sábado, 22 de octubre de 2011

Armando de la Peña: Pierde Coahuila a su pionero cultural

Livio Ávila
22 Octubre 2011

Fallece el promotor que impulsó de forma inigualable al arte coahuilense; dirigió el Teatro de la Ciudad, el antiguo Centro Cultural Vanguardia en Casa Purcell y otros destacados puestos; trajo por primera vez obras de Frida Kahlo y a escritores como Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis


Saltillo.- La cultura de Coahuila pierde a alguien imprescindible en su historia y en su arte. Armando de la Peña Rodríguez falleció ayer dejando el recuerdo de haber contribuido a ofrecer calidad constante en todos los puestos culturales que tuvo a su cargo: marcó una diferencia en la Universidad, el Gobierno y la iniciativa privada, algo que hoy sus colegas recuerdan.

Porque sus acciones hablan por sí solas: Trajo a Saltillo , en 1982, la única exposición de la pintora Frida Kahlo que haya visitado la ciudad; a cantantes de la talla de la brasileña Elis Regina o de la argentina Mercedes Sosa, y a escritores como Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis.

Su labor fue incansable y eso lo reafirman miembros del gremio artístico —y amigos suyos— en entrevista con VANGUARDIA. Desde los distintos puestos públicos que ejerció, tanto en la Universidad Autónoma de Coahuila como en el Teatro de la Ciudad y en el Centro Cultural Vanguardia (hoy Centro Cultural Casa Purcell), así como en la dirección del Instituto Estatal de Bellas Artes de Coahuila (hoy Instituto Coahuilense de Cultura), logró impulsar de manera inigualable a una ciudad y un estado siempre en búsqueda de su espíritu artístico.

“Pionero”. Así lo califica la artista escénica Mabel Garza Blackaller en entrevista con VANGUARDIA. “Fue de los pioneros de la promoción cultural tal como la concebimos actualmente porque ese oficio, o profesión, en realidad tiene poco en nuestro estado. Fue un hombre verdaderamente apasionado por la difusión de la cultura”, platica.

Obras de Kahlo en Saltillo

Mabel Garza colaboró con él en el Centro Cultural Vanguardia, proyecto que se montó en Casa Purcell por iniciativa de esta casa editora, durante tres años, “intensos años”, cuando el recinto “por primera vez abrió sus puertas”, señala.

“Fue una época también muy, muy fuerte de vida cultural para la comunidad saltillense, porque, por ejemplo, se pudo traer obra de Frida Kahlo, cuando todavía no existía la ‘fridomanía’. Armando tenía muy buenas relaciones con los creadores de la Ciudad de México”, recuerda, y eso, dice, fue lo que propició fuertes presencias artísticas en la ciudad.

De la Peña era amigo de Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis, cuenta Garza, ejemplificando con estos dos grandes nombres de la cultura mexicana.

La exposición de Frida Kahlo también es un profundo recuerdo para el actor saltillense Jesús Valdés: “Todas las salas de la Casa Purcell estuvieron ocupadas; y vino la señora Dolores Olmedo, la propietaria de toda la obra de Frida; tuvimos ese honor de tener una exposición así, por semanas, de Frida Kahlo. Así lo mismo traía a grandes pintores como José García Ocejo, muchísima gente; el Centro Cultural Vanguardia fue un lugar muy importante de cultura”, comenta.

Garza recuerda que Armando de la Peña invitó al escritor Guillermo Sheridan a impartir talleres literarios; propició obras de teatro; el concierto del violinista italoestadounidense Ruggiero Ricci. “Deja su impronta importante en la vida cultural de esta ciudad”, resume.

Impulsó distintas artes

Por su parte, el destacado actor Jesús Valdés añade que el trabajo que hizo De la peña por el teatro coahuilense fue fundamental: “En 1973, cuando se creó la Compañía de Teatro Universitario, estaba reciente la autonomía (de la Universidad de Coahuila), y él fue director de Difusión Cultural. Promovió que se creara una compañía de teatro con estudiantes y aficionados al teatro y tuvimos un gran éxito”, recuerda.

“Dirigió durante cuatro años ese departamento universitario, pero en esos cuatro años se hicieron prodigios. Fue una etapa muy interesante en la universidad, revolucionó la cuestión cultural”, puntualiza.

Valdés destaca la apertura del cine Florida, “un espacio de cine con películas de cartel de grandes directores”, una librería y discoteca “con precios sumamente accesibles para los estudiantes”. “Todo esto era pensado por él”.

Dejó trayectoria a instituciones

De la Peña como funcionario cultural dejó una importante trayectoria a cada dependencia en la que laboró, profundiza Rosa del Tepeyac, ex directora del Icocult.

“A través de toda su vida, siempre fue una persona muy sensible a todas las manifestaciones del arte y de la cultura, fue un amigo muy leal, involucrado en las causas sociales y siempre tratando de aportar algo a Coahuila y en especial a Saltillo. Realmente va a hacer mucha falta Armando, deja una trayectoria a todas las instituciones en las que trabajó”, lamenta.

De la Peña fue el primer director del Teatro de la Ciudad Fernando Soler y Valdés indica que “siempre estaba apoyando a los nuevos teatristas y los técnicos del teatro”. “Dirige el teatro cuando termina el periodo de la Universidad, e inicia el recinto con muchos grandes eventos, con una calidad en cada uno de ellos, y también se crea la Compañía de Teatro Estatal”.

El cineasta Alfredo Galindo, quien recientemente había entrevistado a De la Peña para conocer detalles de la escritora Nancy Cárdenas, impulsora de la libertad homosexual en México, con quien el promotor tuvo una cercanía de la que también platicó a VANGUARDIA hace unos meses, dice que el promotor “fue un representante de Coahuila, que trató de darle relevancia a todo lo que era artístico”.

“Fue uno de los impulsores de Nancy cuando ella fue reconocida a nivel nacional, la apoyó en los proyectos culturales a nivel de teatro en el estado”. Sobre su muerte señala que es “muy lamentable”.

Siempre por el bien común

Valdés recuerda algunos de los invitados magistrales que él trajo gracias a su buen trato y cordialidad: “Me acuerdo de cuando estuvo reciente el Golpe Militar en Chile, él hizo una gran amistad con la señora Hortensia Bussi de Allende y con su hija Isabel Allende, entonces ellas venían a Saltillo después del incidente aquel, con mucha regularidad. Él tenía mucha relación con grandes artistas, recuerdo que fue el primero que hizo contacto con el Festival Cervantino para que algunos eventos del festival vinieran a Saltillo”, platica.

“Trajo a Mercedes Sosa, a Nacha Guevara, a Soledad Bravo, Elis Regina, Ruggiero Ricci, un gran violinista, trajo ópera… ¡fueron unos años!”. Pero todo esto siempre por el bien común: “Quería que la cultura se acercara a la gente, que tuviera acceso a la cultura, que asistiera a los eventos”.

“Se le va a extrañar y sobre todo esa gran pasión siempre renovada por todo lo que pasaba en materia de cultura, principalmente en su ciudad; pero también alguien que estaba muy al tanto de lo que transcurría en el país desde el punto de vista de la política y también de la cultura”, apunta Mabel Garza.

Aunque aún no esclarecidas las razones, la muerte por presunto homicido del promotor cultural deja conmovido al gremio. Que descanse en paz un gran motor de la cultura en Coahuila.


El perfil

Fue director en tres ocasiones de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma de Coahuila.

Fue el primer director del Teatro de la Ciudad Fernando Soler.

Dirigió el Centro Cultural Vanguardia, hoy Centro Cultural Casa Purcell.

Dirigió el Instituto Estatal de Bellas Artes de Coahuila, hoy Instituto Coahuilense de Cultura.

Trajo a la ciudad a figuras relevantes a nivel nacional e internacional como los escritores Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis; las cantantes Elis Regina (Brasil), Nacha Guevara, Mercedes Sosa (Argentina), Soledad Bravo (Venezuela), el violinista Ruggiero Ricci (Italia).

Logró exponer en el Centro Cultural Vanguardia piezas de Frida Kahlo en 1982, con la presencia de Dolores Olmedo, propietaria de la colección.

Entre otras labores recientes, organizó la muestra internacional de cine en el Teatro Palacio.

Trabó amistad con destacados escritores como Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis y Nancy Cárdenas.

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