A diferencia de los impuestos, elevar los precios no requiere de la aprobación del Congreso, sólo la decisión del Ejecutivo, dicen expertos
Arturo Rivero
Ciudad de México (28 agosto 2009).- Lo peor de la crisis, al menos para los mexicanos, no ha pasado.
Y es que, ante la magnitud del desequilibrio en las finanzas públicas y el poco margen de negociación en materia impositiva, especialistas ven inminente que la Secretaría de Hacienda instrumente aumentos en bienes y servicios públicos, como la gasolina, el gas y la electricidad.
Alejandro Villagómez, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, señaló la viabilidad de subir el precio de la gasolina debido a que la recaudación por este medio es muy eficiente, ya que es un producto con baja elasticidad, es decir, su demanda no disminuye pese a que aumente su precio.
Lo mismo ocurre con el gas y la electricidad, para los que existen subsidios que bajan el ingreso del Gobierno, dijo.
A finales del año pasado, la propia Secretaría de Energía planteó ajustes en el costo de la gasolina para igualar los precios en México y Estados Unidos. Sin embargo, a partir del plan anticrisis de enero de este año, los precios del combustible y del gas LP se congelaron.
Actualmente, en México, el precio del litro de Magna es 10 por ciento inferior al de su similar en Houston, mientras que el de la Premium es 4.1 por ciento superior, considerando el promedio de cotizaciones del último mes.
Para igualar el precio de la Magna al de la prevaleciente en EU, se requeriría un alza de 11.1 por ciento, o bien, un aumento mensual de 0.9 por ciento.
Óscar Márquez, socio director de Márquez, Ojeda y Cía., aseguró que la propuesta económica y fiscal para 2010 buscará elevar los ingresos públicos vía el aumento de precios.
"Seguro que vienen (aumentos): no hay de otra. Al Gobierno le urgen más ingresos, y no habrá de considerar si hay crisis o no, si la gente puede pagarlos o no. Tendrá un costo social la medida, pero no hay alternativa", explicó.
A diferencia de lo que ocurre con los impuestos, el incremento de precios públicos no requiere aprobación del Congreso, sino sólo la decisión del Ejecutivo, coincidieron.
Sin embargo, Iván Franco, economista senior de Consultores Internacionales, pronosticó una espiral inflacionaria si se concretan estas alzas.
Piden IVA para comida y medicina
Aun frente al rechazo de los partidos políticos de promover nuevos impuestos, el sector empresarial se pronunció por aplicar una tasa de entre 3 y 4 por ciento de IVA a medicinas y alimentos.
"Ese impuesto es clave. Es el que utilizan todos nuestros competidores para atraer inversión y es lo que usan los países modernos", afirmó Claudio X. González, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.
Las naciones que aplican IVA en alimentos y medicinas tienen mejor desempeño, dijo.
"Sería un grave error (no aprobarlo) porque condenan al País a no ser competitivo, y, al no serlo, vamos a tener problemas por no tener suficiente inversión y empleos", añadió.
Con información de Verónica Gascón
Reforma28/08/2009
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