miércoles, 17 de marzo de 2010

Ramón Ayala asegura que ya fue exonerado de tener nexos con el narco

El músico sostiene que no sabía que tocaba para delincuentes

Julia Antonieta Le Duc
Corresponsal
Periódico La JornadaMiércoles 17 de marzo de 2010, p. 10

Mc Allen, Tx., 16 de marzo. “Se apagaron las luces, la gente se salió y a los dos o tres minutos empezaron a escucharse los balazos por todos lados. Nosotros nos tiramos al suelo y dije: ‘ya nos van a matar’. Allí cerquita, nos metimos todos a una recámara al lado de donde estábamos tocando y allí cayeron dos granadas, la casa se estremeció toda. La verdad nos salvamos de milagro”.
Esta es parte de la narración de la estrella de música norteña Ramón Ayala, quien luego de 95 días ofreció hoy sus primeras declaraciones en un restaurante, de McAllen, Texas.
Ayala aseguró que los elementos iban por Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien entre granadazos y ráfagas de metralleta pudo huir en una camioneta Toyota plateada, con placas 102 WPH, aunque tres de los escoltas del narco murieron en el enfrentamiento.
Ayala, quien aseguró que no tenía idea de que trabajaba para narcotraficantes, relató cómo fue la balacera ocurrida en la fiesta en Cuernavaca, Morelos, donde fue detenido –el pasado 11 de diciembre– junto con sus Bravos del Norte, Los Cadetes de Linares y el Grupo Torrente.
El músico aseveró que se salvaron de milagro, ya que cuando irrumpió la Marina (a las 2 de la madrugada en la casa marcada con el número 124 en Paseo de Los Naranjos), los anfitriones apagaron las luces y la balacera comenzó. Ayala, junto con otros músicos, se refugiaron en una recámara contigua al lugar donde tocaban. Se tiraron al piso. Después explotaron dos granadas que hicieron cimbrar la casa.
El llamado Rey del acordeón aceptó ir a tocar, dijo, porque le prometieron moverlo en avión, desde Reynosa a México y de allí a Puebla, pero ya en el aeropuerto de la ciudad de México, “nos trasladaron a esa casa nos habían dicho que era una quinceañera, en un casino grande, pero no, era una casa particular y no en Puebla. Ya no quisimos decir que no, las circunstancias nos llevaron a aceptar tocar”, explicó.
En la fiesta no había mucha gente, “nomás estaba ese señor y su mujer, era un cuarto como éste (de 6 por 8 metros), estábamos tocando conectados a una bocinita”, detalló.
El músico sostuvo que las autoridades mexicanas lo han exonerado de cualquier sospecha de nexos con el crimen organizado. Dijo que se encuentra listo para regresar a los escenarios y reactivar sus giras en ambos lados de la frontera.

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