martes, 11 de agosto de 2009

Eduardo Olmos Castro, bazofia sobre Torreón

La conspiración contra Torreón por odios de los hermanos Moreira Valdés

*Humberto y Rubén Moreira, “de porros a gente Chic”

Juan Monrreal López
Agosto 11 de 2009
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Torreón, Coahuila.- Antes de que salga la convocatoria priista para que los aspirantes a la presidencia municipal se registren, el PRI ya tiene candidato: se llama Eduardo Olmos Castro, un tipo que ha caricaturizado el voto ciudadano, al abandonar los puestos de representación popular por los que mendigó los sufragios, también , forma parte de la pandilla priista que quiere dominar Torreón, a cualquier precio; la razón; servir a los capos de la mafia política coahuilense que dirigen los hermanos Moreira Valdés; Humberto y Rubén; derrotados electoralmente en La Laguna en el año 2005, un vapuleo electivo que es el origen de sus venganzas contra Torreón.

Proyectado a las candidaturas priistas por Raúl Sifuentes Guerrero, ex secretario de Gobierno en la época que Enrique Martínez y Martínez, saqueó Coahuila; Olmos Castro, debutó perdiendo la diputación local.

Luego, uncido al presupuesto estatal, consiguió hacerse de la diputación federal en el año 2003, una curul que le salió cara al entonces alcalde de Matamoros, Coahuila, Felipe Medina Cervantes, quien fue a parar al CERESO de Torreón por desvíos de los dineros de ese ayuntamiento.

En plena debacle del grupo de Sifuentes Guerrero, conocido como “La Burbuja”; Olmos Castro, giró hacia el moreirismo, “ofreciendo votos y dinero”, para la campaña de Humberto Moreira. Desde entonces, los favores entre estos antiguos enemigos políticos, van y vienen sin discreción.

Enrolado en recuperar rápidamente “las inversiones” que hizo en la campaña de Humberto Moreira; Olmos Castro pidió que lo hicieran candidato del PRI a la alcaldía en la contienda municipal del 2005. En aquellos días, como ahora, Moreira Valdés, adecuó todo a modo para que Olmos no tuviera rival. Operaron la maquinaria priista para purgar a la oposición. Prometieron espacios administrativos. Amenazaron. Persiguieron, y no pararon hasta imponerlo como aspirante. Luego perdió con el panista José Ángel Pérez Hernández.

Derrotado por 20 mil votos, Eduardo Olmos, fue incorporado al gobierno de Humberto Moreira, como secretario de Obras Públicas. Sin experiencia alguna, pero además, con el capo político coahuilense derrotado en La Laguna, a Moreira Valdés se le ocurrió establecer la secretaría de Desarrollo Regional de La Laguna (SDRL), dependencia que se convirtió en la madriguera de los ex sifuentistas, pero también de una porción importante de moreiristas que “no reuníamos el perfil” para despachar en Saltillo, según declaró a Demócrata Norte de México, un miembro de la pandilla que Moreira comandó en el INEA.
Desde el edificio Coahuila, con un presupuesto de 310 millones 47 mil pesos, Eduardo Olmos, junto con el diputado federal electo, Miguel Riquelme Solís, no cejaron en conspirar contra esta ciudad que Olmos Castro pretende gobernar.

Apalancados siempre por el presidente del PRI estatal, Rubén Moreira, “El Zerevro”, maquinaron ataques contra la administración panista del inepto José Ángel Pérez Hernández, agresiones que se convirtieron en embates contra la comunidad.

El objetivo era, como sigue siendo hoy, desgastar la administración blanquiazul que está por entregar cuentas negras a los ciudadanos torreonitas.

Con la inseguridad extendida en la ciudad; secuestros al orden del día; las extorsiones como contribución obligatoria para trabajar; la policía coludida con los narcomenudistas; la opacidad en las cuentas públicas; servicios deficientes en todos los órdenes, - pese a ejercer alrededor de 1 mil 500 millones de pesos de presupuesto -, los ataques del priismo coordinado desde el Edificio Coahuila, sede de la SDRL, encontraron campo propicio para medrar la poca credibilidad de José Ángel Pérez Hernández, quien aparte, fue surtido con “el fuego amigo” del grupo del senador Guillermo Anaya Llamas.

Pero en esta conspiración, los artífices fueron los “hermanitos” Rubén y Humberto Moreira, - quienes de porros, ahora se presentan como gente “chic” (cualquier cosa que signifique eso)-, que no perdonan que el voto torreonense les haya dicho que no los quería en la elección del año 2005, cuando Jorge Zermeño Infante, consiguió 42 mil 545 votos más que Humberto Moreira, “El Chic”.

Esta es la verdadera raíz del odio de los Moreira en contra de la ciudad. Pero Eduardo Olmos Castro, también participa de este rencor. Por ello, se dedican a “manotear” a Torreón. A estorbar el desarrollo real, canjeándolo por “Tarjetas de la Gente” de 200 pesos, a las que por cierto, les rebajan sin más, 50 pesos que nadie sabe adónde van a parar. A que cuenta se depositan. Qué funcionario los retiene.

Es este Eduardo Olmos, el que ansía despachar desde el edificio de Matamoros y Galeana. El que apetece las cuentas públicas que ejercería al ganar la presidencia. Un trofeo que pretende conseguir con el contubernio total de los capos de la política coahuilense; que al igual que su padrino, Carlos Salinas de Gortari, guardan rencor a las decisiones tomadas por los laguneros.

Que Eduardo Olmos “quiere recuperarse rápido de la crisis económica y financiera del llamado Grupo Olmos” eso salta a la vista, dicen funcionarios priistas a Demócrata Norte de México. Tienen razón. Basta recorrer las gasolineras que fueron o son propiedad del llamado “Grupo Olmos”, para detectar la necesidad que tienen de capital fresco. De recibir los primeros grandes pagos por los servicios prestados al clan Moreira, que de porros se convirtieron en “Chic”, por obra y gracia de la impunidad que otorga ejercer el poder público.

A unos cuantos días de ser ungido como candidato único del PRI a la presidencia de Torreón, Eduardo Olmos Castro, quien sólo ha entregado bazofia de su ejercicio burocrático, sabe que “va en caballo de hacienda”, sobre todo con las amenazas totalitarias lanzadas en el Consejo estatal priista, por Rubén “El Zerevro” Moreira, de que “toda disidencia priista será considerada como traición (Rubén Moreira, dixit)”.

De ganar Olmos Castro, las malas administraciones de todos los priistas que han arrojado basura sobre Torreón, junto con los panistas, serán inocentadas.

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