Juan Monrreal López
Noviembre 14 del 2013
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David Aguillón,
“mantiene paralizadas las líneas de relación con los secretarios del Comité
estatal priista e incluso con los dirigentes de los sectores del partido,
delegando funciones al súper funcionario
partidista Diego Rodríguez Canales,- su secretario Particular-, quien lleva la
agenda, cita, ordena, como si fuera el presidente adjunto del partido”, inculpan
los priistas entrevistados, mientras afirman que “la relación de amistad con Rubén
Moreira Valdez, es lo que sostiene a David Aguillón, a la cabeza del PRI”, no los resultados político-electorales.
Impuesto sin
preámbulo alguno en la dirigencia estatal, luego del fracaso del oportunista
político, el ex maoísta Jesús Salvador Hernández Vélez,- hoy Secretario General
de Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), Aguillón Rosales, no consiguió avances
sustantivos en el proceso electoral que renovó los 38 presidentes municipales
el pasado 7 de julio, “e incluso se perdieron municipios importantes como
Saltillo, Monclova, ciudad Acuña, Sabinas, como consecuencia de las malas
estrategias, ordenadas por (David) Aguillón”, apuntan.
Sin reconocerle
ningún mérito en el triunfo electoral tricolor en Torreón más allá del mal
candidato del Partido Acción Nacional (PAN), los entrevistados dicen que “la
soberbia y el sectarismo del PAN, más el pésimo candidato que tuvo en Jesús
(Chuy) de León, fue lo que hizo posible que Miguel Riquelme ganara. David, no
tiene mérito alguno; además que se gastaron millones de pesos extras del tope
de campaña” señalan.
Para los
entrevistados, la vida interna partidista se encuentra en un grado “acrítico,
como nunca antes. Las únicas normas de relación que se practican son la auto
degradación con respecto a las jerarquías de poder “superiores” y excesivo despotismo
hacia los rangos “inferiores” ya que “las limitaciones políticas y carencia de ideas de
David Aguillón para conducir al partido son demasiadas, por ello es esencial mantener
este tipo de conducta como norma de relación al interior del PRI”, dicen los
entrevistados, al tiempo que subrayan la “pobre capacidad política” del
dirigente estatal.
En aquel tiempo,
funcionarios de esa dependencia comentaron a Demócrata Norte de México que el nombramiento de Aguillón Rosales
les parecía una burla a las instituciones, abundando que la designación de
David se daba porque “no habría escándalo en los medios” a los que el hoy
presidente del PRI había estado “cebando con dinero todo el sexenio”.
Así, cual
correspondía a un gobierno arrabalero y un gobernador de congal, David Aguillón,
tomó posesión en un hotel de Piedras Negras, con el exclusivo argumento de ser
amigo de la infancia del entonces gobernador.
Aguillón Rosales
declaró ese día, encontrarse orgulloso de prestar servicios con el “mejor
gobernador de la Historia de Coahuila”, afirmaciones que ya olvidó;
glorificaciones que hoy vuelca sobre Rubén Moreira.
A partir de entonces,
David Aguillón, no ha parado de circular de un puesto a otro, sin más respaldo que
los gobernadores Moreira.
Una vez que Rubén ganó
el proceso electoral, anunció que lo ratificaría en la secretaría de Gobierno.
Pero, pronto fue
removido.
Apenas estuvo un
día en la secretaría.
De hecho, Aguillón
fue la primera baja del gabinete de Rubén Moreira.
Aventado de la secretaría
de Gobierno, fue mantenido como Jefe de Gabinete, hasta que el 7 de julio del
2012 la debacle de los votos priistas, le abrió las puertas de la presidencia
del PRI.
Con nula
brillantez.
De manera que
anduvo rodando por empleos varios, hasta que “por su servilismo y coba” a
Octavio Pimentel, éste lo ubicó en la Coordinación de Comunicación Social del
CEN del PRI de Coahuila en 1998.
De hecho, “le pagó
caro su vasallaje, ya que David es incapaz de redactar una hoja dominical, de
esas que reparten en misa”, exponen periodistas de Saltillo, acerca del ahora
poderoso personaje de la política estatal.
Del PRI, Octavio
Pimentel lo recomendó con su hermano Óscar quien era alcalde de Saltillo.
Los Pimentel lo
sostuvieron allí.
Desde ese puesto,
volvió a estrechar lazos con sus antiguos amigos de la niñez, Humberto y Rubén
Moreira, con los que había formado una
pandilla infantil.
Eran los días del
ascenso vertiginoso del Moreirismo al poder estatal.
Humberto era
secretario de Educación, mientras Rubén ocupaba la secretaría del Ayuntamiento
de Saltillo.
De manera que
Aguillón Rosales se reincorporó a la banda; sólo que ahora en el gobierno.
Así que con dinero
municipal, hizo más numeroso el grupo de periodistas afines al Moreirismo,
quienes se convirtieron en un eslabón importante del asalto al poder estatal.
La traición a los
Pimentel González, la continuaría Aguilón Rosales aliado con Rubén Moreira,- ya
como subsecretario de Gobierno-, desde la dirección de Comunicación Social, hasta
que de facto expulsaron a Óscar Pimentel González de Coahuila.
Las
ambiciones inmediatas de David Aguillón
“David Aguillón,
ya se encuentra anotado para una curul de representación proporcional. Su
ambición es presidir el Congreso, para desde allí buscar la alcaldía
saltillense”, descubren los priistas entrevistados por Demócrata Norte de México.
Coahuila reducirá
en 2014, el número de legisladores de 31 a 25; 16 de mayoría y 9 de representación
proporcional.
Con la reducción
de espacios políticos en el Congreso, “el malestar al interior del PRI está
creciendo, pues las listas de candidatos que ya circulan, enseñan las mismas
caras; los mismos de siempre”, exponen impotentes a Demócrata Norte de México, los priistas.
De hecho “el arroz
ya está cocinado (Sic) y obviamente para oficializar el dedazo de Rubén
Moreira, los nombramientos serán por elección de delegados. La irritación al
interior del PRI es mucha, pero las opiniones que difieren de las de Aguillón
Rosales no tienen cabida, tanto dentro como fuera del partido” dicen a este
medio, al tiempo que rematan decepcionados “nunca había estado tan mal el
partido y es probable que se pierda la mayoría del Congreso”.
Para el Moreirato,
pero sobre todo para los ciudadanos de Coahuila, la elección del 6 de julio de
2014, representa algo más que las curules; está en juego la permanencia de
Rubén Moreira Valdez como gobernador autócrata, como el encubridor número uno
de la ilegal deuda de 36 mil millones de pesos, dejada por su hermano Humberto
Moreira, entre otras ilegalidades.
Twitter@jmonrreall
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