche enfermo, allí no te sobraron huevos z-40, t e faltaron… pero vamos a seguir limpiando Nuevo Laredo, ni el apoyo del “H” te va a servr”.
Nuevo León
Cuando estalló la guerra entre Los Zetas y El Golfo, Monterrey se convirtió en un baño de sangre.
Encabezados por Heriberto Lazcano “El Lazca” y Miguel Ángel Treviño Morales, Z-40, convirtieron a la capital regia y su área metropolitana en su centro de operaciones contra el CDG.
La guerra entre Zetas y Golfos dejó un saldo de más 3 mil 500 ejecuciones ligadas al narcotráfico en Nuevo León, entre el año 2010 y el 2012.
Pero luego esta guerra, lentamente, fue moviéndose hacia los límites de Nuevo y Coahuila.
Fuentes consultadas por Reporte Indigo aseguran que el CDG es la organización criminal que se perfila para posicionarse en la plaza de Monterrey y en los municipios metropolitanos con excepción de San Pedro.
El municipio sampetrino es controlado por el grupo de los Beltrán Leyva, que comanda Héctor Beltrán Leyva, “El H”, que tenía una alianza con el Cártel de los Zetas precisamente con el Z-40.
El miércoles Reporte Índigo publicó que entre las repercusiones que habría en Nuevo León por la captura del Z-40, está la posibilidad que se desate una disputa por la plaza de San Pedro Garza García.
El poder de los Zetas en Monterrey y su área metropolitana cada vez está más reducido por las acciones de las autoridades estatales y federales.
Pero también por los ataques perpetrados por sus rivales del Cártel del Golfo.
Fuentes de seguridad aseguran que la influencia de los Zetas en Monterrey se reduce a municipios metropolitanos como Santa Catarina, García, Escobedo y municipios del corredor norte de Nuevo León, como Sabinas.
Coahuila
Saltillo, la capital coahuilense se convirtió en un bastión de Los Zetas, pero podría estar en vías de ser ocupado por el CDG.
En lo que va de julio van 17 asesinatos, todos presuntamente perpetrados por Los Golfos contra Zetas.
Tan sólo el sábado pasado hubo siete ejecuciones en distintos puntos de la ciudad.
Y entre ese estos días, se atribuye al Cártel del Golfo la muerte de una docena de personas.
Porque el jueves fueron encontrados, en la Carretera Monterrey-Saltillo cinco individuos ejecutados y luego sus cuerpos fueron calcinados.
Los criminales le encendieron fuego a la camioneta Ford Explorer con placas SRP 3231, de Nuevo León, en donde estaban los cuerpos de los cinco hombres maniatados y con huellas de disparos.
Esto, mientras en Monclova el presidente Enrique Peña Nieto hacía una gira por Coahuila.
Pero además, el vehículo fue colocado estratégicamente en el denominado Paso del Águila, muy cerca del entronque con el periférico hacia Nuevo Laredo, Tamaulipas. También, cerca de donde se toma la carretera hacia Zacatecas.
Como si la alianza entre Los Chapos y Cártel del Golfo estuviera delimitando el cerco contra Los Zetas. Organización que sigue moviéndose hacia el norte de Coahuila, en la región de Piedras Negras y Acuña.
Se abren expectativas
Cuando los señores Guadalupe Fernández y José Antonio Robledo se enteraron de la detención del “Z40”, enviaron una carta a la PGR para pedirle que lo interroguen por la desaparición de su hijo José Antonio.
La detención de Treviño Morales generó expectativa por la posibilidad de conocer el paradero de personas desaparecidas, de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Así lo consideró Jorge Verástegui, integrante y acompañante de familiares en Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fundec).
El joven fue desaparecido en enero del 2009 en Monclova, Coahuila, donde trabajaba como ingeniero para la empresa ICA.
En el caso particular de Coahuila, la organización Fundec tiene documentadas 297 desapariciones a diciembre del 2012.
De ese total, según sus propios registros, en 177 casos el perpetrador de la desaparición habría sido el crimen organizado.
Verástegui detalló que buscan saber por qué los desaparecen, qué hacen con ellos, si los asesinan, dónde están los restos, y sobre todo, que confirmen la hipótesis de si los tienen vivos haciendo trabajo forzado.
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