El atentado en contra de los escoltas del gobernador Rubén Ignacio Moreira fue una situación de presión e intimidación por parte de la delincuencia organizada, señaló el dirigente estatal del PRI, Salvador Hernández Vélez.
martes, 27 de diciembre de 2011
SALTILLO, COAH. (Notimex).- "Es una situación producto de que ingresa un nuevo gobierno y los señores de la delincuencia organizada tratan siempre de intimidar a las autoridades, y creo que es un acto de intimidación", puntualizó.
Consideró que es importante que "el Gobernador y su equipo, la Procuradora y el Secretario de Seguridad Pública, es gente que debe estar protegida y tener el resguardo correspondiente".
Expuso que si se analiza, "en el resto del país ya van varios subdelegados de la PGR que han sido victimados", por lo que resaltó que estos funcionarios deben contar con cuerpos de seguridad y protección personal, debido al trabajo que realizan.
Tras considerar que fue una situación lamentable, el líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) agregó que hay que seguir trabajando de manera coordinada con los tres poderes de gobierno y resolver dentro de sus responsabilidades la inseguridad.
"Es una cuestión de presión como lo han hecho en otros estados de la República Mexicana, no sería el caso del primer gobernador que sus escoltas o directamente ellos hayan recibido una atentado; el caso más complicado que hemos tenido fue del candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, que fue asesinado unos días antes de la elección", declaró.
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