Washington considera que las policías estatales y municipales son las más propensas a ser cooptadas por el narco; también recomienda al país impulsar reformas para frenar el financiamiento al terrorismo.
México.- En México los narcotraficantes lavan cerca de 25 mil millones de dólares al año. Así lo detalla el Departamento de Estados Unidos en su informe anual sobre drogas, denominado Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2010.
Pese a estas ganancias, el gobierno estadunidense considera “que por primera vez los cárteles enfrentan una amenaza existencial del Estado que no pueden ganar con el soborno o la intimidación”. Esta guerra es emprendida por el gobierno mexicano en conjunto con el de Estados Unidos.
El informe dado a conocer ayer señala que en el país existe una clara falta de personal en el área de combate al lavado de dinero, sobre todo en lo que hace a fiscales y auditores de los sistemas financieros.
“México sigue siendo uno de los principales centros de lavado de dinero, pues se calcula que anualmente los narcotraficantes tienen rangos de entre 15 mil y 30 mil millones de dólares sólo por ventas de drogas ilícitas en Estados Unidos”, se detalla en el documento.
Asimismo expone que México no cuenta con una “base de datos completa y moderna ni con el equipamiento tecnológico para el combate a las operaciones con recursos de procedencia ilícita”, lo que genera una “vulnerabilidad de sus instalaciones en el intento de socavar los esfuerzos de la lucha contra el narcotráfico”.
En este sentido, el gobierno de Estados Unidos recomienda a las autoridades mexicanas mejorar la aplicación de los mecanismos de confiscación de bienes, incrementar el control del contrabando de dinero a granel a través de sus fronteras y optimizar la regulación y supervisión de los transmisores de recursos y centros de cambio y casinos sin licencia.
En el informe el Departamento de Estado aclara que México debe modificar su legislación “para (combatir) plenamente la financiación del terrorismo, y promulgar leyes y procedimientos de congelación de activos de organizaciones terroristas, como Al-Qaeda y los Talibanes”.
En otro rubro, se detalla que la corrupción continúa siendo el mayor obstáculo que enfrenta el país y se subraya que los cárteles mantienen una fuerte influencia entre policías y “funcionarios de gobierno”, a quienes prometen beneficios económicos o los amenazan de muerte cuando no quieren cooperar.
El reporte destaca que la corrupción se da principalmente entre los policías municipales y estatales que cuentan con menores ingresos o “bajos sueldos”. De hecho, las autoridades estadunidenses aseguran que los cárteles tienen mayor influencia sobre las corporaciones en estos niveles de gobierno, debido a que tienen “menores controles para verificación de la corrupción”.
El problema, se dice en el documento, “es que estas policías representan 90 por ciento de la fuerza policiaca en México”.
El problema de la corrupción es tan grave en México que incluso con la destitución de los funcionarios corrompidos los narcotraficantes mantienen un grupo “alterno” de burócratas, a quienes tienen en su nómina para “socavar las operaciones contra las organizaciones delictivas”.
Pese a lo anterior, el Departamento de Estado destacó la “agresiva campaña” del presidente Felipe Calderón para combatir las drogas y hacer frente a las principales organizaciones criminales. Asimismo, subrayó la profesionalización de la Policía Federal, a la que se le otorgaron nuevas facultades.
Puntualizó que el mejor avance tecnológico se encuentra en la Secretaría de Seguridad Pública federal, que puso en marcha la base de datos denominada Plataforma México, en la que se puede acceder a más de 400 mil registros individuales o expedientes.
En la parte final del informe, el gobierno estadunidense insta al gobierno mexicano a seguir con la modificación de leyes y a impulsar una reforma judicial “que permita completar los trabajos que realiza la policía y organismos en ambos lados de la frontera”.
También destaca que el gobierno del vecino país está en la búsqueda de reducir la demanda interna de drogas dentro de sus fronteras y de interrumpir el flujo de armas y dinero hacia México.
Omar Sánchez de Tagle y Rubén Mosso
Milenio02/03/2010
México.- En México los narcotraficantes lavan cerca de 25 mil millones de dólares al año. Así lo detalla el Departamento de Estados Unidos en su informe anual sobre drogas, denominado Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2010.
Pese a estas ganancias, el gobierno estadunidense considera “que por primera vez los cárteles enfrentan una amenaza existencial del Estado que no pueden ganar con el soborno o la intimidación”. Esta guerra es emprendida por el gobierno mexicano en conjunto con el de Estados Unidos.
El informe dado a conocer ayer señala que en el país existe una clara falta de personal en el área de combate al lavado de dinero, sobre todo en lo que hace a fiscales y auditores de los sistemas financieros.
“México sigue siendo uno de los principales centros de lavado de dinero, pues se calcula que anualmente los narcotraficantes tienen rangos de entre 15 mil y 30 mil millones de dólares sólo por ventas de drogas ilícitas en Estados Unidos”, se detalla en el documento.
Asimismo expone que México no cuenta con una “base de datos completa y moderna ni con el equipamiento tecnológico para el combate a las operaciones con recursos de procedencia ilícita”, lo que genera una “vulnerabilidad de sus instalaciones en el intento de socavar los esfuerzos de la lucha contra el narcotráfico”.
En este sentido, el gobierno de Estados Unidos recomienda a las autoridades mexicanas mejorar la aplicación de los mecanismos de confiscación de bienes, incrementar el control del contrabando de dinero a granel a través de sus fronteras y optimizar la regulación y supervisión de los transmisores de recursos y centros de cambio y casinos sin licencia.
En el informe el Departamento de Estado aclara que México debe modificar su legislación “para (combatir) plenamente la financiación del terrorismo, y promulgar leyes y procedimientos de congelación de activos de organizaciones terroristas, como Al-Qaeda y los Talibanes”.
En otro rubro, se detalla que la corrupción continúa siendo el mayor obstáculo que enfrenta el país y se subraya que los cárteles mantienen una fuerte influencia entre policías y “funcionarios de gobierno”, a quienes prometen beneficios económicos o los amenazan de muerte cuando no quieren cooperar.
El reporte destaca que la corrupción se da principalmente entre los policías municipales y estatales que cuentan con menores ingresos o “bajos sueldos”. De hecho, las autoridades estadunidenses aseguran que los cárteles tienen mayor influencia sobre las corporaciones en estos niveles de gobierno, debido a que tienen “menores controles para verificación de la corrupción”.
El problema, se dice en el documento, “es que estas policías representan 90 por ciento de la fuerza policiaca en México”.
El problema de la corrupción es tan grave en México que incluso con la destitución de los funcionarios corrompidos los narcotraficantes mantienen un grupo “alterno” de burócratas, a quienes tienen en su nómina para “socavar las operaciones contra las organizaciones delictivas”.
Pese a lo anterior, el Departamento de Estado destacó la “agresiva campaña” del presidente Felipe Calderón para combatir las drogas y hacer frente a las principales organizaciones criminales. Asimismo, subrayó la profesionalización de la Policía Federal, a la que se le otorgaron nuevas facultades.
Puntualizó que el mejor avance tecnológico se encuentra en la Secretaría de Seguridad Pública federal, que puso en marcha la base de datos denominada Plataforma México, en la que se puede acceder a más de 400 mil registros individuales o expedientes.
En la parte final del informe, el gobierno estadunidense insta al gobierno mexicano a seguir con la modificación de leyes y a impulsar una reforma judicial “que permita completar los trabajos que realiza la policía y organismos en ambos lados de la frontera”.
También destaca que el gobierno del vecino país está en la búsqueda de reducir la demanda interna de drogas dentro de sus fronteras y de interrumpir el flujo de armas y dinero hacia México.
Omar Sánchez de Tagle y Rubén Mosso
Milenio02/03/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario