miércoles, 17 de marzo de 2010

Todavía vienen “cosas muy duras” en Ciudad Juárez, reconoce Calderón

Los homicidios de tres personas vinculadas con el consulado complican el problema, señala

*México y EU pelearán esta lucha, “cada quien en su territorio y en el ámbito de su competencia”

Claudia Herrera Beltrán
Enviada
Periódico La JornadaMiércoles 17 de marzo de 2010, p. 5

Ciudad Juárez, Chih., 16 de marzo. Los homicidios de tres personas vinculadas al consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez complican el problema de seguridad en este municipio por la “dimensión internacional” que adquiere y todavía vienen “cosas muy duras”, reconoció el presidente Felipe Calderón, tras demandar responsabilidad compartida entre ambos países.
El michoacano viajó a esta ciudad por tercera vez en 34 días, ahora acompañado por el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, con quien tuvo una larga reunión privada en el hangar del aeropuerto Abraham González, acompañado de la canciller Patricia Espinosa, lo mismo que del gobernador José Reyes Baeza y el alcalde José Reyes Ferriz, tras lo cual el diplomático se retiró y no participó en el resto de las actividades presidenciales.
Con retraso de una hora por este encuentro, el Presidente de la República comenzó su agenda pública protegido por un fuerte operativo de seguridad.
Ante habitantes de colonias pobres defendió la alianza con los estadunidenses para “pelear y ganar” esta lucha, aunque aclaró que deberá darse “cada quien en su territorio y en el ámbito de su competencia, pero con una estrecha colaboración en materia de información, inteligencia y políticas públicas”.
Después, en la tercera sesión del foro Todos somos Juárez; reconstruyamos la ciudad, remarcó que quiere reconstruir Juárez, pero “hay que decirlo, se complica a partir de los homicidios del sábado, porque eso le da una dimensión internacional al problema”, y añadió que vendrá un nuevo día pero tomará tiempo y todavía habrá “cosas duras”.
Reunido con decenas de beneficiarios del programa Oportunidades, en el gimnasio del Colegio de Bachilleres –que fue ocupado a la mitad–, Calderón remarcó el carácter “bilateral” de esta lucha y la parte de responsabilidad de Estados Unidos en el crimen que asuela a Ciudad Juárez, ya que tiene su origen en el consumo y tráfico de drogas en y hacia esa nación, lo mismo que el tráfico de armas en la frontera.
Luego de que FBI, DEA y otras cinco agencias de seguridad del país vecino llegaron aquí para investigar la muerte de dos estadunidenses relacionados con el consulado, insistió en que ambas naciones deben seguir colaborando para derrotar a estas organizaciones, poner un alto al tráfico transfronterizo de drogas, de armas, de dinero ilícito y, desde luego, para poner a salvo a los jóvenes y a los niños, que son blanco de estos criminales.
Antes, manifestó su más enérgica indignación y condena por los cobardes homicidios de tres personas (Lesley A. Enriquez, su esposo Arthur H. Redelf y el mexicano Jorge Alberto Salcido Ceniceros, y prometió que esclarecerá estos crímenes y perseguirá a los culpables, para lo cual dio instrucciones al procurador general de la República, Arturo Chávez, para coordinarse con su par del estado de Chihuahua.
En su visita a esta ciudad convulsionada por los cotidianos asesinatos, se mostró optimista de poder rescatar la urbe con el argumento de que “son muchos más, cientos de miles más, millones más de juarenses que sí quieren ir para adelante, que sí quieren trabajar, que sí quieren vivir en paz, que los que están con sus trapacerías golpeando y lastimando al resto de la sociedad”.
Disputa electoral
Cuando faltan menos de tres meses para que se realicen las elecciones en Chihuahua, Calderón Hinojosa y el gobernador priísta dejaron ver que hay una pugna entre ambos gobiernos por los programas sociales.
El Ejecutivo federal anunció la incorporación de 25 mil familias al recién creado programa Oportunidades urbano, que recibirán de 600 a mil 300 pesos, según la cantidad de hijos que tengan. La promesa del mandatario es entregar los fondos “sin distingos políticos” o de creencias religiosas.
Frente a él estaban habitantes de colonias como Tierra Nueva, Juanita Luna, Felipe Ángeles, de la Carlos Javira, que antes de la llegada de Calderón se mostraban poco animados, pero fueron arengados por una beneficiaria, Fidela Franco, a “estar contentos porque está aquí el Presidente”.
El gobernador Reyes Baeza planteó que este programa no debe ser motivo de discordia ni de confrontación entre ambos gobiernos. Oportunidades va más allá de coyunturas electorales y es para atender una demanda sin mezquindades ni divisiones, remarcó.
De hecho, el titular de Desarrollo Social, Heriberto Félix, tuvo que ofrecer transparencia en la distribución de recursos y aclaró que el padrón de beneficiarios se publicará en Internet y será supervisado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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