* Secuestros, asesinatos,
balazos, uso de dinero ilegal el sello del proceso de votación 2013
Juan Monrreal LópezJulio 17 del 2013
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Con perennes jaeces oscuros y la casi sempiterna corbata roja, en su
oficina Jorge Herrera Caldera, se regodea, despacha con muecas inflexibles que
dificultan encontrar en su faz lo más
parecido a una sonrisa.
“Salió todo bien”, le ha dicho Jorge Herrera, al orgullo de su
nepotismo, al primo titiritero Rafael Herrera Piedra frente a sujetos
incondicionales.
Herrera Piedra, operó el tinglado electoral,- desde los Consejeros
Electorales del Instituto Estatal de Participación Ciudadana (IEPCD), a su
presidente Javier Mier Mier-, hasta las “Casas de Apadrinamiento” de los
seccionales de votación, endilgados a funcionarios federales, estatales y
municipales que en el ayuntamiento de Gómez Palacio manipuló el indiciado,- con
todo y ficha penal en el desparecido CERESO Número 2-, Francisco de Santiago Campos “El Tachis”,
quien se arratonó en una vivienda de la colonia Las Rosas para conspirar contra
el voto ciudadano.
Rafael Herrera, también condujo “el cuarto de guerra”, donde se
concentraron, computadoras, listas de ciudadanos promovidos,- voto contratado,
por los priistas-, padrones de votación expurgados,-amedrentar, cooptar,
comprar, al precio que sea a votantes identificados como enemigos-, todo bajo
supervisión personal del pariente del gobernador, en coordinación con el
mapache ex sub secretario de Gobierno en La Laguna, Mario Alberto Saucedo Reina,
entre otros.
“Salió todo bien”, repite pausado el gobernador y Archicofrade de Durango, a quien también es su concuñado, mientras
se acaricia las manos, quizá pensando en “lo lejos que han llegado” después de
jurarse en aquella reunión de la colonia Tierra Blanca, revertir la pobreza en
que vivían a principio de los años 70; el ganar una pequeña “porción del poder
de los hombres, y ponerlo al servicio del Señor de los Cielos”; el fin ha justificado
los medios, se dice para sí, el habitante del Palacio de Zambrano.
Durante el proceso electoral, Rafael Herrera Piedra, notificó, a su
socio, concuño, primo y jefe, el paso a paso del uso del dinero ilegal empleado
para cambiar monedas por votos, pachocha que movió vehículos particulares de
militantes del PRI y partidos afines con dinero público; comunicó al Guardián
del Santo Solio, de los utilitarios repartidos para sembrar cercanías ficticias
con los electores, a quienes el 7 de julio se les compensó con 500 pesos por
sufragio más una despensa de medios kilos,- arroz, frijol, aceite, pastas,
azúcar-, destinada a refrendar el delito con que se emplearon recursos
económicos, materiales y humanos en la elección de Estado del 7 de julio pasado
en una operación que rebasó con creces el escándalo de las 100 mil toneladas de
cemento desviadas de su fin original marcado por la Congregación Mariana
Trinitaria, y que fueron usadas por el gobierno de Ismael Hernández Deras, en
el proceso electoral del 2010.
Allí, entre primos, rodeados por vetustos muebles, festinan la cruzada
de los sufragios, emprendida por ellos en cada rincón de Durango; regocijados
celebran la campaña electoral 2013 que ha dejado el “carro completo” de las
curules de mayoría; el rescate de presidencias municipales ganadas con la fe,-de
la ilegalidad como eje central-, priista; el mantenimiento de los Ayuntamientos
atalaya como Durango, Gómez Palacio, y Lerdo,
todo exhibido en marquesinas iluminadas, brillantes,- al máximo para
cegar-, con el entreguismo de la mayoría de los medios de comunicación
duranguenses, alistados para repetir en el radio, la televisión, en la letra
impresa, los boletines del PRI aliñados con cocos, chayotes, embutes, de
cuadros, de moches respectivos, para sólo hablar, encuadrar e imprimir, la
visión del que paga…eso sí, con dinero público.
Elecciones sangrientas
El 7 de julio a las 20 horas, sentimientos encontrados enfebrecían a
Jorge Herrera Caldera.
Aunque contaba con encuestas de salida de las casillas de votación,
desde temprana hora ansiaba confirmar con embarres de legalidad los resultados
que él ya sabía desde temprano; por ello le urgía que el PREP del IEPCD comenzara
a correr en las pantallas bajo el control total de su autoridad en
confabulación con la empresa PROISI S.A de C.V. a la que reiteradamente el
sistema computacional se le cayó.
El triunfo de su fe partidista necesitaba ver en las pantallas que él
había recuperado el poder perdido en las elecciones estatales del año 2010, espacio
en que Ismael Hernández Deras, le pagó con la gubernatura después de haber
ocultado el endeudamiento ilegal desde la Tesorería estatal dejado por el ex
gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier; los créditos ilegales conseguidos para
cubrir gasto corriente, más las deudas disfrazadas con artilugios como el caso de
los PIPS.
Lo que en la pantalla del PREP nunca apareció fueron los 2 asesinatos
cometidos contra dos aspirantes,-un precandidato y un candidato-, después de
haber sido levantados para después
ser tirados en baldíos, que el gobierno a través de la Procuradora de Justicia
Sonia Yadira de la Garza Fragoso y la Iglesia Católica en voz de su
Arzobispo,-ultra conservador y detective-, Héctor González Martínez, inmediatamente ligaron con el narco.
En las computaciones del Archicofrade
de Durango,- “quien ha unido el reino de Dios con el poder institucional de
los hombre” -, Jorge Herrera, nunca apareció el nombre de Mario Landeros, a
quienes los priistas definieron “candidato natural” a la alcaldía de ciudad
Lerdo; Landeros fue secuestrado en febrero, para después aparecer ultimado.
Tampoco surgió la nombradía de Ricardo Reyes Zamudio, el candidato del
Movimiento Ciudadano a la alcaldía serrana de San Dimas, levantado el 1 de julio después
de presentarse a un sepelio.
Luego, ese mismo día, fue
encontrado muerto a tiros.
La sangre de los extintos por la violencia no salpicó la pantalla que
Herrera Caldera veía; como nunca le preocupó la desaparición del diputado electo de la coalición “Durango Nos
Une”, Alfonso Peña Peña, en julio del 2010.
Un año después, al legislador
se le encontró en una narcofosa.
En 2010, Jorge Herrera Caldera se apropió de la gubernatura de
Durango, usando una elección plagada de irregularidades.
Amenazas, balazos, robo de urnas, secuestros, asesinatos, compra de
votos, todos fueron dispositivos esenciales de aquella tramoya democrática.
La batalla electoral del (Mon)señor
Jorge Herrera Caldera
Con casi tres años en la gubernatura, para Herrera Caldera ha sido
difícil construir un equipo propio de fieles hacia el herrerismo.
De perfil político nimio; de carrera vertiginosa en la política, con
una sobre carga de funcionarios ismaelistas heredados, el mustio perfil del gobernador dificultó incluso su
destape, como candidato.
La imposición, como aspirante en el 2010, se tuvo que hacer en el
Palenque de la Feria de Gómez Palacio.
Concentradas en las instalaciones del coso, poco más de dos mil personas
vitorearon al ex alcalde y entonces diputado federal Ricardo Rebollo Mendoza,
creyendo que él era elegido.
Los asistentes al evento se preguntaban unos a otros ¿y ése quién es?
Refiriéndose a quien ganaría los comicios a fuerza montar una la elección de
Estado que Ismael Hernández Deras diseñó asesorado por el entonces
representante del CEN del PRI, Jorge Meade Ocaranza, hoy delegado de SEDESOL en
el estado de Morelos.
Por eso, con tiempo, con los aparatos del gobierno a su disposición,
Jorge Herrera Caldera, confió a su primo, concuño y asesor, Rafael Herrera
Piedra, ablandar grupos rivales, ensamblar leyes, organismos, funcionarios,
recursos materiales, económicos, financieros, “de los tres niveles de
gobierno”, todo enfocado a ganar la elección de Estado, “costara lo que
costara”.
La operación inicial del montaje, fue ablandar al grupo político
gómezpalatino, Carlos Herrera. Primero cerraron las puertas a la candidatura de
Gómez Palacio, al diputado local Sergio Uribe Rodríguez. Enseguida metieron a
la cárcel por 21 días, al ex alcalde, ex diputado local y ex presidente del
Congreso de Durango, el Notario Público, Octaviano Rendón Arce y los dirigentes
campesinos, Javier Cochado, así como al ex diputado local, Hipólito Pasillas.
Después, la operación del montaje electivo fue legislar y colocar a funcionarios
desvergonzados en los órganos electorales prestos a arrastrar su nombre.
Las leyes electorales fueron tan absurdas que el Instituto Estatal y
de Participación Ciudadana de Durango (IEPCD), prohibió los debates entre
candidatos.
Siguió la burla y la manipulación; la marcha de la elección de Estado.
Las boletas electorales se imprimieron conteniendo nombres de partidos
que ni siquiera participaban con candidatos. Tal fue el caso del PT, al que se boicoteó con argumentos leguleyos
la coalición con el PAN.
PT y PAN decidieron participar en el proceso electoral en una alianza
de facto, usando el logotipo de Acción Nacional, pero en una “jugada maestra”
de los concuños y socios, Herrera Caldera y Herrera Piedra, ordenaron imprimir en
las cédulas de votación el logo del PT en todos los municipios aun cuando los
petistas no registraron candidatos propios.
“La intención era confundir al electorado, anular la mayor cantidad de
votos posibles de ese pacto de partidos, y sí, la idea funcionó”.
Los votos nulos crecieron por doquier, pero la idea era que su número
se incrementara en los municipios donde la oposición es fuerte como en Gómez
Palacio, objetivo que lograron.
Tan sólo en ese municipio, los votos nulos entre las elecciones del
2010 y 2013, se elevaron de 2 mil 669 sufragios a 4 mil 480, es decir, 68 por
ciento más que la elección inmediata anterior.
Los votos nulos en este 2013, son un número mayor a la diferencia
entre los candidatos del PRI y el PAN.
Por eso, “las felicitaciones entre los concuños fueron efusivas”.
Luego se avanzó en la negociación con los partidos morrallas afines,
Partido Verde, Nueva Alianza y Partido Duranguense, que básicamente “recibieron
una lanita” declaró el diputado local priista Enrique Benítez Ojeda.
Entonces se negoció en los sótanos de la política con los “partidos
opositores”, aprovechando los egos y ambiciones de los dirigentes partidistas.
El asunto era dividir, concertar y ceder, ó, someter.
Sí en 2010, el Partido del Trabajo favoreció al triunfo de Herrera
Caldera; en 2013, este papel lo jugó el llamado Movimiento Ciudadano y el PRD.
Los votos separados de estos partidos, facilitó el triunfo del PRI en
la ciudad capital y Gómez Palacio.
Después, como parte de la estrategia de las elecciones de Estado, se
armó otro artilugio; el IEPCD autorizó un presupuesto electoral exorbitante. La
intención era cubrir con mamparas los excesivos gastos que el PRI iba a
realizar durante la campaña.
La cuenta de gastos electorales legales manejado por el IEPCD, llegó a
214 millones 74 mil 777 pesos, el monto global más alto de los 14 estados que
celebraron comicios.
El padrón electoral de Durango es de 1 millón 183 mil electores.
En síntesis, la entidad acaparó el voto nominal y sufragado más caro
del país.
Para darse una idea del despilfarro electoral, el IEPCD ejerció 70
millones 654 mil 975 pesos más que los destinados a la construcción de vías de
comunicación durante todo este 2013; 143 millones 419 mil 802 pesos.
Con todo esta pantalla, entonces los concuñados, los dos Archicofrades de Durango más
importantes del momento, usaron en la Ciudad de Durango, a personajes como
Carlos Medina Alemán quien en rueda de prensa se presentó como un brazo
independiente del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) para alabar al gobierno
de Herrera Caldera y agradecerle la atención que recibe incluso de parte del
hermano del gobernador, el iletrado, Antonio Herrera Caldera, rector de facto
de la Universidad Benito Juárez de Durango (UJED) y director general del Grupo
Empresarial NAHEL.
Sin embargo, eso no fue todo.
Desesperados por el crecimiento de la campaña de Augusto Ávalos
Longoria, candidato del PAN a la presidencia municipal de Gómez Palacio, los
primos cofrades idearon desplegados de apoyo firmados por militantes panistas
hacia el anodino, ignorante e ímprobo candidato del PRI, José Miguel Campillo
Carrete.
También contrataron a personas de baja laya como Dagoberto Dávila,
asumido como panista, para que realizara declaraciones a favor del candidato del
PRI, Miguel Campillo Carrete.
El caso es que mientras se acercaba el día de la votación, el clima
electoral enrareció las relaciones entre vecinos.
Y mientras esto sucedía en las calles; las oficinas de las
delegaciones federales,-principalmente SEDESOL-, estatales,-SEDESOE-, y
municipales, engrosaban el número de personal;
la nómina que proveía de promotores del voto priista con todos los
gastos cubiertos, aumentaba desmesuradamente; teléfonos celulares, gasolinas,
utilitarios, dinero para “operar” de los contratados estaban seguros; nada les
faltaba pues.
Fue tan descarada la hinchazón de las nóminas de SEDESOL, que el día 8
de julio, un día después del proceso electoral, la sub Delegación de Gómez
Palacio, despidió al menos 15 personas del departamento encargado del Programa 65 y más, sin indemnización
alguna.
La sub Delegación a cargo de Carlos Sonora Martínez,-denunciado ante
la PGR por secuestro por el director de Demócrata
Norte de México-, entregó apoyos en especie, promovió y coordinó al menos
30 personas que toda la campaña hicieron proselitismo a favor del candidato del
PRI José Miguel Campillo Carrete, “porque mi gobernador así me lo pidió”
gritaba Carlos Sonora, según dijeron los despedidos a este medio.
Herrera Caldera, la Cruzada de
los sufragios en La Laguna de Durango
El silencio, la evasión, el ocultamiento y la ilegalidad han sido el
distintivo de la forma de gobernar de Jorge Herrera Caldera, esa es “la mejor
forma de gobernar”, además de no exponerse públicamente, le han dicho sus
asesores.
Por ello, los temas álgidos del gobierno y la entidad, son tratados
con efugio. Con “apoyo de los medios, para velarlos, sin escatimar gastos”.
Así, la escapada de casi 3 semanas de permanencia en La Laguna para
coordinar los actos proselitistas y promoción del candidato José Miguel
Campillo Carrete, se silenció en los medios de comunicación.
Durante ese tiempo, Jorge Herrera Caldera se convirtió en parte de la
estadística de cuartos de hotel ocupados en Torreón, Coahuila.
“Desde Torreón, ordenó inyectar todo el dinero necesario para que la campaña de José Miguel
Campillo Carrete, no se fuera a pique. El efectivo fluyó con facilidad en las
caras madrigueras que se instalaron en las colonias Las Rosas, El Campestre.
Por ejemplo; bastaba que te presentaras a la casa operadora a cargo del Tachis,
Francisco de Santiago Campos, y los gastos operativos se te entregaban. Lo
mismo sucedió en los otros centros de operación”.
El asunto es que la cruzada de los sufragios liderada por Jorge
Herrera Caldera, fueron votos terrenos, no santificados, pero finalmente
consagrados a “ponerlos al servicio del Señor de los Cielos, para que el poder
de los hombres hable de la gloria de Dios”, según habló Herrera Caldera con sus
hermanos los Archicofrades de Durango,
quienes por cierto, adoran y se declaran guardianes del Santo Solio; el Trono
del poder.
Los Costos de la campaña
priista en Gómez Palacio
Imponer a un candidato anodino, ignorante e ímprobo como José Miguel
Campillo Carrete, en la presidencia municipal de Gómez Palacio, salió caro.
De acuerdo a estimaciones de los propios priistas, se gastaron al
menos 40 millones de pesos. Otros estiman que el voto priista habría costado
cerca de mil pesos, algo así como 50 millones de pesos por toda la elección.
Sea como fuera que fuese el dispendio no se pudo ocultar. De hacerse
un cálculo, el uso de utilitarios, automóviles, celulares, reparto de dinero a
los operadores de seccionales, el pago por el voto alquilado, propaganda hasta
en la sopa, arrojaría cifras similares.
Comicios de Estado
“Pudimos con esos gastos y más, si hubieran sido necesarios. No nos
íbamos a detener y entregar Gómez Palacio y el estado”, dijo soberbio a
subalternos Rafael Herrera Piedra, uno de los poderes fácticos del actual
gobierno duranguense.
Rafael Herrera Piedra, es dueño de la agencia de información “Análisis
Político” y pese a no contar con nombramiento oficial alguno en el gobierno de
Durango,-salvo el considerarse asesor de estrategia y medios de su primo,
concuño, socio y hermano de cofradía-, el gobernador Jorge Herrera Caldera, ha
dispuesto que de facto ejerza la operatividad política de asuntos cruciales
para la entidad, convirtiéndose en los hechos en un vice gobernador.
El 30 de mayo del 2011, la casa de Rafael Herrera Piedra, fue cateada
por la Policía Federal buscando armas. Del incidente sólo dijo que la revolcada
a su casa “fue producto de una llamada anónima”.
Los excesos de Herrera Piedra, son tantos, que el diputado local
priista Luis Enrique Benítez Ojeda, dijo ante micrófonos, “los que no piensan igual que el gobernador les espera la cárcel”.
El enrarecimiento del proceso electoral es culpa de Rafael Herrera
Piedra, “es el enlace (entre el
gobernador y las instituciones), el que baja las instrucciones; yo le digo don
Corleone, porque así se dice en la mafia, (el gobernador)… tiene a su Corleone,
que es el que mueve todo”.
Siguió:
(Los Primos) “han arreglado todo
y han comprado magistrados, dado línea y han ido a México y a Guadalajara y a
todos lados y claro,- yo lo entiendo tengo muchos años en esto-, y sé cómo se
las gasta el PRI, pero ahora estamos peor que en los ochentas. En los ochenta
había fraude electoral, en los ochentas se robaban las urnas y se tachaban las
boletas y se hacían todo tipo de fraude, pero hoy las instituciones
(electorales) que entonces no había, están al servicio de las instituciones del
gobierno”. Toda una elección de Estado.
“Lo de (Octaviano) Rendón debe
de ser algo que nos debe apanicar a todos, ó sea; tu columnista, tú medio, tú
político, tú empresario, tú profesionista, te sales del guacal y así te va.
Nadie dice nada, todos tienen miedo: Los medios callan, les interesa más la
lana a los dueños. Los empresarios, cooptados... los profesionistas... los
estudiantes, todos andan allí, arreglados.
En el proceso electoral… “andan los funcionarios metidos, hay
recursos públicos, en horas de trabajo, están obligando a los funcionarios a
hacer redes, a hacer reuniones para los candidatos a fuerza, y si no, los
corren”.
También dijo que “A mí no me van a contar, tengo 27 años en
esto, sé cómo se las gasta mi partido, sé lo que han hecho, lo que hemos hecho...
pero hoy hay excesos, el PRI no necesita
todo eso”.
Y remató:
“Estamos
regresando al fascismo, al nazismo, a la época de los cristeros”, en clara referencia a los Archicofrades de Durango, organismo
confesional ultraconservador filial del Yunque, al que pertenecen los primos
Jorge Herrera Caldera y Rafael Herrera Piedra.
twitter@jmonrreall
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