miércoles, 2 de diciembre de 2009

Claman por apoyos del gobierno a la industria editorial mexicana

Presentó la Caniem un estudio sobre los principales indicadores en 2008

*La crisis de esa rama se puede revertir “con incentivos fiscales y más canales de distribución”
*En el primer semestre de este año hubo menos ventas, más devoluciones y aumento de precios


Ericka Montaño Garfias
Enviada
Periódico La JornadaMiércoles 2 de diciembre de 2009, p. 4

Guadalajara, Jal., 1º de diciembre. La industria editorial mexicana se encuentra en una crisis que no podrá solucionarse a menos que el gobierno aplique cambios estructurales, como incentivos fiscales y apertura de los canales de distribución, indicó Roberto Banchik, integrante del consejo directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).
Hasta ahora, agregó, la tendencia muestra una disminución de 9 por ciento en producción y ventas, así como un aumento de 10 por ciento en el costo de producción y de 6 por ciento en el de los libros en el primer semestre de 2009, en contraste con el mismo periodo de 2008.
Al presentar el estudio Principales indicadores de la actividad editorial en México 2008, Banschik adelantó las primeras cifras del comportamiento en la producción del sector en 2009 en el contexto de la crisis económica, basándose en un estudio que preparó la Caniem en agosto pasado a partir de una encuesta aplicada a sus agremiados sobre lo que ha ocurrido con la producción y ventas entre enero y agosto de este año.
“En general, comparando el primer semestre de 2008 con el de 2009, hubo ya un decremento en la producción de ejemplares de aproximadamente 9 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior, acompañado de un incremento de 10 por ciento en el costo de la producción, particularmente en las editoriales que publican libros de texto, que son más caros de producir, que las que publican otro tipo de obras como las de interés general.”
En cuanto a ventas, la reducción en los primeros meses de 2009 fue de 9 por ciento, aunque en algunos casos llegó a 50 por ciento. Sin embargo, el valor de facturación aumentó uno por ciento, debido a que las editoriales aumentaron los precios a tiempo previendo un alza en el papel, mientras el aumento en el precio de venta en el primer semestre fue de aproximadamente 6 por ciento, “aunque en algunos casos se tuvo necesidad de incrementar el valor de las ediciones hasta en 27 por ciento.
“Lo que pasó el primer semestre es que el sector editorial mexicano vendió menos, aceptó más devoluciones, pagó más por los libros, y subió precios”, indicó Banchik, quien presentó las perspectivas para el cierre del año.
La danza de las cifras
“Los datos –explicó Banchick– son menos pesimistas que los del primer semestre del año y los consultados prevén un aumento en el nivel de producción, pero también del costo, aunque en proporción menor, y estimaron la estabilización del precio del papel. Anticipan un aumento en la venta de ejemplares –lo que ocurre cada año en estas fechas– con un incremento en la facturación, y el precio promedio de los libros se mantendría sin cambio.”
Las cifras de 2008 señalan que la producción fue de 289 millones 571 mil 620 ejemplares, de los cuales 164 millones 195 mil 15 fueron producidos por el sector público y de éstos 98 por ciento son de distribución gratuita.
El sector privado a su vez produjo 20 mil 242 títulos con 125 millones 376 mil 604 ejemplares, se comercializaron 133 mil 314 títulos y 138 millones 689 mil 28 ejemplares, lo que representa un valor neto de venta de 8 mil 95 millones de pesos.
El mercado interno mueve 89.3 por ciento de los ejemplares (de los cuales 42.3 por ciento se venden en el DF y área metropolitana). En cuanto a empleos se generaron 12 mil 322, diez por ciento más que en 2007, pero disminuyeron los de base y free lance; sólo aumentó la contratación eventual.
De 2003 a 2006 hubo aumento en la producción que llegó a 137 millones de ejemplares, sin embargo, a partir de 2007 hubo disminución.
Las cifras “hablan de una crisis en la industria editorial mexicana y ya veremos el dato de 2009. Son momentos difíciles y el gobierno podría dar un respiro con cambios estructurales, como incentivos fiscales o la apertura de los canales de distribución del libro de texto gratuito, lo cual no quiere decir que acabe con la gratuidad, pero sí con la distribución directa”. El 2008 “fue un año malo y 2009 no será nada mejor”.

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