lunes, 22 de julio de 2013

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24/junio/2013 9:50
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Archivo / Quadratín
 
Francisco Rodríguez/Quadratín

SSA: PUBLICIDAD ENFERMIZA
En abril de 2012, los diputados a la anterior Legislatura federal conocieron la opinión técnica de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación derivada de las mesas de análisis al informe de resultados de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2010. Se escandalizaron cuando, al llegar a la página 38 del documento, se encontraron con un sobre ejercicio de 3 mil 425.7 por ciento en gastos de comunicación social de la Secretaría de Salud a la que, originalmente, se le habían asignado 18.7 millones de pesos del presupuesto, mientras que la cantidad que finalmente gastó ese año en gacetillas, anuncios y menciones periodísticas ascendió a 659 millones 300 mil pesos.

Lo peor es que, a renglón seguido –aunque ya en la página 39 del documento-- se lee, textual: “También se detectó la falta de comprobación de 442 millones 200 mil pesos por concepto de estudios de mercado para verificar la existencia de servicios y precios, para dar transparencia a la selección de prestadores de servicios”.

Sin comprobar. 442 millones 200 mil pesos. ¿Qué pasó con ellos? ¿Se los robaron? ¿Los desviaron a otros objetivos? ¿Cuáles?

Radio y televisión, cierto, transmitieron miles, quizá millones, de anuncios sosos, infantiloides, a la postre inservibles para cualquier campaña preventiva o sanitaria. Pero, hasta donde se sabe, tales spots fueron pautados en los tiempos oficiales que corresponden a la Federación. ¿Dónde está el dinero, sin comprobar, que se dilapidó en el 2010?

Al uso discrecional y con fines políticos, alude el columnista Álvaro Cepeda Neri en un artículo de su autoría distribuido mundialmente por la Red Voltaire(http://www.voltairenet.org/article178730.html), en una de cuyas partes escribe:

“En reciente operación con un prestanombres, la exjefa de prensa de Calderón, involucrada en la manipulación de publicidad oficial (ver la investigación de Nancy Flores en Contralínea, ediciones 331 y 332), al parecer entre rumores, veras y conjeturas, es copropietaria mayoritaria de un diario con inversión de gran calado financiero, para atacar a Peña-PRI y defender a Calderón-PAN. Es una de los cuatro protagonistas del uso político de la publicidad, que junto a Calderón, Max Cortázar y Carlos Olmos Tomasini son responsables del uso faccioso de la publicidad; del botín de 320 millones de pesos de la Secretaría de Salud, donde Olmos fue director de Comunicación y cuya lista negra y neofascista a la Goebbles negó publicidad a Proceso y Contralínea, entre otras publicaciones.”


OFICIOS Y NEGATIVAS

Pero resulta que “el botín” que Cepeda Neri apunta no es de 320 millones, apenas “un poquito menos”: exactamente de 316 millones 979 mil 408 millones de pesos con 75 centavos. Son adeudos con editoriales, radiodifusoras, agencias de publicidad, etc., que Carlos Olmos Tomasini heredó a Carlos Sandoval Leyva, quien ahora ocupa la titularidad de Comunicación Social de la SSA. Olmos, ahora, es vocero del Senado de la República –al menos durante la presidencia del panista Ernesto Cordero, pues al cargo llegó por intercesión de su protectores Sota y Cortázar-- y, desde ahí, lanza la bolita a su sucesor.

Sobre la mesa en la que garrapateo estas líneas tengo los oficios cruzados entre Sandoval Leyva y Bogart Montiel Reyna, director general de Programación, Organización y Presupuesto donde el primero pide recursos para pagar las deudas de Olmos (22 de enero y 6 de marzo de este año de sequía presupuestal) y la de Montiel Reyna a María Elena Reyna Ríos, directora general de Programación y Presupuesto A de la SHCP, donde plantea el problema (7 de marzo) y la respuesta de esta funcionaria hacendaria (12 de marzo) donde señala, tras citar la extensa normatividad, “no se considera procedente la solicitud” de recursos para pagar los adeudos.

Este escribidor conoce casos de importantes editores y concesionarios que, incluso, han acudido al titular de Hacienda, Luis Videgaray, en demanda de apoyo. La respuesta, fía, ha sido “no hay recursos y, si quieren, demanden”.

También los de otros colegas que se han acercado al mismo funcionario para pedirle clemencia para Carlos Olmos.

La cuestión, empero, es dónde están los recursos. Porque, paralelo a este sainete de casi 317 millones de pesos, hay una investigación en curso sobre no pocos contratos de anuncios espectaculares, publicidad en autobuses, que se facturaron y pagaron, pero no se colocaron.

¿Es necesario gastar tantos millones en un fracaso como lo fue la gestión calderonista en Salud?

Lo peor es que el personaje de hoy, Olmos, es quien peor publicidad hace a sus jefes. A uno de ellos no lo baja de pendejo… porque ni siquiera pudo ser candidato a gobernador. Usted ya sabe a quién, ¿verdad?

No es el caso, pero dicen los expertos en estos temas que “lo peor que le puede pasar a un mal producto es tener buena publicidad”. Y no. No es el caso. La publicidad fue tan mala como lo fue el producto, ¿o no?



Índice Flamígero: De la hemeroteca: La mañana del 5 de diciembre el periódico La Jornada publicó, bajo el título: Gastó Felipe Calderón $6,860 millones en publicidad de programas de este año que “la campaña más costosa fue contra las adicciones, de la Secretaría de Salud, que tuvo un costo de 1 mil 396 millones de pesos. Ello explica principalmente que el mayor gasto en publicidad lo haya realizado este año la Secretaría de Salud este año –2 mil 773 millones de pesos. Además ejerció otros 448 millones en difusión para el control de enfermedades y alerta sanitaria, y 306 millones en igualdad de oportunidades…”. ¿Y si mejor lo hubiesen gastado en los programas y no en anunciarlos?

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