martes, 9 de abril de 2013

La burbuja inmobiliaria mexicana

 

La burbuja inmobiliaria mexicana
Dejan solas casas de Infonavit. Ante una ola de recuperaciones de casas, Infonavit busca mejorar el modelo de viviendas.
martes, 09 de abril de 2013
Un aumento del 48% en el valor de las casas desde 2005, una tasa de morosidad de 16% en créditos y un desplome del 56% en las principales constructoras... El país hoy reúne ingredientes similares a los que se vieron en EU antes del colapso financiero de 2008. ¿Seremos los siguientes?
¿Estamos ante un colapso similar?
Para revisar la problemática se puede dividir el análisis en tres cuestiones que se tuvieron en Estados Unidos previo a la crisis financiera: alza en precios de vivienda, incremento pronunciado de morosidad, aunado a un abandono de los hogares y la inevitable reacción de mercado.
Ante la facilidad de conseguir créditos hipotecarios, muchas personas los recibieron con alto riesgo de no poder cumplir. Esta alza en la demanda impulsó el encarecimiento de las hipotecas que se volvieron imposibles de pagar.
En México, aunque tanto el número de casas embargadas y subastadas por el estado ha aumentado en forma aguda, y las empresas desarrolladoras de viviendas parecen ir en caída libre, el valor de las casas no ha percibido el golpe en el precio.
El crédito de casas que Infonavit ha otorgado ha ido en aumento en los últimos años; a pesar de que el mercado no parece funcionar de manera correcta. Ante la amplia disponibilidad de crédito, la gente se ha confiado pensando que serán capaces de pagar el precio.
Esto ha aumentado la demanda por vivienda (de cierta manera artificialmente) con dinero que no le pertenece a la gente. Es decir, no están demandado un bien con dinero que tienen certeza que pueden conseguir.
De hecho, desde el primer trimestre del 2010 hasta el último del 2012, el índice de Precios a la Vivienda que genera la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) ha aumentado en 11.34 por ciento, muy por encima de la inflación.
Este incremento en precios es muy parecido a lo que terminó siendo una burbuja en Estados Unidos.
MOROSIDAD Y ABANDONO
Hoy en día, en México el impulso a la vivienda que se ha visto en la última década ha sido impresionante, en parte con la expansión de los subsidios al sector, provenientes del Infonavit, que ha otorgado más de 500 mil créditos anuales, con un aumento del 143 por ciento desde el 2001.
Al agregar a cada vez más personas que acceden a los créditos de vivienda subsidiados por el Estado, se esperaba poder detener un aumento en el índice de morosidad para mantener a la industria de la construcción saludable.
Ya sea por la estructuración del desarrollo de viviendas, o por razones endógenas a los suscriptores de tales créditos, la situación se ha agravado a niveles nunca antes vistos.
Este índice que mide la proporción de la gente que no logra completar el pago de crédito de la vivienda al final del vencimiento ha venido aumentando hasta llegar a un valor de 16.2 por ciento para octubre de 2012.
UNA HISTORIA CONOCIDA
La crisis financiera más reciente en Estados Unidos inició con una burbuja en el mercado inmobiliario.
1. Los préstamos baratos, auspiciados en parte por el gobierno, hicieron que muchas personas pudieran comprar casas.
2. Los precios de las casas aumentaron a pasos acelerados, llevando a muchos a comprar aunque no pudieran pagarla.
3. Los bancos "empaquetaron" los préstamos y los vendieron a inversionistas, quienes a su vez los vendieron a otros bancos y aseguradoras.
4. La sobreinversión en el sector inmobiliario produjo más oferta que demanda, llevando a una caída en el precio de las casas.
5. Las personas que apenas podían pagar sus casas, al ver que valían menos de lo que debían, dejaron de pagar.
6. Los instrumentos financieros que dependían de los pagos mensuales de los deudores comenzaron a valer menos y acumular pérdidas.
7. Los bancos y los inversionistas que habían prestado con esos instrumentos como garantía de pronto se vieron sin activos.
8. Apretados por tener pocos activos, los bancos redujeron sus préstamos, afectando a empresas pequeñas y medianas, quienes despidieron trabajadores y gastaron menos.
9. Las personas, endeudadas desde antes no pudieron contrarrestar la falta de consumo en la economía, llevando a cierres y menos ventas.
10. El gobierno se vio obligado a intervenir, rescatando bancos, gastando más y hasta comprando los instrumentos financieros derivados de hipotecas.

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