domingo, 7 de noviembre de 2021

José Ramón Enríquez, El Águila que carcome la “unidad” en Morena-Durango, quiere ser gobernador

 


Juan Monrreal López

Noviembre 7 de 2021

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Durango, Durango. – “Ricardo Monreal Ávila (Coordinador de los senadores de Morena) y Mario Delgado (Carrillo, presidente del partido Morena), vinieron a destapar a (José Ramón) Enríquez, ¿qué no lo viste? Yo los escuché cuando le dijeron; tú eres el candidato”, expuso a Demócrata Norte de México, el pasado 23 de octubre,un alterado promotor de la candidatura del chapulín político conocido como El Águila,- senador por el PAN-PRD, ex presidente del Movimiento Ciudadano (MC) neo morenista convertido porque Delgado Carrillo, lo “regresó a sus orígenes -, mientras la algarabía del Tercer Informe Legislativo, existente en el Auditorio del Pueblo, se disipa, entre el silencio de quienes fueron acarreados y dispuestos en galería, para abultar el número de asistentes de un evento “político” con génesis narcisista; suceso siempre corto a los ojos de José Ramón Enríquez, quien concibe la política como el manotazo que agandalla, que cercena caminos de entendimiento entre las distintas fuerzas sociales, pero además, que concibe las alianzas con los que menos poder tienen, como trastos descartables en el momento que él lo decida; al menos esto revela la historia política de El Águila, quien una vez que ganó la alcaldía de Durango, se quedó sin “amigos históricos”, aquellos quienes lo apoyaron con relaciones y dinero en los peores días, como el tiempo en que el ex gobernador, dirigente de la CNC y diputado federal por el PRI, Ismael Hernández Deras, lo corrió del gabinete, echándolo de la secretaría de Salud del estado, y, hasta del del PRI.

El Tercer Informe de actividades legislativas de Enríquez Herrera, es mentiroso.

El Águila, no rindió antes testimonio de participación en la Cámara Alta; en principio, porque su suplente, el ex presidente del PAN estatal, ex militante del partido MC, Juan Quiñones, jamás realizó ponencia alguna respecto a las tareas legislativas; así lo registra la página oficial del senado, en consecuencia, no fue el Tercer Informe Legislativo, sí el primero.

Desde el principio, como en otros tiempos, cuando el PRI y el PAN eran gobierno nacional, el evento mostró esencia clasista, discriminatorio.

Los indígenas, los hombre de las comunidades campesinas, los habitantes  de las colonias marginales, fueron colocados en las partes altas del llamado Auditorio del Pueblo, – contingentes siempre identificados con letreros que cargaron ciudadanos de estos grupos-, mientras en las primeras sillas, frente al estrado, estuvo la llamada clase política,-  dicho sea de paso, los mismos de siempre desde hace varias décadas, sin que lleguen a reciclados, siquiera -, o quienes se han comprometido a “meterle dinero o especie” a la campaña por la gubernatura, en tanto,  El Águila aparece como showman por una de las puertas del recinto acompañado por su principal gurú motivacional, Víctor de María, uno de los beneficiarios que recibió millones de pesos del régimen de la alcaldía de José Ramón Enríquez, quien lo acompaña como guardaespaldas sobándole el envés, el hombro, el brazo.

José Ramón Enríquez, se ve exultado.

Levanta el brazo, saludando hacia todos lados, ha tenido una semana de fotos con el dirigente nacional de Morena Mario Delgado Carrillo, – el del tremendo microblading de cejas-, con Ricardo Monreal Ávila, el que no está de acuerdo con las encuestas para nombrar candidatos en Morena, pero con gusto aceptará este mecanismo si uno de sus afines es favorecido con este método.

En ese atole de acompañante del senador, destaca el yunquista, Manuel Espino Barrientos, un ultraderechista que promovió a Vicente Fox, convalidó el fraude electoral de Felipe Calderón Hinojosa e incluso, se adhirió a la campaña de Enrique Peña Nieto.

Pero a El águila, no le importa; sueña con sumar a Manuel Espino Barrientos a su campaña, con una sarta de personajes,- enemigos del pueblo-, provenientes de todos los partidos políticos, hoy mezclados en Morena.

La crónica legislativa, bautizado como “Durango Merece Más”, es el más desmesurado que se haya montado para reportar las acciones parlamentarias en la historia de Durango.

Fantaseando, desmedido, aunque a los ojos de Enríquez Herrera, resulte pequeño, el alcance político de “este suceso fue descortés”, demostración del socavamiento de las pocas tiras de unidad interna que existen en Morena, dicen miembros de las Comisiones estatales de Morena a Demócrata Norte de México.

El Águila, no trata de unir, intenta aplastar con el agandalle, con los manotazos sobre la mesa, como lo ha venido haciendo en todos los puntos del estado.

En este marco se inscriben la instalación de los Centros de Salud, – seguramente sólo por esta etapa electoral-, que abrió en Durango, Gómez Palacio, Lerdo y Vicente Guerrero; por cierto, también levantados sobre mentiras del senador; una de éstas; cuando se empezaron a cobrar los servicios, los medicamentos; él había anunciado atenciones y medicinas gratuitas.

También, la soberbia de instalar en casi todos los municipios de Durango, espectaculares comprados para montar su imagen, como los situados en La Laguna, específicamente sobre el Bulevar Ejército Mexicano, donde incluso desmontó, propaganda oficial del gobierno del estado, de la presidencia municipal, de Gómez Palacio y Lerdo, Durango e incluso del propio yunquista, Manuel Espino Barrientos.

Los “invitados”, llegaron temprano; en tanto Enríquez Herrera, se regodeaba con los senadores afines a Ricardo Monreal Ávila, como el senador por Coahuila, miembro de Morena, Armando Guadiana Tijerina, uno de explotadores de las minas de carbón en la cuenca carbonífera de Coahuila, donde los trabajadores excavan en condiciones de mínima seguridad con todo y los estallidos y derrumbes de los socavones.

La senadora por Durango, Margarita Valdez, una “monrealista” hasta el tuétano, quien le ha tomado sabor al poder, extrayéndole todos los beneficios posibles, algo que antes criticó.

Por el pasillo de seguridad que controla su ex director de Protección Civil, El Águila, sonríe, abraza a las activistas que promueven su imagen. Se ve orondo. Seguro que tendrá la candidatura al gobierno de Durango.

Como si fuera gobernador, rodeado de un cuerpo grande de guardaespaldas, se toma selfies a diestra y siniestra, ya lleva 40 minutos saludando a quien se deje.

El maestro de ceremonias presenta a una retahíla de senadores, luego descubre que solo los diputados locales plurinominales de la ciudad de Durango, – liderados por la corrupta ex panista, diputada plurinominal de Morena, Sandra Amaya-, acompañan a El Águila.

Los diputados de La Laguna, electos por los votos ciudadanos no se encuentran, son afines a la alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela Rodríguez.

Ya frente al atrio, el congresista, mal orador, suelta un discurso de retazos, en el que cabe de todo. Incluso, interrumpe su propia línea de peroratas para reconocer que él fue rescatado del PRI-PAN-MC gracias a Mario Delgado Carrillo, “quien me trajo a mis orígenes (¿del PRI?)”, para luego afianzar el entreguismo que le guarda, – a su padrino del momento-, Ricardo Monreal Ávila, a quien le dice desde la tribuna que “amor con amor se paga”, revelando la alianza que existe entre ambos.

Y allí, arriba en la plataforma, El Águila, habla como si hoy fuera constructor, gestor de obra pública, cuando nunca lo hizo como alcalde.

En la incongruencia total, dice que ha participado en muchas luchas progresistas, las que se desconocen cuáles sean.

Si se sabe que fue impulsor de la candidatura del corruptazo ex gobernador, el priista, Ismael Alfredo Hernández Deras, quien terminó echándolo del gabinete cuando le exigió día tras día que lo hiciera tesorero del estado.

También se conoce que se fue al PRD, luego al MC, aliado del PAN, hasta que los del blaquiazul junto a Rosas Aispuro, no cedieron a sus chantajes de hacerlo otra vez candidato a la alcaldía de Durango, donde dejó sin soporte más de 400 millones de pesos que avalen su uso.

De la misma forma, son públicas las acres críticas hacia Andrés Manuel López Obrador, mientras ensalzaba y paseaba a Rafael Moreno Valle, como precandidato a la presidencia de la República por el PAN, al igual que lo hizo con Ricardo Anaya Cortés, a quien placeó y apoyó con recursos públicos para que ganara la presidencia de la República en contra de AMLO.

Ni que decir del apoyo incondicional que proporcionó, – por ese momento-, a la campaña del gobernador infecto del PAN-PRD José Rosas Aispuro Torres, con quien, desde Morena, mantiene una guerra subrepticia en la que pretende evitar ser citado a la Fiscalía Anticorrupción de Durango, donde están las 3 denuncias por el faltante de 452 millones de pesos que dejó en la presidencia municipal, y, en aumento.

Por eso, ahora agradece a sus “padrinos”, Mario Delgado Carrillo, que lo incrustó en Morena, y fue “quien me trajo a mis orígenes”, y a Ricardo Monreal Ávila, de quien recibió amor al acogerlo en el grupo parlamentario de Morena en el senado, rindiéndole culto con la frase de “amor con amor se paga”, dijo desde el templete montado en El Teatro del Pueblo.

Señala que está “en un momento de la historia donde puede cambiar la vida de las personas en Durango y en el país”, mientras todavía lo esperan los damnificados de las lluvias de septiembre de 2016, a los que les prometió ayudar, pero nunca resolvió lo mínimo necesario, al igual que su compinche del instante, el gobernador prianista, José Rosas Aispuro.

Luego, sin esfuerzo, alardeó con los avances que logró en tiempos récord para la instalación de 16 hospitales en el estado cuando fue secretario de Salud.

La realidad, fue que muchos de estos supuestos nosocomios apenas si llegaron a galerones, como el ubicado en Bermejillo, Durango.

También, en esta semana de vanaglorias de El Águila, le alcanzó en el discurso hablar de los “grandes logros” que consiguió como alcalde de la ciudad de Durango, en donde los índices de bienestar de los ciudadanos bajaron en el trienio de Enríquez Herrera.

Alardeó de haber desarrollado 3 mil 443 obras que “cambiaron la vida de los duranguenses”, trabajos que por mucho no existen en el municipio, en cambio, la denuncia del desvío o desaparición de 452 millones de pesos, siguen vigentes, tan presentes como las carencias de infraestructura productiva en el municipio.

Entonces, soltó todo desde el templete lo que no es; promotor de la unidad, conciliador, autocrítico.

Enríquez Herrera, mantiene una guerra abierta con la corrupta alcaldesa de Gómez Palacio, la ex priista, Alma Marina Vitela Rodríguez, quien brincó a Morena con las viejas prácticas del PRI, que aún mantiene.

Después, El Águila, terminó como inició; con retazos de cháchara.

Así culminó la semana de apoteosis de egolatría de José Ramón Enríquez, que, en el transcurso de la semana del 15 al 23 de octubre, tapizó el estado comprando cientos de anuncios espectaculares, donde el centro fue su figura vestida de vaquero, de médico, de traje, anunciando su informe legislativo cuyo trasfondo fue promoverse en el estado como la opción más viable para ser el candidato a gobernador por el partido Morena en el año 2022.

En este lapso, El Águila, socavó, los pocos hilos de unidad que existen en el deshilacho de vida orgánica con el que cuenta el partido Morena-Durango, usando las reuniones de los llamados comités de defensa de la 4T, citando a los medios de difusión para que le tomaran las fotos, videos y escucharan sus incongruencias políticas apadrinado por Ricardo Monreal Ávila.

En este tiempo, utilizó a Ricardo Monreal Ávila, para que, como presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, invitara al gobernador prianista, José Rosas Aispuro, para tomarse la foto en una sola mesa e incluso, para que enviara a un representante al evento de El Águila, encomienda que recayó en uno de los precandidatos panistas a la gubernatura, Héctor Flores Dávalos, actual secretario de Gobierno.

Se sabe que, Rosas Aispuro y José Ramón Enríquez, guardan un fuerte encono, pero El Águila, pidió a Monreal Ávila que invitara al gobernador como presidente de la JUCOPO del Senado, lo que Enríquez Herrera manejó como un acto de poder particular.

Terminado el discurso de El Águila, que carcome los hilachos de unidad de Morena-Durango, bajó sonriendo, sudoroso, sudado, tras llevar más de 2 horas en el evento que organizó en El Auditorio del Pueblo, suceso donde el objetivo es él.

Luego, fuerza a Mario Delgado, a subir al estrado. El presidente de Morena, habla de que “lo importante es la unidad”, algo inexistente en esta mezcla de tufos y prácticas de política comandadas por ex priistas, ex perredistas, ex panistas, ex MC de todo, menos quienes iniciaron la construcción de Morena en Durango.

Para cerrar el evento, Ricardo Monreal Ávila, prácticamente destapa a José Ramón Enríquez, afirmando que El águila está lista “para engrandecer a Durango”, afirmando equivocadamente actitudes que no permean en la vida política de Enríquez Herrera.

Luego, Monreal Ávila, enumera una serie de actitudes necesarias en este proceso hacia nombrar candidato a gobernador.

“Tenemos que actuar con generosidad, con unidad, porque todos aquellos aspirantes a gobernar su tierra, tienen que dar muestras de humildad, de sencillez, de unidad, esa unidad que no debe ser de fachada y simulación sino tiene que ser de congruencia de hechos y realidades”; características que José Ramón Enríquez, no reúne.

Entonces cierra; “Durango, va a cambiar, Durango, se va a vestir de Morena”, nada más alejado de la realidad; con los candidatos presentes, aunque ganen, nada cambiarán en favor de los ciudadanos. Ganarán ellos, como ya lo demostró en la alcaldía El Águila Enríquez y Marina Vitela en Gómez Palacio.

Tampoco, Durango, ganará, con los otros aspirantes. Los candidatos de la probable alianza de PAN-PRI-PRD son personajes limitados.

El futuro de Durango, es oscuro con los protagonistas revelados en el proceso de sucesión gubernamental.

Con los prospectos a gobernar Durango, la pobreza se incrementará en la entidad, en cambio, florecerá una nueva casta de neo millonarios, como los formados en este sexenio de la desvergüenza que dirige José Rosas Aispuro, quien traicionó las promesas hechas a los duranguenses.

En Durango, existen niveles de pobreza que no existían hace 6 años, las carencias aumentaron, con todo y que el Güero Aispuro, endeudó al estado como nunca antes en la historia.

Por lo pronto, al otro día del evento de la vanagloria de José Ramón Enríquez, el domingo 24 de octubre, el corrupto José Rosas Aispuro, mandó un mensaje acerca de quien tiene el poder en el estado; impidió que los medios de la capital de la entidad publicaran en las primeras páginas, el informe del auto elogio del senador, presionando con los convenios de publicidad que los medios de difusión mantienen con el gobierno de Durango.

Una cosa es cierta; las desmesuras de José Ramón Enríquez, son un riesgo para Durango.

jmonrreall@yahoo.com

Twitter: @jmonrreall

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