viernes, 1 de noviembre de 2013

Atacan a radios hermanas en Quintana Roo


 

Reporteros Sin Fronteras
Publicado el Jueves 31 de octubre de 2013.
Las estaciones de radio La estrella maya que habla y La FM Maya del municipio Felipe Carrillo Puerto, de Quintana Roo (sudeste), fueron atacadas el 28 de octubre de 2013 por un grupo de unos quince sujetos encapuchados armados con machetes y bombas molotov. Ambas radios pertenecen al ex alcalde del municipio, Sebastián Uc Yam. El equipo de transmisión fue completamente destruido. Los agresores atacaron al vigilante y a su familia, así como a dos periodistas que se encontraban en el lugar, Vladimir Rimbón Bonora y Arturo García Landeros. A éste último lo hirieron con un machete, y ya fue dado de alta por los médicos que le atendieron.
“Reporteros sin Fronteras condena firmemente este ataque. Esperamos que la Averiguación Previa emprendida por la Procuraduría de Justicia del Estado de Quintana Roo permita identificar a los culpables. Pedimos a las autoridades que no descarten prematuramente la hipótesis de que la agresión estuvo relacionada con la actividad periodística de las radios, concentrándose sólo en las actividades políticas de Sebastián Uc Yam. La Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República debe intervenir en la investigación tal como lo establece su nuevo mandato y el gobierno debe garantizar la seguridad de los integrantes de la radio”, señaló la organización.
La policía, acompañada de algunos miembros del ejército, tardó una hora en llegar al lugar del ataque. Según Hermelindo Martínez Cruz, locutor de La estrella maya que habla, no es la primera vez que los integrantes de la radio son víctimas de agresiones; él mismo habría sido secuestrado varias horas en julio de 2012. Hecho que nunca se investigó pese a que presentó una denuncia.
Con gran frecuencia los casos de agresiones a periodistas no se resuelven y éstas permanecen en la impunidad. Con 88 periodistas asesinados y otros 17 desaparecidos en una década, México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para el gremio periodístico.

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