Rubén Moreira Valdez, gobernador de Coahuila. Foto: Germán Canseco |
SALTILLO, Coah. (apro).- El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, reveló que el crimen organizado llegó a disputar el monopolio del poder al Estado.
Sin aludir a sus predecesores en el cargo, su hermano Humberto Moreira, quien actualmente reside en España, y Jorge Torres López, prófugo de la justicia, el funcionario confesó que al “inicio de mi gobierno caí en la cuenta de que estábamos a punto, si no es que ya había sucedido, de que el monopolio de la autoridad no lo tuviera el gobierno, sino la delincuencia”.
Rubén Moreira comentó lo anterior durante una entrevista concedida al diario local Vanguardia, y en vísperas de rendir su segundo informe de Gobierno.
Según el funcionario, “la presencia del crimen organizado en Coahuila llegó a tal extremo que intervino para apoyar a un partido político para que ganara las elecciones”.
De los pasados comicios, dijo, el PRI tiene averiguaciones abiertas, pero “no voy a decir (en qué) municipios, porque no creo que sea lo correcto”.
El gobernador destacó incluso que empresarios y otros importantes sectores sociales se asociaron con grupos del narcotráfico.
“Porque también hay segmentos de la sociedad que vieron bien al crimen, que no dijeron nada, que lo alentaron, y que hasta se asociaron”, subrayó.
De igual manera, recordó que durante el gobierno anterior, las policías municipales operaban de distintas maneras para el crimen organizado, pero esa situación, advirtió, ha empezado a cambiar.
“Recordemos cómo la policía municipal (de Torreón) un día se baleó con la Policía Federal. ¿Qué tanto habría en esa policía para que tuvieran el valor de ir a balear a la Policía Federal, que tiene más equipo, más entrenamiento, pero además es federal?”, subrayó.
Los ciudadanos, dijo, no podían circular normalmente por las carreteras, “porque invariablemente la policía te detiene y te pregunta quién eres y te deja ir y te toma registro de tu credencial de elector, y no era para infraccionarte, era para llevar un control de quién pasaba y quién llegaba”.
De acuerdo con Moreira, en cierta ocasión policías municipales ingresaron a la oficina del alcalde de Torreón, y “algunos de ellos con los pies sobre el escritorio” le exigieron que cesara a un jefe policiaco.
“Existían situaciones e historias, cosas tan sencillas como que fulanito ya no se pudo casar en Piedras Negras porque tenía que comprarle el whisky de su boda a un grupo delincuencial”.
Además, comparó a Coahuila con Colombia, ya que en la entidad que gobierna, apuntó, también aparecieron “magos” que hacían fortuna en pocos meses.
“El crimen es como una infección, empieza a tener efectos por todas partes de tu cuerpo, ese es el narcotráfico. El narco se mete en todo, el narco se mete en los negocios, en los deportes, en la vida social, también en la política, en todas partes se puede meter”, subrayó.
Antes de concluir la entrevista, el mandatario coahuilense dio un espaldarazo al expresidente Felipe Calderón, al señalar que fue el primero “en levantar la voz y decir: ‘anda un tigre suelto que se quiere meter en todo’”.
Sin aludir a sus predecesores en el cargo, su hermano Humberto Moreira, quien actualmente reside en España, y Jorge Torres López, prófugo de la justicia, el funcionario confesó que al “inicio de mi gobierno caí en la cuenta de que estábamos a punto, si no es que ya había sucedido, de que el monopolio de la autoridad no lo tuviera el gobierno, sino la delincuencia”.
Rubén Moreira comentó lo anterior durante una entrevista concedida al diario local Vanguardia, y en vísperas de rendir su segundo informe de Gobierno.
Según el funcionario, “la presencia del crimen organizado en Coahuila llegó a tal extremo que intervino para apoyar a un partido político para que ganara las elecciones”.
De los pasados comicios, dijo, el PRI tiene averiguaciones abiertas, pero “no voy a decir (en qué) municipios, porque no creo que sea lo correcto”.
El gobernador destacó incluso que empresarios y otros importantes sectores sociales se asociaron con grupos del narcotráfico.
“Porque también hay segmentos de la sociedad que vieron bien al crimen, que no dijeron nada, que lo alentaron, y que hasta se asociaron”, subrayó.
De igual manera, recordó que durante el gobierno anterior, las policías municipales operaban de distintas maneras para el crimen organizado, pero esa situación, advirtió, ha empezado a cambiar.
“Recordemos cómo la policía municipal (de Torreón) un día se baleó con la Policía Federal. ¿Qué tanto habría en esa policía para que tuvieran el valor de ir a balear a la Policía Federal, que tiene más equipo, más entrenamiento, pero además es federal?”, subrayó.
Los ciudadanos, dijo, no podían circular normalmente por las carreteras, “porque invariablemente la policía te detiene y te pregunta quién eres y te deja ir y te toma registro de tu credencial de elector, y no era para infraccionarte, era para llevar un control de quién pasaba y quién llegaba”.
De acuerdo con Moreira, en cierta ocasión policías municipales ingresaron a la oficina del alcalde de Torreón, y “algunos de ellos con los pies sobre el escritorio” le exigieron que cesara a un jefe policiaco.
“Existían situaciones e historias, cosas tan sencillas como que fulanito ya no se pudo casar en Piedras Negras porque tenía que comprarle el whisky de su boda a un grupo delincuencial”.
Además, comparó a Coahuila con Colombia, ya que en la entidad que gobierna, apuntó, también aparecieron “magos” que hacían fortuna en pocos meses.
“El crimen es como una infección, empieza a tener efectos por todas partes de tu cuerpo, ese es el narcotráfico. El narco se mete en todo, el narco se mete en los negocios, en los deportes, en la vida social, también en la política, en todas partes se puede meter”, subrayó.
Antes de concluir la entrevista, el mandatario coahuilense dio un espaldarazo al expresidente Felipe Calderón, al señalar que fue el primero “en levantar la voz y decir: ‘anda un tigre suelto que se quiere meter en todo’”.
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